Iñaki Anasagasti / Koldo San Sebastián
Índice de la Parte 2
- Entre la legalidad y la revolución
- Las fuerzas combatienes
- La protección de los religiosos
- La mala experiencia de Irun
- Los comunistas quieren el poder
- La historia de un libro
- Parábola a Appomattox
Entre la legalidad y la revolución
Francisco Vargas resume bien la cuestión: “En el País Vasco la revolución proletaria que se dio en la zona leal al iniciarse el conflicto quedó pronto paralizada, debido al peso del nacionalismo vasco, reformista moderado en el tema social y contrario a un proceso revolucionario”.
Desde el estallido de la guerra, la gran preocupación de los nacionalistas fue la del orden y el mantenimiento de la legalidad. Ceferino de Jemein insiste en esta idea: “Defender el orden fue nuestra más cara preocupación y a ello tendieron todos nuestros esfuerzos”. ¿Qué era el orden para el nacionalismo vasco en aquellos días? Debemos defender hoy nada más que el orden. El orden significa “el respeto a nuestra libertad individual, el respeto a nuestros hogares, el respeto a las comunidades religiosas en sus casas”. Jemein recoge una nota de Luis de Arana Goiri sobre esta cuestión: “Los vascos de recogimiento y oración, el respeto a todos los intereses espirituales del pueblo vasco, lo mismo que a los intereses materiales, en su comercio, industria, navegación, etc., etc.”.
Parece claro que el nacionalismo estaba dispuesto a defender la legalidad republicana, pero no a hacer la revolución. Para comunistas como Valgañón, “no cambiar la estructura de la sociedad representaba inevitablemente hacerle el juego a la burguesía vasca”. Como recordaba Pierre Vilar, en Euskadi predominaba el “prurito de legalidad” y la “conciencia nacional” frente a la “revolución social”. Manuel Chiapuso, por ejemplo, tenía claro que, en esta cuestión, la CNT y en nacionalismo estaban en “partes distintas de la barricada”. Incluso algunos intentos de cambiar atuendos y formas de vestir. Dejó escrito Miguel Pelay: “Por aquellos días no se veía en San Sebastián una corbata, o un sombrero, ni nada que pudiera parecer atributo de la burguesía. (…) Eso de pretender que suprimiendo la corbata o el sombrero o el pueblo ha de ser más avanzado y revolucionario es de una estupidez cretinesca. Sin embargo, en aquellos momentos, el intentar vulnerar tal pragmática era verdaderamente peligroso”. Pero, según cuenta Alberto Onaindia, el asunto de los revolucionarios atuendos debió funcionar, porque él mismo debió cambiar su atuendo incluyendo en el mismo el gorro con la bandera anarquista, en la gestión que hizo (ayudado por el líder libertario Jesús Escauriza, que fue luego comandante de batallón Malatesta) para sacar al obispo de Valladolid, monseñor Gandásegui, de la checa donostiarra de la CNT en que la se hallaba encerrado.
Por si fuese poco, la revolución comenzó con una sucesión de lo que historiadores como Hugh Thomas o Gabriel Jackson califican como “actos de terrorismo”: “La revolución comenzó, como la contrarrevolución, con una oleada de asesinatos y saqueos”. Llegó un momento en el que el Gobierno tuvo que empeñarse a fondo, al considerar que aquel tiempo de desmanes perjudicaba a la imagen internacional de la Republica (como de hecho ocurrió). Tras el asalto a la cárcel modelo de Madrid, Indalecio Prieto exclamó: “Hemos perdido la guerra”. Los nacionalistas vascos que, al estallar la guerra se encontraban el Madrid, se movilizaron para tratar de salvar vidas.
Los informes diplomáticos son demoledores. No era el Gobierno republicano el que controlaba a los extremistas sino al revés. La excepción la constituía de nuevo el País Vasco, donde la propiedad privada estaba garantizada, y se luchó desde el primer momento por evitar los “actos de terrorismo”.
Pedro Barruso, refiriéndose a estos acontecimientos, habla sin embargo de “justicia espontánea” y, según este autor, fueron la CNT y los comunistas quienes “pusieron las bases para que se desarrollara en Guipúzcoa”. Dice asimismo que, en este territorio, se produjeron un total de 343 muertes irregulares, “siendo julio el mes más sangriento y en el que se produjeron más asesinatos”. La cifra es inferior a los ejecutados por los sublevados en este territorio: 485, entre fusilados y agarrotados “legalmente” documentados por el autor citado. En estas últimas cifras no se incluyen las ejecuciones “extrajudiciales” no registradas.
La protección de los religiosos
En 1956, Pedro de Basaldua publicó En defensa de la verdad en respuesta del libro de Monseñor Gustavo J. Franceschi En el humo del incendio sobre el bombardeo de Gernika y la actuación de los católicos vascos en la guerra. El autor describe (y documenta) la actuación y la postura de los nacionalistas en esta cuestión. Los asaltos a conventos y los asesinatos de religiosos no contribuían precisamente a generar un clima de confianza entre quienes debían combatir juntos a los sublevados.
Así, en la tarde del 20 de julio de 1936, un grupo hombres armados con las insignias del partido comunista intentó asaltar el Convento de Religiosas de la Concepción en Bilbao, y prendieron fuego en uno de sus pabellones ante la sorpresa general. Un grupo de jóvenes del PNV, asimismo armados acudió de inmediato, expulsó a los intrusos y fue sofocado el incendio. El diputado José Antonio de Aguirre, en representación del Partido Nacionalista Vasco, se presentó de inmediato en el Gobierno Civil y protestó enérgicamente ante el gobernador y ante el Frente Popular, amenazando con tomar medidas drásticas ante cualquier atropello de ese género. Según Basaldúa:
El PNV movilizó a los incipientes «gudaris», como ya lo habíamos hecho años antes, a fin de ocupar los edificios públicos religiosos noche y día, bien armados y con consignas estrictas de acción.
Por la emisora de radio fue leído una hora después del vandálico intento de los comunistas, el comunicado siguiente:
“Ahora más que nunca es preciso dar sensación de cordura y orden. Por las masas populares puestas al servicio de la República, es absolutamente indispensable no se cometa acto alguno de destrucción de edificios, particularmente de carácter religioso.
Habiendo llegado noticias a este Gobierno Civil de que se han intentado algunas violencias sobre algún edificio de carácter religioso en Bilbao, los comunistas, socialistas, Izquierda Republicana, Acción Nacionalista Vasca y Partido Nacionalista Vasco, han reclamado del Gobierno Civil, que ordene a la fuerza pública, que haga fuego sin contemplaciones sobre los incendiarios que no pueden ser más que enemigos de la situación actual y de la República.
Se requiere por lo tanto a todos los amigos de la República, pertenecientes a todos los partidos, a que se abstengan de producir actos de perturbación de esta clase, y a que colaboren con la fuerza pública para impedir se realicen estos desmanes”.
Al día siguiente, martes 21, el órgano Euzkadi hacía destacar en su primera página lo siguiente a ese respecto:
“No es hora aún de vaticinar ni de juzgar sobre los graves sucesos desarrollados en el Estado español. Pero cuando los hechos nos ofrecen una lección inmediata en tiempo, cercana en lugar y contundente, es preciso no desaprovechar esa lección y ofrecerla de manera también contundente, inmediata y cercana.
Apenas fue conocido el hecho, el PNV formuló ante el Gobierno Civil y los representantes del Frente Popular, su indignación por lo ocurrido y su voluntad de que se cortara la posible repetición de manera eficaz, rápida y enérgica. Y, no sólo el gobernador civil sino también los elementos directivos del Frente Popular accedieron desde el primer momento a nuestra justísima denuncia, siendo redactado como consecuencia el enérgico documento que instantes después era divulgado por la estación de Radio Bilbao y que tan excelente efecto había de causar en la ciudadanía.
“El PNV siente honda satisfacción por lo logrado y espera con la ayuda de Dios, que esta satisfacción sea aún mayor cuando las circunstancias le permitan aumentar sus servicios a la noble y santa causa a la que se haya entregado por el mayor bien de este cada vez más entrañablemente amado pueblo”.
“Si así lo logra —como lo espera mediante la voluntad de lo Alto—, ningún premio más subido desea para su conducta el PNV”.
Pero, no fue este el único incidente. Se recibió una denuncia en el Ayuntamiento de Sestao, asegurando que en la parroquia del Patronato se ocultaban armas al servicio de los rebeldes. Es cierto que, en vísperas del golpe, los tradicionalistas o futuros “requetés”, celebraban allí sus reuniones. Allí, no solamente se reunían allí los carlistas. También los nacionalistas y otros grupos católicos. La denuncia dio lugar a que un alavés domiciliado en Sestao, sorpresivamente, disparase su pistola contra los sacerdotes Federico Urcaregui, ex párroco de Deusto e Isaac Martínez. Ante la gravedad de su estado fueron trasladados inmediatamente al Hospital Civil de Bilbao. Ambos curaron al cabo de varias semanas.
Este incidente tuvo amplia repercusión. El PNV delegó en el diputado Aguirre y éste formuló la protesta ante el gobernador civil y Frente Popular, exigiendo que se llamara la atención a las autoridades competentes. Poco después el alcalde de Sestao, el socialista Vicente Díaz, publicó un edicto condenando enérgicamente el atentado, haciendo destacar que “en modo alguno debía utilizarse esa clase de procedimientos de violencia que repugnaba a toda conciencia demócrata y honrada, y que en lo sucesivo había de castigar con severidad cualquier repetición de ese género”.
La protesta sirvió para que se impusiera un orden al desbarajuste existente en aquellos momentos, principalmente en cuanto al orden público, detenciones, saqueos, cacheos etc., que muchos llevaban a cabo sin la más leve norma jurídica y sin la autorización correspondiente.
Por ello, con objeto de evitar los abusos y atropellos que venían cometiéndose, se hizo pública la siguiente disposición:
“Habiéndose normalizado la vida de Vizcaya después del descanso obligado de las fuerzas armadas como consecuencia de la valiente y leal actuación de estos días, el Gobierno ordena que los grupos armados, encargados de la vigilancia nocturna en la calle, a partir de las diez de la noche cesen en su función, retirándose a los centros políticos o locales de concentración quedando exclusivamente encargados de dicha vigilancia, según costumbre, las fuerzas de la Guardia Civil, de Asalto, Carabineros y Guardia Municipal, esperando de las Milicias y de cuantos ciudadanos vienen colaborando con tanto entusiasmo en esta difícil misión a ellos encomendada el total y rápido acatamiento a las mismas”.
Esa protesta, además de las medidas tomadas, obligaron al gobernador a hacer público un bando, amplio y detallado, sobre cualquier tipo de actuación al margen de la ley. Al mismo tiempo se envió a todos los Ayuntamientos de Vizcaya las instrucciones para la creación de los Comités de Alistamiento Voluntario. Dichos comités habían de constituirse con un representante de cada una de las organizaciones del Frente Popular y de las fuerzas nacionalistas vascas.
Tras el asalto a la cárcel de Ondarreta que produjo 52 muertos y el asesinato del gobernador militar de Gipuzkoa, los nacionalistas hicieron pública una nota de protesta:
«Gipuzko-Buru-Batzar» y la Confederación Regional de STV de Guipúzcoa, se ven en el caso de dirigirse a la opinión pública en protesta contra los hechos bochornosos acaecidos en la madrugada de los dos días pasados en el asalto de las cárceles de Ondarreta y Tolosa y en los asesinatos perpetrados en personas que no han sido juzgadas por tribunales competentes con arreglo a las leyes.
“El PNV y STV, se sumaron al movimiento en defensa del régimen constituido, no porque éste signifique la satisfacción política de nuestra ideología sino porque somos enemigos de la guerra, de la violencia, del fascismo, de la dictadura y de los pronunciamientos militares. Pero nosotros no podemos admitir la actuación de bandas de asesinos que, contra las normas del Frente Popular, realizan crímenes que avergüenzan a toda conciencia honrada. Lo hemos hecho saber al propio Frente Popular y lo queremos publicar para conocimiento de todo el pueblo de Guipúzcoa. Nosotros no somos responsables de estos crímenes. Hemos hecho cuanto hemos podido por evitarlos. Estamos tan lejos de estos procedimientos, como los que los «requetés» carlistas, han empleado matando mujeres y niños indefensos.
“Luchamos para afirmar una legalidad dentro de la cual esperamos dar los primeros pasos para la liberación de la Patria ¡Gora Euzkadi Azkatuta!».
El escándalo por esa barbarie conmovió a todos. El gobernador civil, Jesús Artola Goicoechea presentó su renuncia, al igual que el ex-diputado a Cortes Telesforo Monzón presentó la suya de comisario y lo hizo unánimemente el Comité Municipal de Tolosa, integrado por representantes socialistas, republicanos y nacionalistas vascos.
Con motivo de los días negros y tristes vividos por Donostia, la Junta de Defensa de Gipuzkoa publicó un amplio comunicado sobre «La seguridad de los presos», la creación de los tribunales que administrarían plena y severa justicia. Por lo extenso del documento recogemos lo que estimamos esencial del mismo:
«Las organizaciones sindicales y partidos políticos que componen la Junta de Defensa de Guipúzcoa y que luchan aunados contra el movimiento faccioso, han examinado con detenimiento los dolorosos y reprobables incidentes ocurridos en relación con algunos presos. El desbordamiento de la indignación popular y la actuación de elementos fuera de todo control y disciplina han causado varias víctimas sin que un procedimiento regular concretara culpabilidades y sanciones. Las entidades condenan con la máxima severidad tales excesos y declaran su firme voluntad de que en ningún modo se repitan».
El documento termina así:
«Consecuente con este criterio la entidad coaligada en la Junta de Defensa de Guipúzcoa declara que la vida de los presos es sagrada y que debe asegurarse con todos los medios su integridad personal para su entrega a los Tribunales de Justicia. Por ello, y en la inteligencia de que toda contravención será causa de severísimas sanciones, ordena a todos los afiliados que conforme a las leyes de la guerra respeten de un modo absoluto a dichos presos y que repriman con la máxima energía cualquier atentado que osaran perpetrar los irresponsables o los provocadores”. (…)
«Tal es la decisión adoptada por todas las representaciones que componen la Junta de Defensa de Guipúzcoa. San Sebastián, 4 de agosto de 1936″, Firman: Por la UGT, Juan Miranda; CNT, Miguel G, Inestal; STV, Ascensión Lasa; I.R, José Aguado; U.C, Lizarraga; P. Socialista, Sergio Echeverría; P. Comunista, Jesús Larrañaga; PNV, Juan de Kareaga; ANV, José de Imaz; por la J. de Defensa de Guipúzcoa, Miguel de Amilibia».
