La Gamazada, y el nacimiento del Nacionalismo Vasco

José Antonio Beloqui, jeltzale. EAJ-PNV Nafarroa.

bizkaitarrak_agurreiten“Nosotros los vascos de hoy en homenaje y recordando a nuestros antepasados, nos hemos reunido aquí para demostrar que queremos conservar nuestra ley. Placa del Monumento a Los Fueros.”

La gran mayoría de los nacionalismos europeos nacieron en el siglo XIX como consecuencia del traspaso del poder absoluto del Rey hasta un Parlamento, tomando como base las tesis de la Revolución Francesa, reforzándolas con conceptos como la cultura, la ley o el idioma, dejando de lado el poder divino en el que hasta ese momento se fundamentaban las monarquías absolutistas. La mayoría de los estados-nación de la actualidad están conformados de esta manera.

La razón por la que los vascos no siguieron esta senda nace de su propia concepción de cómo organizarse como sociedad, totalmente diferente del modelo francés: respetando los derechos individuales con una soberanía de abajo hacia arriba. Por eso cuando se abolieron los Fueros en el siglo XIX surgió un nacionalismo particular entre los diferentes territorios, principalmente el Bizkaitirrismo (nacionalismo vizcaíno) con los hermanos Arana como abanderados, y el Napartarrismo (nacionalismo navarro) con Kanpion y Aranzadi.

La lógica confluencia entre esas corrientes proto-nacionalistas, cuyos rasgos identitarios (lengua, organización socio-política) eran los mismos, pronto sería una realidad, y el detonante fue la popular Gamazada, cuyo 120 aniversario se celebró el pasado mes de mayo. Este movimiento social, que tuvo lugar en Navarra, fue causado por el intento del ministro Gamazo de suprimir nuestra autonomía fiscal, y con ello los últimos restos de nuestros Fueros.

Corría mayo del año 1893 cuando el citado ministro de Hacienda presentó el proyecto de presupuestos generales, en los que en uno de sus artículos se establecía la armonización fiscal de Navarra, igualándola al resto de las provincias españolas. Pronto la noticia corrió como la pólvora, provocando un rechazo unánime en toda la sociedad navarra. El descontento fue tan fuerte que muchos pueblos daban por rota la Ley Paccionada de 1841, proponiendo volver al pacto de 1512, siendo el incidente más grave la sublevación en el Fuerte de Puente la Reina que fracasó al carecer del apoyo necesario.

Dentro de esa espontaneidad se decidió convocar una manifestación para el 4 de Junio bajo el lema “Paz y Fueros”, organizándola el alcalde de Pamplona, don Alberto Larrondo. Todos los periódicos navarros se hicieron eco del llamamiento, y sus páginas se llenaron de encendidos artículos en defensa de la foralidad. La respuesta del pueblo navarro fue espectacular, y se calcula que unos 20.000 ciudadanos se reunieron en Pamplona. Esta protesta fue noticia en todo el estado, recibiendo apoyos desde el “Principado Catalán, América, Galicia, y de las Provincias Vascongadas”, tildadas en la época de “hermanas”.

El siguiente paso fue exponer a la reina regente los motivos del descontento general, así como un libro con 125.000 firmas de navarros que apoyaban la causa(*), cifra ésta inmensa ya que la población de Navarra rondaba las 300.000 personas. Don Javier Los Arcos, líder de la representación Navarra en Cortes, fue el responsable de la entrega del documento. Al mismo tiempo en Pamplona se tomó la decisión de conmemorar la protesta con la construcción de un monumento pagado por suscripción popular, y que hoy en día todavía preside el Paseo Sarasate, recordando la movilización de aquellos días en las placas grabadas en el mismo.

Paralelamente a las protestas en la calle, hubo debates muy duros en el Congreso, como este de Arturo Kanpion con Rosell, del que expongo un pequeño extracto. “¿Cuándo, dónde, cómo adquirieron esa soberanía sobre Navarra que jamás consiguieron legítimamente ni las cortes del año 1834, ni las del año 1820, ni las del año 1812, ni los Reyes de España cuando se llamaban Carlos I, y Felipe II?, Examinad señores diputados, en el fondo de las cosas, y no descubriréis otra razón que la que anima a todos los contrafueros pasados y presentes, la razón de la Fuerza.” y la réplica del señor Rosell, “En el Régimen Constitucional no puede haber ley Paccionada alguna puesto que la soberanía absoluta reside en las Cortes con el Rey.”. Hoy, 120 años después se repiten los mismos debates.

A los 6 meses de la aprobación de la Ley en las Cortes, la Diputación fue llamada a negociar las condiciones de aplicación de la misma. Ésta se negó en redondo a mover un ápice su postura, y a pesar de las numerosas reuniones que tuvieron en su estancia en Madrid con el gobierno, no hubo ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo, quedando la aplicación de la Ley en un punto muerto.

A su regreso, la Diputación se encontró con un recibimiento de héroes, como en Tudela dónde al son del Gernikako Arbola los acogieron con un apasionado homenaje. Pero de todos ellos, el más importante fue el organizado en Castejón dónde más de 15.000 navarros los esperaban entusiastas. En el mitin participaron las delegaciones que habían apoyado a la Diputación, entre ellas las del “Principado Catalán”, y fueristas de las “Provincias Vascongadas”; portando una bandera con lemas forales, creada para la ocasión en el café Iruña de Pamplona por la esposa de Aranzadi, Juana Irujo, y que se ha considerado uno de los primeros símbolos del nacionalismo vasco.

