Miguel Azaldegui
Con el debate de cambio de hora, percibo una indiferencia inquietante tanto en los partidos como los votantes abertzales, cuando estamos ante una decisión que puede dañar ( aún más) la ya maltrecha comunión entre estos dos territorios, triste y sorprendentemente, cada vez más alejados.
Desde esta columna, pido humildemente a los dirigentes de EAJ con capacidad de influencia actualmente en España, que saquen este asunto en la negociación, ya que a nivel de construcción de país es una de las mayores aportaciones que podemos hacer. ( O, mejor dicho, nuestra inacción puede provocar uno de los mayores pasos atrás).
El hecho de tener horas diferentes en un país tan reducido como el nuestro sería incomprensible y dañino, más aún cuando dicha diferencia horaria se daría entre las dos piezas de Euskalerria que más alejadas están por el efecto plomizo que ha ejercido la frontera.
Dejando de lado la hora, hay otros problemas que están provocando un alejamiento entre el Norte y el Sur. Algunos son atribuibles a nosotros, y otros nos trascienden. En relación a estos últimos, uno que está en liza son los migrantes que cruzan la frontera en Irún así como la amenaza terrorista del Daesh sobre los valores europeos en general y Francia en particular. Estos hechos están provocando la supresión de facto del espacio Schengen y el restablecimiento de las fronteras. Sin una política migratoria europea y un control conjunto y efectivo de las fronteras exteriores, los estados van a seguir con soluciones nacionales que nos afectan sobremanera a los vascos. ¿ Quién se va a animar a vivir en Hendaia y trabajar en Irún si tarda 45 minutos en cruzar 5 kilómetros? No podemos dejar que todos los avances que han ocurrido en estos años (Schengen, Euro, Supresión de extracargos por uso del móvil en territorio de la UE…) se echen por la borda mientras nosotros miramos como si no fuese con nosotros.
Por otro lado, en los atribuibles a nosotros no puedo dejar de pensar cómo en nuestros diarios y televisiones damos información sobre un atraco que se ha producido en Canarias y no mencionamos lo que ocurre en Maule. Mandamos enviados especiales a Toledo y no se explica el mayor hito en la construcción nacional de Iparralde como es la creación de la Euskal Herri Elkargoa. Creo que este asunto bien merece un artículo en sí mismo.
En definitiva, pongamos el foco en todos estos asuntos en nuestro discurso y negociación. No nos podemos olvidar de Iparralde, que es quien entre otras muchas cosas, proporciona un carácter supraestatal a nuestra reivindicación.