Por si fuese poco, en amplios sectores del PNV existía una cierta sensación de “segunda vuelta”. Es decir, que, tras ahogar la sublevación fascista, las izquierdas atacarían a los nacionalistas. Quizá por ello no es de extrañar que, en las primeras semanas que siguen al 18 de julio de 1936, los efectivos nacionalistas capaces de combatir se queden en la retaguardia esperando ese otro ataque a que hacíamos referencia. Se trata éste de un aspecto poco conocido a pesar de que, por primera vez, se apunta en el libro de Ronald Fraser que recogerlos testimonios de Ajuriaguerra y Epalza. Las memorias de Lucio de Artetxe, escritas hacia 1942 en la prisión de Burgos confirman esta impresión[1].
Solucionada esta cuestión y, a pesar de que se produjeron no pocos incidentes, a partir de octubre, el Programa del Gobierno vasco iba a dar una especial importancia al cuidado de la retaguardia. En él, se habla del “mantenimiento inexorable del orden público” . Y para cumplir esta parte del programa se creará, además de la Ertzaña (policía autónoma), un Cuerpo de Orden Público dirigido por los nacionalistas Arregui y Orueta. Se trató, asimismo, de que las ejecuciones siguiesen los procedimientos legales y que los acusados tuviesen posibilidad de defensa. En este sentido, no es de extrañar que, cuando en enero de 1937 y tras duros ataques de la aviación, tuvieron lugar los asaltos a las cárceles de Bilbao y numerosos presos fueron asesinados, se produce una seria crisis. Por un lado, el Bizkai Buru Batzar pide la inmediata dimisión de Monzón (éste ya había dimitido por similares motivos de la Comisaría de Gobernación de la Junta de Defensa de Gipuzkoa). En aquella ocasión, Aguirre, a duras penas, logró calmar los ánimos.
Las fuerzas combatientes
Como recuerda Xosé M. Núñez Seixas,
“el Euzko Gudarostea no era, ni mucho menos, el ejército de todos los vascos antifascistas. Pero sí una parte sustancial de él, aunque no mayoritaria, dependiendo del momento que se considere”. Según un cómputo posterior, de 90 batallones, incluyendo en ellos unidades de ingenieros y disciplinarias teóricamente apartidarias, que habían conformado en diversas fases el llamado Ejército de Euzkadi, 37 (el 41,1 %) eran nacionalistas (28 del PNV, 4 de Acción Nacionalista Vasca, 2 de Euzko Mendigoizale Batza y 3 de STV), tantos como los de partidos obreros (37 entre PSOE, JSU, PCE y CNT), a los que se unirían 8 republicanos (IR y UR) y 8 «oficiales». Otras estimaciones coinciden en lo sustancial, e incluso rebajan la proporción de batallones nacionalistas dentro del total vasco: 44 batallones obreros y republicanos frente a 37 nacionalistas; o 31 batallones nacionalistas de 72 disponibles (el 43%) en mayo de 1937. En todo caso, ni todos los batallones disponían de los mismos efectivos, empezando por los de infantería, ni existen hasta ahora cómputos numéricos precisos. Pero la presencia de los nacionalistas entre las fuerzas voluntarias movilizadas en territorio vasco era mucho mayor porcentualmente que en el caso catalán, en el que los batallones directamente controlados por ERC o el catalanismo radical en el frente del Este eran 8 de un total de 116, apenas un 7% del total”.
Antes de seguir adelante, un pequeño apunte. El 10 de mayo de 1940 comenzó el ataque alemán en Europa Occidental. El 15 de mayo se rindió en Ejército holandés. En los acontecimientos holandeses jugó un papel determinante el bombardeo de Rotterdam. Se estima que unas mil personas murieron, otras 70 000 se quedaron sin hogar. Casi 25 000, 2320 tiendas, 775 galpones, 63 escuelas y 24 iglesias fueron destruidas. El antiguo centro de la ciudad fue barrido por el fuego. Inmediatamente, el gobierno holandés se rindió para evitar que se bombardearan más ciudades holandesas. El 27 de mayo, los belgas pidieron el armisticio. El 14 de junio, el Ejército alemán entraba en París. Dos días más tarde, el mariscal Petain, que había sustituido al presidente del Gobierno francés, pidió asimismo el armisticio. En un mes y una semana, los nazis habían derrotado a los ejércitos de Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia reforzados por una Fuerza Expedicionaria Británica formada por 380.000 hombres, ocupando los tres primeros países y la mitad del territorio francés: la otra mitad quedó en manos de un Gobierno títere.
Cuando comenzó la ofensiva final contra Bizkaia, las fuerzas leales no contaban con aviación, ni artillería, ni con divisas para comprar armas y municiones. Los puertos estaban sometidos a un férreo bloqueo de la armada rebelde. Los dos destructores dependientes del mando republicano, el Ciscar y el José Luis Diez no se atrevían a salir. Al segundo de los barcos citados, los bilbaínos los bautizaron como “Pepe el del Puerto”. A pesar de esto, los rebeldes tardaron casi dos meses en llegar a Bilbao y cuatro en completar la conquista de Bizkaia. O sea que resistieron más que los Ejércitos de Bélgica, Holanda, Luxemburgo y la Fuerza Expedicionaria Británica.
La mala experiencia de Irun
Cuando las fuerzas republicanas abandonaron la ciudad, varios grupos de milicianos incendiaron gran número de edificios “para destruir cualquier cosa que pueda ayudar al esfuerzo bélico de los sublevados”, aplicando el método de tierra quemada. La medida fue criticada por los nacionalistas vascos que la consideraban inútil, desproporcionada e indiscriminada. Los gudaris trataron de impedir la acción de los incendiarios en diferentes lugares de la ciudad. Fueron destruidos 153 edificios por el incendio y se perdieron 253 industrias y comercios.
El 12 de septiembre de 1936, comenzó la evacuación de San Sebastián. Fueron enviados gudaris (aún mal armados) a evitar desmanes y que se reprodujese lo ocurrido en Irún. Sin embargo, sobre las doce de la noche de aquel día, milicianos comenzaron a incendiar algunas casas de Gros, rechazando la intervención de los bomberos. Llegaron gudaris a proteger las motobombas iniciándose un intenso tiroteo:
“La lucha fue terrible. (…) Sin embargo los gudaris lograron finalmente imponerse, poniendo al enemigo en desordenada fuga, después de causar no pocas bajas en sus nutridas filas.
Inmediatamente los bomberos pudieron iniciar sus trabajos, que dieron por resultado -salvo un garaje, que fue completamente destruido- todos los inmuebles fueron salvados del fuego devastador.
A partir de entonces el orden ya no fue alterado lo más mínimo. No obstante, y como medida de precaución, las fuerzas vascas fueron desarmando a todos los elementos sospechosos e incontrolables con que se tropezaron”.
La experiencia de la retirada de Irun y Donostia marcó otros acontecimientos posteriores, especialmente el cómo debía producirse la entrega de Bilbao.
Los comunistas quieren el poder
El Partido Comunista no tuvo nunca una presencia relevante en la política vasca en comparación con otras fuerzas de izquierda, como el Partido Socialista. Algunos autores hablan incluso de “marginalidad”. Su integración en el Frente Popular supuso el inicio de una nueva etapa. Como parte del Frente Popular de Euzkadi, su secretario general, Juan Astigarrabia, se integró en el Gobierno vasco encargándose de la cartera de Obras Públicas, asumiendo y convirtiéndose en firme defensor del programa de unidad aprobado por las fuerzas que formaban el ejecutivo en octubre de 1936.