Dadas las dificultades para llegar a un acuerdo la regente María Cristina consultó al general Martínez Campos la posibilidad de mandar al ejército y obligar por la fuerza a cumplir la ley. La respuesta fue la siguiente: “Señora: Si se tratase de otra provincia, podíamos pensar en imponer la ley general, empleando la fuerza si fuere preciso; si se tratase de Navarra aisladamente, aún podíamos ir por ese camino, pero debemos comprender que Navarra tiene a su lado a las tres Vascongadas, y que si se apela a la fuerza contra aquella, harán causa común todos los vascos, y con ellos todos los carlistas de España, que provocarían un levantamiento en aquellas provincias para darte carácter general, y en tal caso se encadenará nuevamente la guerra civil.” Descartada la opción militar, y con el problema añadido del alzamiento cubano, la ley fue desestimada, y el proyecto abandonado.

La lección aprendida durante aquellos días fue que la razón de perder tanto en el pasado era que por separado no se iba a conseguir nada, y por lo tanto la confluencia de los diferentes nacionalismos forales era necesaria para una defensa fuerte y más eficaz frente a futuros intentos recentralizadores. Es entonces cuando desaparecen y nace el nacionalismo vasco, y su herramienta política, EAJ-PNV, cuyo objetivo será la creación de un estado nuevo que defenderá los intereses comunes de todos los vascos, y cuya articulación respetará escrupulosamente el Fuero de cada una de las instituciones ya consolidadas. Plantea entonces la Reintegración Foral Plena para recuperar la soberanía originaria de cada uno de ellos (en términos actuales Bizkaia, Gipuzkoa, Araba, Nafarroa, Lapurdi y Zuberoa tendrían la categoría de estados), y se unirían bajo la propia voluntad de sus ciudadanos en una Confederación. El nombre que Arana se inventa para ese nuevo estado de estados es Euzkadi.

(*) Las firmas del Libro de Honor de los navarros se pueden ver aquí. http://www.euskomedia.org/protestaforal?idi=es

Gai honetako beste sarrerak / Otras entradas relacionadas

10 comentarios en «La Gamazada, y el nacimiento del Nacionalismo Vasco»

  1. Magnífico artículo. Da gusto ver como en aquellos tiempos todavía sin la guerra civil y sin ETA por medio los vascos de los diferentes territorios tenían una hermandad natural entre ellos y los fueros eran el baluarte de la identidad de los vascos. El nacionalismo vasco nace como dice Mikelarena de la «confluencia de los diferentes nacionalismos forales».

    Es una pena que tantos que se dicen abertzales quieran dejar en manos de Yolanda Barcina un patrimonio de la identidad vasca como son los fueros. Sólo desde la tremenda labor de jamada de tarro y de destrucción de la memoria histórica llevada por la izquierda radical puede entenderse ese desatino.

  2. Siento haberte confundido con Mikelarena, Beloqui, pero la verdad que el articulo me ha gustado mucho por qué es un recordatorio de la hermandad orgánica entre los territorios vascos en función de la defensa del fuero. Desde el comienzo de la transición, con el ascenso de las tesis de Del Burgo respecto a la historia Navarra y el jacobinismo revolucionario del MLNV se ha tratado de echar tierra encima de la unión práctica entre los territorios vascos. Por eso está bien que se recuerde y que se recuerde también que la adhesión al fuero era la adhesión de los vascos a su auto imagen de la libertad originaria de los vascos.

  3. JELen agur

    El artículo es excelente, aunque en muchos extremos conocido, no por ello menos admirable. Sobre todo por la lección descrita en la parte última y destacada por Lastur. Y que enlazada con los últimos mensajes acerca de la iniciativa GED de la IR, nos indica que la unión ha de buscarse por el interés y la necesidad del pueblo de recuperar sus libertades pasadas en beneficio de la ciudadanía (no para implantar el terror político de la IR) y además utilizando (y exigiendo) a nuestros representantes institucionales el papel de liderazgo de estas actividades populares, respetando la idiosincrasia de cada territorio en una unión pactada confederal. Es decir, una Euzkadi política, reflejo de la diversidad de la Euskal Herria cultural.

  4. Muy interesante.
    Comprobar el dato de que la Regenta Maria Cristina y el general Martinez Campos eran precursores de lo que luego fué la IA obliga a reescribir toda la historia de Euskal Herria.
    Estaremos atentos a los siguientes capítulos.

  5. Coincido con Aristu. El general Martínez Campos o la regente María Cristina, por su odio a los fueros y por su amor a las intervenciones militares, son evidentes precursores de la izquierda radical.

  6. Txapas eta aristu: hilda dagoena ezin piztu.
    Alare zera: mariacristinaren lehenengo gizona hil zen urteberean, ezkondu homen zan berriro bere bihotzeko sargentu batekin. hori diote diotenak,ain justu ere,orduan sortutakoa homen duk

    «mariacristina me quiere gobernar,y yo,le sigo,le sigo la corriente»
    porque no quiero que diga la gente que mariacristina me quiere gobernar».
    Osea txapas eta aristu,ez duzute Beloquiren artikuloa jarraitu.
    Zuek bota duzute lenengo txorradilla eta nik bigarrena,hobe.hortarako, horria txurian uztea.

  7. La juventud vasca esta uerfana, en las escuelas es cada vez más dificil hablar de nacionalismo vasco y en las casas se habla de todo menos de lo nuestro.
    Los únicos que «hacen escuela» son los de la Izquierda Abertzale. Hay 2 tipos de jovenes, borrokas y pasotas.
    ¿A que estamos esperando? Hay que volver a ideologizar a nuestras bases. La mayoría de nuestros votantes no saben nuestra historia.

    Gora Euzkadi Askatuta!

  8. La sociedad vasca, el Pueblo Vasco, Euskadi, Euskal Herria.
    El pueblo esta totalmente desideologizado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *