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De cómo se dirige el MLNV y a quién obedece ETA

Imanol Lizarralde

ETA_anunciaba_treguaEs interesante observar cómo Francisco Letamendia escribe sobre la lectura histórico-política de los autos del juez Garzón («De patrañas y macrosumarios», Deia) y la cuestión del desdoblamiento del MLNV. El historiador y antiguo diputado de EE y de Herri Batasuna, aprovecha las implicaciones jurídicas de este tema para aportar algunas nociones acerca de la historia y la naturaleza del MLNV. Dice, por ejemplo, que “los autos del juez Garzón son un amasijo aberrante” porque empieza por

“la hipótesis, desarrollada en diversos autos del juez Garzón, del desdoblamiento de ETA en varios frentes, militar, político, cultural y social, los cuales actuaban coordinadamente para conseguir el mismo objetivo político que ETA, cumpliendo sus directrices expresas o tácitas”.

Ante lo que repone:

“La formación de los distintos frentes, por ejemplo, se decidió en la segunda parte de la V Asamblea de 1967, no quedando nada de tal estructura tras el enfrentamiento habido entre los Frentes Obrero y Militar allá por los años 1973-1976”.

Letamendia omite que “la formación de distintos frentes” es fruto de la filosofía de la complementariedad y convergencia de las diversas formas de lucha (la militar, la política, la económica, la cultural…). Y que una serie de organizaciones derivadas de este esquema (como por ejemplo LAIA y EHAS, provenientes respectivamente del frente obrero y cultural creados en la V Asamblea) junto con otras, formarían KAS, la famosa Koordinadora Abertzale Sozialista, donde convergerían los grupos políticos y sindicales del MLNV junto con una organización militar, ETApm, mientras que la otra organización militar, ETAm, ofrecía su apoyo desde el exterior. Hay una adaptación de la filosofía de los “distintos frentes” a la coyuntura política y esta se traduce en la creación de organizaciones políticas, militares y sindicales diversas que convergen en un órgano común de coordinación y dirección. En relación a este tema, aludiendo al concepto del “desdoblamiento” afirma que:

“El desdoblamiento fue una operación, no de la ETA militar conocida por todos y omnipresente en estos sumarios, sino de la ETA político-militar desaparecida en 1985. La decisión del desdoblamiento fue tomada en la Asamblea de septiembre de 1976 de los político-militares. Fruto del desdoblamiento fue la creación del partido EIA, núcleo de la futura Euskadiko Ezkerra, absorbida desde fines de los años 80, como todo el mundo sabe, por el PSE. ETA-pm consideró en efecto el partido cosa suya, y teorizó su carácter en los trabajos de octubre de 1976 del grupo Otsagabia (del que formaba parte Pertur), En torno del poder popular, y Arnasa 1”.

Resulta chocante que un especialista, el mismo Letamendia, que, como dice por voz propia podría escribir “con pleno conocimiento de causa, porque dediqué ocho años a su investigación en una tesis doctoral”, afirme semejante cosa omitiendo una serie de cuestiones esenciales. Y esto es más grave ya que Letamendia estuvo presente e hizo sus aportaciones particulares en las deliberaciones que dieron fruto la citada Asamblea de 1976. Concretamente, en un texto titulado, “Sobre la necesidad de un partido independentista de los  trabajadores vascos” , propuso, en el ámbito político del MLNV, “la necesidad de dos ramas, la marxista-leninista y la socialista no anti-marxista”  unidas en “Alianza Estratégica” y que “la rama marxista-leninista sea un partido”.

Un “partido” que tenía que ser “el partido” en el viejo sentido de dirigente e intelectual orgánico de la revolución, como fue el que se creó, EIA (Partido para la Revolución Vasca). Letamendia omite que ETAm aceptó las conclusiones de la VII Asamblea de ETA (pues de esa manera se definió ese acto, como Asamblea “oficial” de la organización), que apoyó la operación de EIA y que cuando se creó en octubre de 1977 el núcleo de HB, la Mesa de Alsasua, como bien señala Mario Onaindia, todavía se le ofreció a EIA la posibilidad de constituirse en “partido dirigente” de la Unidad Popular. Mediante su apoyo a las conclusiones y la declaración de la Asamblea, ETAm dio su asentimiento a la operación del “desdoblamiento” y a la propia ponencia Otsagabia. Conceptos como el de Pueblo Trabajador Vasco y la idea de la que se deriva de Poder Popular todavía están vigentes en textos actuales de ETA, por ejemplo el último analizado del 2012.

La declaración de la VII Asamblea dice cosas como la siguiente: “(la) Sociedad Socialista (…) no es posible sin la destrucción de la oligarquía como clase y de la violencia institucionalizada que esta ejerce, lo que entraña la necesidad de utilizar la coacción social, política y militar contra dicha clase, necesidad que no desaparece con dicha toma del poder político”. La concepción de la V Asamblea de utilizar todas las formas de lucha en contra de la “oligarquía” se actualiza con la conformación un modelo plural de organización revolucionaria, cuyos tres pilares básicos son la lucha armada, el partido comunista dirigente y el Frente Unido. Esta operación, repito, contó con el apoyo de ETAm. Y cuando Euskadiko Ezkerra cogió otro camino, se realizó ese esquema trinitario por otro camino donde coexistieron y convergieron la organización armada (ETA), el bloque dirigente (KAS) y Frente Unido (Herri Batasuna). ETA, además, tomaría parte en las reuniones de KAS junto con el resto de las organizaciones del mismo (que eran entonces HASI, JARRAI, LAB y ASK), formando parte efectiva del “bloque dirigente”.

¿Por qué omite Letamendia estas cuestiones? Puedo aventurar una razón. Tanto el “desdoblamiento” como la constitución de organizaciones políticas y de masas legales, fue una operación destinada precisamente a que esas organizaciones no sufrieran las consecuencias de la represión ejercida por la actividad armada de ETA. La intención del MLNV era mantener la lucha armada, en complementariedad con una forma de organización múltiple, dentro del sistema democrático, con las ventajas de la legalidad democrática y a resguardo de la represión. Cuando los Berezis, que luego formarían la cúpula dirigente de ETAm, mostraron, “la plena identificación con los principios ideológicos y estratégicos del nuevo partido”, afirmaban también:

A raíz del VII Biltzar Nagusi decidimos potenciar junto a otros sectores de la izquierda abertzale la creación de un instrumento político, un Partido Revolucionario de la clase obrera vasca que fuese capaz de ejercer una dirección política dentro del movimiento revolucionario abertzale en las nuevas condiciones en que se plantea la lucha de masas. Por ello, aprobamos el desdoblamiento de parte de nuestra militancia a la nueva e independiente estructura (…) dejando bien claro la total independencia organizativa de ambas concepciones”.

Los Berezis señalaban la “total independencia organizativa de ambas concepciones”, admitiendo la existencia de “una dirección política dentro del movimiento revolucionario”. Vemos aquí la práctica de una separación orgánica de organizaciones diferentes y una dirección política común. Esta concepción se ha mantenido, de formas diversas, a lo largo de la historia del MLNV. Y uno de los autos del Juez Garzón nos aporta evidencias como que “a partir del año 2003 ETA decidió que la “dirección única” de la Izquierda Abertzale patrocinada y protegida por la organización terrorista fuera ejercida por BATASUNA como “referente principal de la izquierda abertzale en el terreno político”.

ETA “obedece” la dirección política del MLNV y aplica sus conclusiones políticas al frente armado. Y esta obediencia no es coyuntural o puntual, como Letamendia quiere dar a entender cuando dice que “el entorno pacífico”, “ha traído el abandono de las armas de las armas por ETA”. Pues es ese denominado “entorno pacífico” el que rompió las conversaciones de Argel y el que, por razones puramente políticas, rompió las conversaciones de Loyola cuando se había conseguido un acuerdo político y de paz. Los mismos políticos que ayer dejaron continuar la lucha armada son los que provocan hoy su cese. La dirección política común del MLNV es una constante. Otra cosa es, y en eso puedo convenir con Letamendia, que este hecho tenga que suponer responsabilidades legales para aquellos que no participan en la organización de las acciones de ETA. Letamendia no escribe como mero especialista en un tema de historia sino como un militante político implicado en una determinada visión de las cosas: 

“Estos sumarios irrumpen brutalmente en la doble temática del proceso de paz y del “relato”. El centralismo español atribuye el fin de la violencia de ETA a la acción de las Fuerzas de Seguridad del Estado y al empuje moral de las víctimas; para una gran parte de la sociedad vasca es fruto de labor de convencimiento de la izquierda abertzale sobre ETA”.

Parece como que para Letamendia sólo tiene que haber dos visiones de las cosas, la derivada de la “represión” (la perspectiva del Estado) o la de la “revolución” (la perspectiva oficial del MLNV). Sin embargo, como deja bastante claro el análisis de uno de los últimos textos de ETA («La dialéctica de la unilateralidad», Aberriberri), el factor que provoca el cese de la lucha armada no es primariamente la acción de las Fuerzas de Seguridad del Estado (aunque ETA también señala, en ese texto, “la incapacidad de mantener la presión armada”) sino, sobre todo, la falta de apoyo popular, la falta de integración de las “masas” en la acción político-militar del MLNV. La “labor de convencimiento de la izquierda abertzale sobre ETA” (que es la expresión de la dirección política del MLNV sobre ETA), va dirigida a que el MLNV consiga ese apoyo popular mediante el cese de la lucha armada, con la intención de presionar y doblegar a sus enemigos.