Hasta entonces, las relaciones entre los comunistas y nacionalistas vascos habían estado marcadas por una profunda desconfianza y hostilidad. A pesar de la actitud de Astigarrabía, y de otros comunistas como Ricardo Urondo, esta, no solo no se aplacó tras la entrada de los comunistas en el Gobierno vasco, sino que fue creciendo a medida que pasaba el tiempo.
De forma simultánea, la estrategia del PCE controlada y dirigida por la Komintern (es decir, por el Partido Comunista de la Unión Soviética, PCUS) fue evolucionando a medida que avanzaba el conflicto. El objetivo era el control total, comenzando por la dirección de la guerra: la “politización revolucionaria del Ejército republicano” (es decir, la infiltración y el control del PCE del mismo por medio de comisarios).
Y en esto llegó al Norte Enrique Castro Delgado, del Comité Central de PCE, con órdenes concretas: “Astigarrabia. Aquí como en Madrid, se plantea el mismo problema: que el Partido a través de una gran movilización de las masas, tome en realidad la dirección política y militar de la guerra”. (…) “Durante varios días (Castro Delgado) estuvo pensando en la posibilidad y conveniencia de organizar una provocación contra el Gobierno vasco para envolverle en una gran crisis política que permitiera una reorganización”.
En realidad, la propuesta de Castro Delgado, con el respaldo de Larrañaga, Cristóbal, Ormazabal o Jesús Monzón, era un golpe en toda regla. Se opusieron Juan Astigarrabia y Ricardo Urondo. La negativa de los socialistas (al menos en dos ocasiones) de secundar la provocación de la crisis le hizo desistir.
Castro Delegado, tras su paso por la URSS, abandonó el PCE y, según Hugh Thomas, al igual que Jesús Hernández, “escribieron libros suficientemente malintencionados como para ser editados rápidamente en la España nacionalista (franquista)”. En ninguno de los dos casos, les resta su valor como fuente de primera mano. El propio Thomas lo utiliza con profusión. Y no solo Thomas, también otros autores como Paul Preston. Eso sí, a pesar de lo pormenorizado del relato del paso del dirigente comunista por la Euskadi republicana, no merece la mínima atención de los historiadores profesionales vascos[2]. Para estos, emuladores del conde Lozano, el profundizar en esta cuestión obligaría a matizar o reescribir “su” historia:
Esta opinión es honrada.
Procure siempre acertalla
el honrado y principal;
pero si la acierta mal,
defendella y no enmedalla.
La historia de un libro
En 1981 se puso en marcha la editorial Ekin-Idatz Ekintza que trataba de cubrir el hueco dejado por la editorial Geu-San Miguel tras la escisión del sector “ormacista” del PNV poco antes. En el nacimiento de la misma, estuvieron Iñaki Anasagasti, Gorka Aguirre y Koldo San Sebastián. El primero de los libros publicados fue Crónicas de Postguerra presentado en Bilbao por Pedro de Basaldua y Jon Castañares en 1982. Basaldua sugirió entonces la posibilidad de publicar un libro que guardaba desde hacía años el Padre Olaso (Alberto Onaindia) sobre el pacto de Santoña. Los responsables de Idatz-Ekintza iniciaron las gestiones con el sacerdote, directa (con él) e indirectamente (a través de su hermano Txomin que vivía en San Juan de Luz). Para aquella publicación, todo eran facilidades, sin condiciones, ni restricciones. La sorpresa fue mayúscula cuando supimos que Onandia había entregado su manuscrito a la Editorial Laiz, especializada, antes y después, en libros de gran formato: Arte Popular Vasco, Formulario de Plantas Medicinales, Nuestro Bilbao de Antaño… Koldo San Sebastián fue incluso a la sede bilbaína de la editorial en el rascacielos de la calle Bailén donde le dijeron que el autor quería dejar su libro “fuera de la pugna partidista”.
Hubo un intento anterior en el que intervino Martín de Retana, editor de La Gran Enciclopedia Vasca, que, poco antes (1980) había publicado los cuatro primeros tomos de la Obras Completas de Onaindia:
Ha estado en Bilbao la semana pasada, se ha visto con Retana y le ha enseñado el libro de Don Alberto Onaindia, bueno libro no, el original para que se lo edite y título ANTECEDENTES DEL PACTO DE SANTOÑA, lo ha leído Elías Amezaga, ya que se lo dio Retana, al objeto de que opinase sobre el mismo, a Elías no le gustó, dice que Dn. Alberto no está para escribir, pues no tiene cohesión, está deshilvanado, cree que Dn. Alberto O. está senil y no se centra. (…) digo que Dn. Alberto cumple mañana 80 años y su memoria falla ostensiblemente, es normal a la mayoría si llegamos nos pasará lo mismo, sé que tienes amistad con Elías, pregúntale por curiosidad, la noticia no es mía, es de Beurko, ya que yo personalmente a Elías no le conozco.
Hay que señalar en este punto que los reparos por parte de la dirección del PNV a finales de la década de los 1960 a la publicación de libro de Onaindia tenían que ver con que el texto del sacerdote se centraba únicamente en las negociaciones (y, más concretamente, en la parte que le afectó a él directamente) y no en las razones que habían llevado a los nacionalistas. Esto se lo comunicó Solaun al autor, como éste reconoce. Jesús de Solaun, que había sido uno de los protagonistas de aquel episodio se ha referido a esta cuestión en multitud de ocasiones. Pero, no solo Solaun.
En 1964, Onaindia estaba terminando de escribir la primera parte de sus memorias que se publicaron en 1973 con el título Hombre de paz en la guerra. En las mismas, incluía un capítulo sobre Santoña. Juan Ajuriaguerra le recomendó que no publicase el capítulo en aquel momento, al mencionarse en éste algunos nombres, aun así, pidió al bibliógrafo Jon Bilbao, exiliado en Estados Unidos, que revisase el texto y que buscase una solución. Bilbao revisó y anotó el capítulo y envió una nota a Ajuriaguerra con sus recomendaciones:
“Recomiendo a D. Alberto que publique sus memorias haciendo en ellas mención a su participación en las conversaciones vasco-italianas. Y que por la importancia histórica de la documentación que posee, se publicará en volumen aparte. Igualmente le sugiero que envíe una copia del capítulo a todas aquellas personas que son mencionadas en las conversaciones para que las comenten y añadan datos si es posible”.
Sin embargo, refiriéndose a este asunto, el periodista Xuan Cándano escribía:
“En 1983, haciendo frente a las presiones y vetos del PNV, Alberto Onandia publicó El Pacto de Santoña, un libro en el que recogía los numerosos documentos que conservó celosamente de las negociaciones entre vascos e italianos, que se prolongaron desde mayo hasta agosto de 1937. Sin embargo, aunque el libro es tremendamente esclarecedor y despejó muchas dudas sobre aquel episodio tan fundamental como misterioso en la historia contemporánea española, su aparición pasó desapercibida. De hecho, el Pacto de Santoña parece que sigue siendo hoy un tema tabú”.
La afirmación resulta sorprendente. En 1978, se publicó El Informe del Presidente Aguirre al Gobierno de la República con amplias referencias a este asunto. En las páginas 519 a 532, ya se incluye el documento de los dos comisarios de Estado Mayor (Ugarte y Lejarcegui). De nuevo aparece el informe en las memorias de guerra de José Estornés Lasa, en las páginas 185 a 196. Dos años antes de la aparición del libro del periodista asturiano, el Gobierno Vasco publicó «Exilio», de Jon Ugutz Lejarcegui, en el que se incluye el archivo de su padre Víctor Lejarcegui, comisario adscrito al Estado Mayor del Ejército de Euzkadi y uno de los principales actores/testigos del “pacto”, con los documentos correspondientes (que se incluyeron además en un dvd), incluyendo el informe firmado por Iñaki Ugarte y el propio Víctor Lejarcegui que se conocía por lo menos desde 1978. Estos libros, dos de los cuales aparecen citados en la bibliografía de la obra de Cándano, tampoco sirven, para romper el tabú. ¡Qué se le va a hacer!
