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Gabriel Otalora

Cuando escribí el artículo «Auschwitz más cerca», recordaba que los genocidas nazis eran gente culta y, sin embargo, la cultura no fue un antídoto contra aquella barbarie. Me quedé reflexionando sobre la finalidad de la cultura porque lo que aporta no es algo intrascendente, ni mucho menos; no hay más que ver su influencia en la historia y el carácter multidimensional que tiene.

Los griegos y los romanos concebían la cultura en su relación con la naturaleza mientras que para la modernidad el fin último de la cultura era dominarla y, ya puestos, dominar al ser humano. Pero si nos planteamos una noción amplia de cultura que nos pueda involucrar a todos, sería ver el mundo desde la perspectiva del otro, tomando en consideración los rasgos distintivos de los pueblos y las características que nos diferencian para convertirlas en ventajas competitivas en beneficio de la humanidad. Desde aquí, el derecho a la diferencia puede ser enriquecedor e inclusivo.

De hecho, tras el término “nacionalismo” cabe algo tan poco agresivo y excluyente como reivindicar la identidad de un pueblo sin renunciar a la solidaridad. Sin ir más lejos, los vascos tenemos una administración nacionalista con una cultura solidaria institucionalizada en derechos, leyes y presupuestos sociales muy superiores a otros gobiernos con una cultura diferente que sin embargo nos catalogan de insolidarios.

Cierto es que la finalidad de la cultura ha variado a lo largo de la historia de la humanidad y es polisémica, pero lo que valoro es el modelo de cultura superior capaz de hacer frente a la atracción del mal de la que se sirvieron los nazis, tan cultivados ellos en artes. Una cultura basada en el ser humano plural que trabaje desde la diversidad por el desarrollo sostenible y solidario de todos.

EL CONCEPTO DE CULTURA. El término cultura es muy antiguo, casi como el ser humano (cultura viene de cultivo), y en su evolución conceptual ha derivado en la educación intelectual y moral;es decir el hombre culto es también y sobre todo el que participa de los más altos valores humanos conservados por cada sociedad que debe trabajar por adaptarse a la naturaleza y trabajarla conforme a sus necesidades allí donde le ha tocado existir.

La concepción europea ilustrada de “civilización” erró en contraponer naturaleza y cultura llegando a considerar algunos pueblos como atrasados o salvajes desde el prisma parcial de un momento histórico concreto. Por el contrario, la tradición romántica, inspirada en Rousseau aportó una comprensión de los procesos históricos de cada cultura y civilización bajo la óptica de que una cultura no puede ser juzgada con los parámetros de otras culturas.

En la primera mitad del siglo XX se trabajó en lo esencial, a mi entender, buscando el debate que consolidase un concepto extenso y amplio de cultura que, sin excluir las artes y las ciencias, no se limitara a ellas. George Steiner, en su ensayo En el Castillo de Barba Azul: una aproximación a un nuevo concepto de cultura, señalaba que se habían derrumbado algunas certezas de la modernidad dando al traste la idea del progreso que concebía la historia occidental como una curva permanente de ascenso, que necesariamente debía difundirse desde unos pocos centros privilegiados a todos los hombres y que lo humanista era sostener que la ignorancia racional e ilustrada era la fuente de la crueldad y la barbarie, cuando en realidad, gentes muy doctas y educadas propiciaban los niveles de violencia e injusticia en las sociedades occidentales… y en el Tercer Mundo.

La idea del progreso como el desarrollo de las nuevas tecnologías y los avances en la ciencia no es suficiente para vivir una cultura humanizada. No resuelve la dicotomía entre la civilización y la barbarie que ataje las desigualdades sociales en un mundo cada vez más desigual.

El afán de dominación que incluye la asimilación cultural forzosa (un ejemplo actual sería la globalización cultural del modelo consumista), ha devaluado la humanidad borrando la diversidad propia de cada cultura incluso a través de genocidios legales bajo el paraguas colonial. Gracias a la Unesco se impulsó el Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural (1988-1997) que al menos aclaró la dimensión de la llamada cultura del desarrollo.

GLOBALIZAR LA DIGNIDAD. pesar de los muchos prismas culturales existentes, lo adecuado no es insistir en el actual modelo estándar para el mayor número de naciones, sino buscar la globalización de la dignidad humana desde el respeto a la diversidad confluyendo en los puntos comunes que nos atañen a todos, como lo son la vulnerabilidad humana y el sufrimiento evitable, que además es algo vivencial en casi todas las tradiciones culturales. De ahí procede el principio ético, prácticamente universal, que impone aliviar el sufrimiento, y el precepto expresado de diversas formas, que manda tratar a los demás como uno quisiera ser tratado.

El arte por el arte puede ser un lujo mentiroso que camina entre la frivolidad y la propaganda (Albert Camus), pero también algo emocionante y enriquecedor cuando escuchamos los lieder de Schubert, lo cual no evitó el genocidio nazi. Tampoco lo evitó la cultura literaria que proporcionó escritos comprometidos que ocasionaron exilio, cárcel y muerte a tantos porque sus actitudes abrieron los ojos a muchos ¡Ajá! Fueron verdaderos medios para globalizar la cultura contra la injusticia nazi, lo que ahora sería concienciarnos de lo necesario que resulta someter a los mercados mundiales a una ética universal que me parece el principal desafío político y económico en los próximos años.