Esto es coherente con Letamendia cuando dice que: “Es, pues, el momento de hilvanar en el país una mayoría política y social que exija medidas políticas”. Que el Estado cometa injusticias no significa que los nacionalistas tengamos que movernos en las líneas estratégicas que nos proponen nuestros adversarios. La “mayoría política y social” que propugna Letamendia se dirige en contra del Estado pero se tiene que producir a costa de la derrota del PNV, al que también se le ofrece un hueco (subordinado) en esa mayoría. Son cosas de la dialéctica, por la cual un movimiento es capaz de unirse a un enemigo para combatir a otro mientras combate a su propio aliado coyuntural.

Concluyamos. Dice Letamendia: “desde que hace dos años ETA declaró el fin irreversible de los atentados y hasta el momento de su deseable disolución, es ya una organización distinta a la anterior, aunque su nombre y sus miembros sean los mismos”. No resulta creíble cambiar de la noche a la mañana una organización y sus miembros en función de una decisión tomada por esa misma organización. Esta es deudora y producto de una trayectoria histórica de la que, por cierto, no hace ninguna renuncia, sino todo lo contrario, está orgullosa de la misma. ETA sigue siendo ETA, porque el cese de su actividad armada, al igual que la propia acción armada, son caras del mismo esquema ideológico que pretende pulsar la tensión y la distensión dentro de toda una sociedad. El día en que ETA deje de influir en la sociedad vasca, entonces ETA habrá cambiado, porque su razón de ser, (pasada, presente o futura), también habrá dejado de existir. Pero eso es pedir peras al olmo, porque ETA quiere influir en los acontecimientos, aquí, ahora y en el futuro. De lo contrario, ya se habría disuelto.

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13 comentarios en «De cómo se dirige el MLNV y a quién obedece ETA»

  1. Clarificador artículo.

    Una cosa son las garzonadas. Otra como se mueve la izquierda radical. Pensar que ETA se alimenta del aire o que no hay un contacto entre los políticos y los activistas armados es tomarnos por tontos. Arnaldo Otegi mismo en el juicio que le hicieron reconoce que fueron ellos, los políticos, los que «hicieron virar el trasatlántico». ¿Por qué no lo hicieron antes?

  2. JELen agur

    Gran artículo de Imanol.

    A mí, lo que me preocupa es la claridad de las ideas de los responsables nacionalismo (PNV) respecto a esta estrategia de engaño y manipulación, que no sólo es querido por el MLNV, es que es fundamental para su estrategia destructiva vasca. Con un PNV fuerte, el MLNV será siempre marginal.

  3. Entonces ETA no tiene nada que ver con la IA, ya. Comprendo que para la estrategia informativa de la IA es un marrón tener que asumir que ETA era un instrumento en manos de los dirigentes de la IA. Pero es así. Ya está bien de echar la culpa a ETA de todo lo que hace ETA. ETA es uno más entre otros.

  4. La única prueba de la identidad de ETA con la IA son los textos de ETA donde dice que hará todo todito lo que la IA le mande.

  5. Todavía recuerdo ese discurso blandido por la IA (Otegi, entre otros), respondiendo a quienes emplazaban a ello, de que era pronto para pedir la disolución y el cese de la lucha armada a ETA, porque lo importante era que «toda la IA» caminara junta, y que no se produjeran «rupturas».
    Y todavía hay quien entiende que las ramas civil y militar del MLNV son dos cosas completamente diferentes. ¡Pero si las confesiones de Otegi están ahí!

  6. Veo que en Aberriberri siguen la actualidad con «fidelidad» y les parece más importante el fin de ETA ( que data de hace 2 años) que la crisis-explosión (in)controlada del régimen del estado español y que derivará este verano en una espiral de escándalos de progresión geómétrica.
    A eso se le llama ojo clínico.

  7. Kasparov, leo el artículo y veo que es una especie de replica-comentario a otro de Francisco Letamendia, que habla de ETA y sus intríngulis. ¿nada que decir al respecto? Se ve que para la IA lo mejor es no tocar este tema, y echar balones fuera.

  8. Lizarralde, no entiendo el como Vd. lleva años estudiando las contradicciones de algunos abertzales, y matxakandoles como si fueran el demonio, y no estudie ahora que tenemos la paz, temas tan candentes y que mas crispacion crean a la sociedad vasca, tales como … .Todo ello sin decirnos cuales son sus contradicciones, porque me parece que vd no es Dios.

    Saludos-

  9. Gran aportación, Arrano, no nos dices si estás de acuerdo o en desacuerdo o en que cosa concretamente el señor articulista patina. Y me pregunto ¿tendrá que escribir de los temas que quiere Arrano? ¿Quién es Dios aquí?

  10. ¿De qué paz habla, usted arrano?
    Lo que nos dice Imanol Lizarralde, analizando los propios documentos del MLNV, es que para el MLNV esta no es una situación de «paz», sino de lucha en nuevos términos, lucha en la cual la presencia de ETA es imprescindible.
    Si usted quiere hablar de lo que a usted le parece importante no tiene más que abrir su propio blog.

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