Cuenta, eso sí, como otro periodista asturiano, Gregorio Morán, “descubrió” el “inédito” (sic) informe de Iñaki Ugarte y Víctor Lejarcegui en un local gestionado entonces por el PNV, la antigua delegación del Gobierno Vasco en la rue Singer de Paris, acompañado en su “descubrimiento” por Iñaki Anasagasti, dirigente de dicho partido (el PNV), que le dio todo tipo de facilidades. La referencia a este informe solo ocupa treinta líneas de su libro “Los españoles que dejaron de serlo” y, por supuesto, no le daba tanta importancia.
Hay algo que llama la atención en el libro de Xuan Cándano: el protagonismo que le da a Luis Ruiz de Aguirre Sancho de Beurko, de ANV, en toda la historia (también en los años venideros). Ruiz de Aguirre tuvo protagonismo en aquellos hechos, pero no hasta el punto que pretende Cándano. Afirma el periodista que Sancho de Beurko formó un “triunvirato” con Ugarte y Lejarcegui en lo que llama “Alto Comisariado para la Rendición”. Seguramente se refiere a la Comisión de Enlaces, “directora de la rendición y máxima responsabilidad”. No hay un solo documento que certifique la tesis del “triunvirato”. Eso sí, refiriéndose al informe de los dos últimos, Beurko lo califica como “relato con mucha imaginación”.
Parábola a Appomattox
El 9 de abril de 1865, el general Robert E. Lee se rindió al general Ulyses S. Grant en Appomattox, en la casa de un comerciante local. Se ponía fin a la guerra civil americana que provocó 600.000 muertos entre ambos bandos. Lee capituló cuando se dio cuenta que, ante sí, tenía una fuerza muy superior en hombres y medios. Al general Miaja, le debió ocurrir lo mismo cuando se puso al frente de la Junta de Defensa de Madrid tras el golpe “del coronel Casado” para negociar la paz. Además de la cuestión de las víctimas y de los medios de que se disponía, en la decisión de Miaja, de Besteiro, de Wenceslao Carrillo… a la hora de rebelarse contra el Gobierno republicano, como señala Moradiellos, pesó “la creciente oposición de amplios sectores políticos y sindicales republicanos al PC por sus expeditivos métodos de actuación, su sectarismo proselitista, su voluntad de presencia hegemónica en el mando militar y sus fines políticos últimos”.
En la decisión del PNV y de las demás fuerzas que le secundaron en “Santoña” pesaron mucho más las razones (casi idénticas) que propiciaron el golpe “de Casado” que, por ejemplo, una tantas veces repetida como era la de la “territorialidad” (es decir, el no seguir combatiendo una vez perdido el territorio vasco). ¿Cómo se explica entonces el empeño de Aguirre por trasladar las tropas vascas al frente del Este (el Levante español)? Prieto no aceptó el “traslado” porque, según Azaña, tendría que favorecer asimismo el traslado de santanderinos y asturianos. Por otro lado, las negociaciones del “pacto” no comenzaron hasta el 16 de junio de 1937. Tres días antes de la caída de Bilbao y tras romper el PNV con el Gobierno republicano.
Tras la caída de Bilbao, el PNV comenzó a perfeccionar una red que tuvo en un primer momento y durante mucho tiempo como principal misión la de salvar el mayor número de vidas posibles. “Santoña” obligó a acelerar la esa organización, a la que incluso recurrieron no pocos dirigentes republicanos, algunos destacados comunistas, caso de Jesús Hernández que tenía un hermano preso.
Dos buenos resúmenes de lo que significó “Santoña”, nos los ofrecen dos comandantes de las milicias, Ramón Olazabal, comisario del batallón MAI Irrintzi
“¿Cómo es posible que con diez batallones que teníamos, unos cinco mil hombres, seamos los culpables de la pérdida de Santander y ser considerados traidores a la República? ¿Y cómo teniendo 21 batallones de izquierdas, de los de ellos, con diez mil hombres, el doble que los nuestros quieran aparecer en la historia en ‘olor de Santidad’”.
Juan Manuel Epalza, que formo parte de la Junta de Defensa de Santoña:
“Es fácil decir ahora que aquello fue un error. Pero, ¿qué es lo que hubiéremos debido hacer? Con escasa moral, menos armamento, aún menos municiones, poquísima artillería y nada de aviación, con los santanderinos que no sabían, o no querían batirse para defender su tierra. El retirarnos combatiendo hacia Asturias y allí resistir con los asturianos, que ésos sí sabían batirse, me parece una utopía. Incluso de haber conseguido incrustarnos en Asturias y aguantar allí con las pérdidas que fueran hasta la primavera, ¿qué? ¿Es que la República estaría entonces, y precisamente entonces, en condiciones de ayudar y salvar a Asturias? ¿Por qué milagro? No pudo o quiso hacerlo con Euzkadi. ¿Entonces?”.
[1] “Nuestro criterio inicial –escribió Artetxe- de no intervenir en la lucha más que para guardar el orden en la retaguardia, y el empeño de mantener esta postura nos había colocado en la crítica situación de enfrentarnos con la intriga de los comunistas, a la que había que buscar una solución satisfactoria” (Lucio de Artetxe, “Carta a Felipe. El Partido Nacionalista Vasco y la guerra civil” (copia mecanografiada). Esta actitud que, luego, sería criticada muy duramente por autores de izquierda hay que situarla en aquellos días, confusos, en los que el nacionalismo vasco consideraba que aquella guerra no era la suya. Ver por ejemplo, Miguel Amilibia “Los batallones de Euskadi”, Ed. Txertoa, San Sebastián, 1979.
[2] Por ejemplo, no apareció por ejemplo en la bibliografía que José Luis de la Granja (Medio siglo de bibliografía sobre la Guerra Civil en el País Vasco) en la obra colectiva sobre la guerra civil en Carmelo Garitaonaindia y José Luis de la Granja (eds.), Opus cit, pp.427-440, ni, claro, en la Guía de fuentes documentales sobre la Guerra Civil en el País Vasco (Vitoria-Gasteiz/Donostia (2009): Gobierno Vasco/Eusko Ikaskuntza) dirigida por José Luis de La Granja y Santiago de Pablo se evita recoger la amplia bibliografía sobre el tema aparecida hasta 1977. Eso sí, De Pablo tiene tiempo para remarcar la condición de “ex nacionalista” de José de Arteche a pesar de que su obra principal sobre este tema, El abrazo de los muertos, es el diario de guerra de un requeté carlista.
Muy buena segunda parte.
El caso de Astigarrabia es típico. Sin llegar a renunciar a su comunismo, este político vio que no le quedaba más remedio que seguir a Aguirre, que llevaba la línea de masas.
Por esa razón fue sometido a un proceso estaliniano en el que el acusador o uno de los acusadores fue Jesús Larrañaga, el que robó las armas a los batallones nacionalistas.