Ante el vicio supremo de ser superficial (Oscar Wilde), la cultura ética atesora la medida para hacer frente a las tentaciones totalitarias, que ya sabemos bien cómo destruyen mucho más de lo que intentan arreglar: el genocidio soviético y su variante maoísta es un ejemplo claro de lo que digo. ¿Tarea imposible? ¿Utópica? La batalla está en el día a día de cada uno, haciendo un modelo humanizado de país. Y desde aquí, me uno a la reflexión luminosa de Ralph W. Emerson de que “Todo muro es una puerta”.

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8 comentarios en «La cultura solidaria»

  1. Es que Gabriel atribuyes un valor a la cultura, a la lectura, que no tienen. Leer o no leer no te hacen mejor persona, se puede ser nazi quemando todos los libros o leyéndolos todos, se puede ser nazi siendo Heidegger o Julius Streicher. Es más, realmente sirve de algo leer?.

  2. De actualidad , solidaridades , rentabilidades..

    .Apartado 81 del informe. pág. 48 // «Nueve de las 14 líneas de alta velocidad auditadas y las conexiones transfronterizas no tenían un número suficientemente alto de pasajeros en sus áreas de captación de quince y treinta minutos a lo largo de la línea para lograr que el tren de alta velocidad tuviera éxito (es decir, rentable). Estas fueron las líneas Madrid-León, Eje Atlántico, Madrid-Galicia, Milán-Venecia, Rhin-Rhône, Stuttgart-Munich, Munich-Verona, Figueres-Perpignan y la Y Vasca. «

  3. «Ante el vicio supremo de ser superficial (Oscar Wilde), la cultura ética atesora la medida para hacer frente a las tentaciones totalitarias, que ya sabemos bien cómo destruyen mucho más de lo que intentan arreglar: el genocidio soviético y su variante maoísta es un ejemplo claro de lo que digo. ¿Tarea imposible? ¿Utópica? »

    «Lo de vicio supremo de ser superficial » y la pregunta de «¿Tarea imposible? ¿Utópica?», no va por ti Alias, es pura casualidad!

  4. VictorIII
    Leerte a ti desde luego no sirve de nada.
    Digamos que sirve para conocer el nivel de estupidez y memez de algunas personas.

  5. k.f.d. , nunca conseguirás que deje de escribir lo que y sobre lo que creo , menos con tu pedantería insustancial por la que te pagan…

    por cierto , considerar superficial utilizando a Wilde y relacionándolo con la no-rentabilidad de la Y vasca , es de lo más ridículamente disruptivo (fuera de contexto ) que he leido hace tiempo…difícil de explicarlo a tus colegas de las manipulaciones…

  6. «GLOBALIZAR LA DIGNIDAD. pesar de los muchos prismas culturales existentes, lo adecuado no es insistir en el actual modelo estándar para el mayor número de naciones, sino buscar la globalización de la dignidad humana desde el respeto a la diversidad confluyendo en los puntos comunes que nos atañen a todos, como lo son la vulnerabilidad humana y el sufrimiento evitable, que además es algo vivencial en casi todas las tradiciones culturales»
    Bueno superficial es lo más suave que se le puede decir a un individuo que no ver mejor sitio, que un articulo en el se dicen esas cosas, para poner una cita de mierda (que me perdone la mierda) sobre la rentabilidad de la “Y” vasca.

  7. eres un desesperado seudo manipulador compulsivo y cobras por ello , y lo haces mal….el estudio dice básicamente que entre otras líneas ferroviarias la Y vasca no es , ni será rentable y además que no se han hecho (simulado ) los planes de gestión , proyecciones con diferentes demandas.ofertas-costes-precios….para prever la probabilidad estadística de los resultados , en resumen torpes y vagos…a diferencia del estudio profundo de catedráticos vascos como Sr. Bermejo que fué , no sé actuálmente , del Pce..

    copias una cita sobre dignidad ,tú un mediocre manipulador…y hablas de cita de mierda frente al trabajo de tus colegas pesebreros y vagos…
    qué te mueve , qué te motiva ? por cierto he viajado varias veces en el Hikari Shinkansen .., el «Tren high speed » japonés , que es rentable…

  8. Eres superficial, faltón, repetitivo y poco intuitivo y el clásico pesetero que cree que la gente cobra por todo. Los comentarios de este post son para comentar, criticar o alabar ideas como esta:

    “La idea del progreso como el desarrollo de las nuevas tecnologías y los avances en la ciencia no es suficiente para vivir una cultura humanizada. No resuelve la dicotomía entre la civilización y la barbarie que ataje las desigualdades sociales en un mundo cada vez más desigual.”

    Para hablar de la Y vasca hay post más adecuados.

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