Este Larrañaga era conocido por lo rápidamente que le daba al gatillo y Manuel de Irujo se enfrentó con el, intentando que dejara de asesinar. Larrañaga es también una referencia heroica para la izquierda revolucionaria vasca, como lo demuestra el libro del ex miembro de la mesa nacional de HB José Antonio Egido alias Takolo:
http://euskalherriasozialista.blogspot.com.es/2010/02/jesus-larranaga-comunista-y-abertzale.html
Cuanto más asesino, más revolucionario y por eso más admirable. Mientras que el PNV era un partido flojo, de curas, que no quería matar ni que se matara.
La Iglesia Católica recomendaba a los vascos que no mataran ( los vascos no matan , que se lo dijesen a los requetés y a los mismos gudaris , ambos bandos se emplearon a fondo unos contra otros ) para mantenerlos sumisos , obedientes y mansurrones bajo la bota española , y el PNV es uno de sus monaguillos preferidos.
No ha habido una institución que haya practicado el asesinato directamente o lo haya instigado más que vuestra amada Iglesia Católica Apostólica y Romana, la anticomunista visceral y declaradamente pronazi y profascista.
Tan sumamente facha era ( lo sigue siendo ) que ni a sus amados hijos , los curas vascos nacionalistas , quiso salvarlos del fusilamiento franquista.
Cometieron un grave error , ser nacionalistas y muy pocos en relación a la cantidad muy superior de curas y jerarquías fachas militando en el catolicismo español y en el vasco.
Cuanto más asesinos de rojos y separatistas , más campeones de la Cruzada Nacional del Catolicismo hispanofascista.
Vuelves a decir chorradas, uzturre, aparte de cosas que no vienen a cuento, ¿el PNV o Santoña que tiene que ver con tu babosada? Tu claro defendiendo al asesino Larrañaga como defiendes a los asesinos de ETA. Te va la vida de machote baturro en esas exhibiciones de virilidad.
¿ Que qué tiene que ver ?, ¿ Quien entre otros les presionaba para que se rindiesen ? , ¿ Quien anduvo en la cocina de la rendición de maestro de ceremonias ?
Lee ésto , te interesa , tal vez aún estés a tiempo de revertir los efectos , aunque lo dudo mucho.
El consumo moderado de alcohol daña el cerebro y se asocia con un incremento del riesgo de sufrir atrofia cerebral. Es lo que se desprende de un estudio publicado por la revista ‘The British Medical Journal’, elaborado por científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
El estudio mide la ingesta de alcohol en unidades y considera cada una de ellas equivalente a 10 ml u 8 gramos de alcohol. Así, el consumo moderado oscila entre 14 y 21 unidades semanales (unas cuatro pintas de cerveza o cinco vasos de vino) y, el elevado, se fija en 30 unidades.
Atontain , tu eres un ejemplo viviente de lo que acontece cuando se empina el codo más de la cuenta.
Gracias por tus recomendaciones pero me parece que a tí te han ido pero que muy mal, uzturre. Hueles a caraja desde aquí.
No deja de ser curioso que Anasagasti se dedique ahora que está jubilado, a volver a sacar los trapos de lo de Santoña.
En realidad Iñaki A. siempre ha sido un jugador de los llamados leñeros en terminología futbolística, dedicado más a dar patadas a los rivales políticos que a otra cosa seria.
Es lo que tiene haber estado viviendo del cuento durante más de 40 años, esto es de el partido, sobrevolando todas las situaciones y cambios de mando en su dirección.
Experto en poner a parir a los Borbones no se cortó un pelo en asistir a la boda de Urdangarín como invitado de honor, pero así es nuestro Iñaki.
Yo le recomendaría un descanso ( no muy merecido la verdad sea dicha, pues nunca ha trabajado ) y se dedique a los paseos y vida sana.
Para resumir lo de Santoña traigo aquí una cita del prestigioso historiador Angel Viñas, en conversación mantenida por internet en el diario el País a preguntas de los lectores.
( Pregunta ) Peio 10/07/2013 06:47:38
Sr. Viñas, ¿qué ocurrió según los datos con el Pacto de Santoña? ¿Fue una traición a la República por el PNV? Saludos
Muchas gracias. Yo, personalmente, lo caracterizo así. Ya Azaña se refirió en un tono que alimenta tal interpretación al describir el enfoque con el que el PNV contemplaba la guerra. Pero no hay que olvidar que en él había varias corrientes y que, ingenuamente, algunos pensaban que podrían hacer fácilmente las paces con Franco.
Viñas por cierto, es asiduo en Gernika a los actos en conmemoración del bombardeo y con fama bien ganada de historiador serio y documentado.
Peret, te parece una novedad que la extrema izquierda patriótica, vasca y española, coincida con los jacobinos y ex franquistas españoles a la hora de evaluar el pacto de Santoña?
Por cierto, Garaikoetxea piensa lo mismo, sobre el tema, que Arnaldo Otegi y Rafa Diaz?
¿Hasta cuando debemos repetir que la sintesis de contrarios se da … «de libro» entre el rodillo español nacionalista rancio de la mano del PP y el rodillo internacionalista-españoL anti vasco representado por el movimiento baturro-podemista?.
Por cierto … lo dedico a los tontos útiles que siguen la senda de los movimientos baturro-podemistas.
Notica de hace escasas horas …
El sin vergüenza de MADURO ha declarado que lo que no va lograr con los votos lo hará con las armas.
Un poco al revés de lo que hicieron los etarra-baturros en nuestra nación pero al final el orden de los factores no altera la CACA.
Maduro hará muy bien si se defiende de la embestida estadounidense a través de sus morrois venezolanos de la ultraderecha para despojar a Venezuela de la soberanía sobre sus reservas de petróleo.
http://www.telesurtv.net/export/sites/telesur/img/multimedia/2015/08/24/infografia-redcriminalultraderecha-520×1040.jpg_519985997.jpg
http://www.globalresearch.ca/why-is-venezuela-in-the-white-houses-crosshairs/5594240
He aquí los motivos de la desestabilización de Venezuela :
Venezuela cuenta hoy con las mayores reservas de petróleo conocidas en el mundo y el cuarto mayor depósito de gas; Que Estados Unidos está importando el 60% de su exuberante consumo de energía (un distante primero de los usuarios globales de energía per cápita), en su mayoría de Oriente Medio, donde está sujeto a un largo y costoso transporte (40-45 días), ya muchos Factores de riesgo, incluido el Golfo de Ormuz, controlado por Irán, donde hoy aproximadamente un tercio de toda la gasolina del mundo debe pasar.
Por el contrario, los envíos de petróleo de Venezuela a través del Caribe a las refinerías en Texas tarda sólo 4-5 días.
El señor Peret poco tiene que decir sobre Santoña y lo que dice sobre Anasagasti no es más que un recitado del manual baturro de toda la vida, que es matar al mensajero con chorradillas inconcretas. Porque es que Anasagasti no ha matado ni ha secuestrado a nadie, como si por ejemplo (esto último) lo ha hecho Arnaldo Otegi.
En cuanto a lo poquito que tiene que decir sobre Santoña Peret se lo deja a un historiador español Angel Viñas que se basa la la opinión en el presidente español Azaña. Parece que la opinión del Lehendakari Agirre no le interesa. Peret, como tu propio mote lo indica, haces honor a tu españolísimo nik. Ese odio al nacionalismo vasco y a los nacionalistas te retratan como lo que eres, un héroe de la españolidad histórica, un baturro ejemplar.
Por eso esta pájaro esta dispuesto a ganar con las armas lo que ha perdido con los votos.
https://www.youtube.com/watch?v=ZO8TR7pTrRQ
uzturre,
tu discurso demagógico del siglo XX, ya no vende, que si los yankis esto que si lo otro que si lo de mas allá y una vez mas los dictadores de clase quereis salir de rosita. Pues lo teneis muy pero que muy difícil.
Estamos en 2017, con un nivel de formación e información a escala particular y universal con nuestra juventud super preparada que no compra las chorradas que sueltas.
El tiempo da la razón a los que luchamos en contra de cualquier forma de engaño, de extorsion, de asesinato, de secuestro, de opression, de rapto, de tortura fisica y psicológica, para lo cual contais con un ejemplar original de primera clase (no hay mas que ver la cara de niño Jesus que tiene) que se llama Arnaldo Otegui. Canalla sin vergüenza, degenerado donde lo hay.
Una de las vergüenzas que nuestra nación debe soportar.
Disculpar mi nik que en anteriores notas, en realidad pretendía escribir diktadurim es.
Y despues de esta catarata de argumentos a lo Inda y Marhuenda ( falta Corea del Norte aviso, por lo de no ser repetitivo ) y no contraargumentar en NADA, lo que demuestra inmadurez y falta de recursos dialécticos y de alguna otra clase, veamos las fuentes del relato.
Angel VIÑAS MARTIN nació en Madrid en 1941. En su casa no solía
hablarse de la guerra. Creció escuchando las emisoras de radios
extranjeras. Los veranos solía pasarlos con familiares en Alicante. A
los 17 años se marchó a París. Al año siguiente se trasladó a
Hamburgo, donde empezó a estudiar Germánicas No pudo, sin
embargo, con el sajón antiguo y optó por pasar a Económicas.
Estudió en Berlín, Glasgow y la Complutense. Se licenció y doctoró
con premio extraordinario. Ayudante de Fuentes Quintana y
Sampedro en la Universidad, por consejo del primero opositó a
técnico comercial del Estado. En ocho meses ingresó con el número
1 de su promoción en 1968.
Al año siguiente, exhausto, se fue al Fondo Monetario Internacional.
No le gustó y pidió el traslado a Bonn. Fuentes Quintana le pidió
que estudiase la financiación nazi de la guerra civil. Desde que en
1970 entró en los archivos del Auswärtiges Amt se enamoró de la
investigación histórica. Continuó a su vuelta a España con la del
“oro de Moscú”. Ambos temas han sido centrales en su obra.
En 1976 empezó una investigación sobre la política comercial y
económica exterior española en base a archivos. Descubrió la
cláusula secreta de la activación de las bases norteamericanas en
España, lo que le obligó a abordar la política de seguridad exterior
de la misma. Desde 1983 trabajó con Fernando Morán como asesor
ejecutivo sobre temas OTAN. Tras el referéndum de 1986 pidió a
Francisco Fernández Ordóñez que le encargara de otra tarea que
definió su futura trayectoria: cómo imbricar los temas
latinoamericanos en la acción exterior de la Comisión Europea.
En 2007 volvió a la Universidad Complutense. Dio clase en las
Facultades de Económicas y de Geografía e Historia hasta su
jubilación en 2011. Continúa en la brecha como investigador de
archivos y mantiene un blog sobre la República, la guerra civil y el
franquismo. Su obra historiográfica es muy amplia.
Más…
Ángel Viñas ha remozado recientemente los estudios sobre la II República durante la Guerra Civil con la trilogía publicada en Crítica y formada por La soledad de la República. El abandono de las democracias y el viraje hacia la Unión Soviética (2006), El escudo de la República. El oro de España, la apuesta soviética y los hechos de mayo de 1937 (2007) y El honor de la República. Entre el acoso fascista, la hostilidad británica y la política de Stalin (2008). Una ambiciosa saga histórica que ya es una obra de referencia sobre el tema; una buena reseña de la serie, recientísima además, de Gabriel Jackson en Revista de libros ilustrará a profanos e interesados en el tema. Pero quedaban flecos pendientes, como no podía ser de otra manera ante un tema de esta envergadura, y Viñas, en colaboración con Fernando Hernández Sánchez, ha tratado de analizarlos en su último libro: El desplome de la República (Crítica, 2009).
No es este un libro más sobre la etapa final de la República y, por ende, de la Guerra Civil española. Decir que rompe mitos es evidente, pero no sólo los rompe, sino que nos interpreta:
«Romper mitos, como en su momento lo hizo el siempre añorado Herbert R. Southworth, es una tarea difícil, aunque por fortuna ya no es tan peligrosa como cuándo él la acometió. Para proseguir su tarea, hemos optado por acudir, en la mayor medida posible, a las fuentes primarias de la época. Nuestra intención ha estribado en restablecer ante todo la génesis de los hechos como paso imprescindible para indagar acerca de lo que hubo, o no hubo, detrás de ellos».
diktadurim tú si que tienes un discurso anticomunista más rayado que los discos del fonógrafo de Caruso.
La juventud está preparada en algunas cosas , en otras está más pez que sus padres y abuelos .
En materia de política es bastante pasota y está pésimamente informada.. Toda la prensa escrita y la radiotelevisiión son nidos de gacetilleros mediocres y babosos al servicio del stablishment capitalista financiero , repetidores compulsivos de propaganda y dogmas neoliberales.
Para rematar está el omnipresente furbo y tras modas idiotizantes que los hacen vigorexicamente estúpidos , etc . . , sin embargo , estoy convencido de que hay un porcentaje de la misma que hace los deberes y no se deja lavar el cerebro tan facilmente.
Noticias de Venezuela
Un grupo de policías ataca con un helicóptero el Supremo de Venezuela y llama a la insurrección contra Maduro
Los policías, liderados por el inspector Óscar Pérez, han lanzado granadas
http://www.huffingtonpost.es/2017/06/28/un-grupo-de-policias-ataca-con-un-helicoptero-el-supremo-de-vene_a_23005669/?utm_hp_ref=es-homepage
Trabajo directo sobre fuentes, insisten ambos autores, huyendo de los apriorismos propios de la historiografía neofranquista (Ricardo de la Cierva y José María Zavala son los autores de esta, por así llamarla, tendencia más criticados en el libro) y de los recuerdos falaces de Casado en sus memorias. Un estudio, pues, minucioso y que se desgrana punto a punto, para llegar a conclusiones que echan por tierra la visión habitual del «gigante» PCE:
«La documentación que aportamos en este libro muestra, […] que en marzo de 1939 el PCEera un gigante varado y a punto de desintegrarse por la acción combinada de fuerzas externas y de una acelerada descomposición interior. Junto con la Repúblicay el proyecto frentepopulista se desplomaba la fuerzapolítica que […] mejor había sabido encarnar al pueblo republicano y su proyecto antioligárquico e interclasista. El golpe de Casado precipitó el proceso, pero las raíces profundas de la debilidad del aparente coloso hay que buscarlas en su propio proceso de evolución durante la guerra. No es algo que haya estudiado la literatura que pretende seguir sentando autoridad» (p. 60).
De este modo, la imagen que Viñas y Hernández Sánchez ofrecen del PCE diverge de lo que habitualmente se ha mostrado:
_______
interesante remarcar esta frase «…huyendo de los apriorismos propios de la historiografía neofranquista (Ricardo de la Cierva y José María Zavala son los autores de esta, por así llamarla, tendencia más criticados en el libro) y de los recuerdos falaces de Casado en sus memorias.»
…que por aquí hace furor.
Por acabar, ni Anasagasti en su libro se basa en esta historiografía neofranquista tan al uso en esta web.En eso Iñaki se cuida muy mucho de entrar.
Lo que no quita que por aquí sus fans lo usen a toda marcha.
¿Qué por aquí hacer furor?
Oye, Peret, amén de ponernos la trayectoria del tal Angel Viñas que basa su opinión en el español Azaña, ¿qué tienes que aportar además de tu palabra y tu jeta torera sobre esa historiografia franquista que la usa quien aquí?
Tu eres el que tienes furor por la historiografía española frente a dos nacionalistas como Anasagasti y KSS que escriben libros sobre el tema.
El PCE como bien dicen los autores era un esqueje del Komintern-III internacional sujeto a los comisarios estalinianos que movían su cotarro. ¿Quién mató al troskista Andreu Ning? ¿Quién reprimió a los anarquistas y a los del POUM en Barcelona? ¿Te suena Orwell? ¿También era franquista?
Como se ponen estos batasunos cuando alguien saca las desgracias del PC español. Se nota que son los de su bando.
Peret, hay muchas más cosas que desmontan las fuentes que nos propones:
“Los autores de El desplome de la República (Ed. Crítica), Ángel Viñas (Madrid, 1941) y Fernando Hernández (Madrid, 1961), presentaron recientemente en el Instituto Cervantes de París su último libro, en el que «hacen limpieza» de mitos sobre la Guerra Civil española. La malignidad del Partido Comunista de España (PCE) y que Juan Negrín fuera un «títere» de Moscú son algunas de las creencias que ambos desmontan en su volumen.” (Salvador Martínez)
“El PCE fue el más republicano de los partidos republicanos, especialmente porque los demás estaban divididos. Los socialistas entraron divididos en la guerra y salieron divididos de ella. A los anarquistas les pasó lo mismo y al PCE lo contrario, fue el único partido que siguió una línea constante y eso produjo réditos.” ( Fernando Hernadez)
Además del ex parlamentario del PP Carlos Olazabal, también les ayudan los del Foro Comunista a hacer limpieza de otros muchos mitos:
“creándose toda una corriente en el seno del Partido Comunista, encabezada por Juan Astigarrabía, que se puso a remolque de los nacionalistas. Y no solamente los comunistas no encabezaron la lucha sino que tampoco alertaron acerca de las vacilaciones y la traición que preparaban los nacionalistas. Astigarrabía fue expulsado del PCE, pero el daño ya estaba hecho.”
“Como anécdota significativa contar también como el Ministerio de Cultura nazi encargó un catálogo de megalitos de Iparralde al cura peneuvista y antropólogo José Miguel Barandiarán. Éste aprovechó la libertad de movimientos para pasar la frontera a un judío, así que la anécdota nos muestra claramente esa delgada línea entre el amor y el odio que mutuamente se profesaban”
Menos mal que además podemos leer libros como “El otro pacto de Santoña”
Mi parecer es que los poderes hegemónicos a nivel mundial ( los que manejan los hilos del imperio ) han diseñado una segunda transición para el Estado Español en la que se cargan a todos los chorizos que colocaron en la primera y se inventan un nuevo bipartidismo Podemos – Ciudadanos.
Podemos es el flautista de Hamelin que arrastra tras si a los ratones cabreados por los recortes neoliberales , el encauzador del cabreo , será reforzado por los restos del PSOE de Sanchez , el cual , nada mas perder el control del partido , fue a los EEUU a pedir instrucciones.
La nueva derecha son los ultraliberales de Ciutadans más los jirones de un PP agónico.
Durante 40 años les han permitido hacer en el cortijo lo que les diese la gana , el desmadre padre , y de repente botan al rey de la noche a la mañana , viene Felipe el efímero y sale la mierda a relucir a borbotones.
Alguien con mucho poder ha planeado el fin de una transición y la está llevando a cabo vía descrédito de la vieja clase política.
De los dos tenores menores de la transición , CIU ha sido destrozada con el escándalo Pujol , ahora es el turno del PNV , metido hasta el corvejón en la inmundicia de la corrupción y con una historia impresentable que , en gran medida , los vascos desconocen , pero que empieza a emerger.
Mi idea es que las viejas marionetas del postfranquismo van a ser sustituídas por otras nuevas para que todo quede igual , gatopardismo en estado puro.
Los abertzales , los partidarios de la creación de un estado vasco sin eufemismos de ningún tipo, van a tener que seguir peleando sin descanso.
Esa es mi opinión , a lo mejor me equivovo y Euskadi se independiza inmediatamente después de Catalunya , sería maravilloso libramos de una vez para siempre de las dos rémoras , la española y la vasca del PNV colaboracionista.
Txipiren, los engañabobos sin escrúpulos (con sus estafas dialécticas), apoyados en ideologías totalitarias, quieren hacernos creer que solo ellos poseen la verdad, se postulan como los dueños absolutos del mundo. Los que no les apoyan se convierten en enemigos del pueblo, son eliminables
Por suerte eso de dividir el mundo en dos, conmigo o contra mi, entre los vascos cada vez tiene menos adeptos, entre nosotros se lleva más la convivencia entre diferentes.
Infradotado , Peret cantó hace un año en el Cocierto por la Libertad para defender el Derecho a decidir de Cataluña ? consideras que es más español que muchos simpatizantes-militantes-pesebreros del Partido…?
Si claro , KFD , por eso estáis alineados con el Imperio yanqui , sois declaradamente atlantistas , visceralmente anticomunistas y habéis hecho de felpudo delator a su máquina desestabilizadora mundial , la siniestra CIA.
Amantes de las viejas tradiciones vascas , entre las que descuella con fulgor propio el RESPETO A LA PALABRA DADA , no dudasteis en quebrarla convirtiéndoos en traidores consumados y luego en colaboracionistas desnacionalizadores declarados.
Menudo pedigrí abertzale , vaya amor y respeto a las sagradas tradiciones.
Entre el imperio yanqui y el imperio soviético la elección para cualquier persona medianamente decente está clara, pero es que tu eres un a-normal, uzturre, que le encantan las dictaduras, los dictadores, los asesinos, etc. El PNV no rompió su palabra dada al pueblo vasco en el juramento del Lehendakari. Eres tu el que aquí defiende a capa y espada la obediencia española, porque es que eso eres.
A ti las sagradas tradiciones del tiro en la nuca y la bomba lapa son las que te gustan.
Txipi (sin ron), requetés, demás franquistas y algunos hijos de estos, que se han pasado a la IA, mantienen la misma versión sobre el pacto de Santoña. Pero para la mayoría de los vascos no es ningún problema, además de contar con documentos fiables, como los utilizados en el libro de Iñaki y Koldo, ha funcionado el sentido común y la transmisión oral.
Por favor cuéntanos lo que dice Garaiko de las conversaciones que mantuvo con Ajuriaguerra sobre el tema.
No me hace falta hablar con Garaiko , me basta la información que aportaba Federico Krutwig sobre vosotros en sus libros , la verdad es que no tenía muy buena opinión de Ajuriaguerra , otro politicastro de mediopelo al que le habéis fabricado un historia ad hoc.
Lo de quitar el ron díselo a Atontain , el alcohol le está haciendo polvo la sesera.
http://www.huffingtonpost.es/2017/06/07/el-consumo-moderado-de-alcohol-tambien-dana-el-cerebro_a_22130077/
Uzturre, deja de pastar en la borriko taberna y de besar a la bandera republicana española y de ponerte el vestido de faralaes para dar unos taconeaos. Más español no se puede ser.
Más español que pactar con el PP del Aznar matamoros émulo del Cid campeador y Roberto Alcázar , no hay nada sobre la faz de la Tierra , Don Atontain.