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Los Cuatro Elementos de toda inmaculada concepcón constitucional

Iñigo Lizari

Cuatro han sido los elementos para explicar los patrones en la naturaleza. Los cuatro elementos clásicos griegos, tierra, agua, fuego y aire, datan de los tiempos presocráticos y persistieron a través de la Edad Media hasta el Renacimiento, influenciando profundamente la cultura y el pensamiento europeo.

Cuatro han sido los elementos que han caracterizado y caracterizan a las constituciones de algunos estados que puede presumir de ser fruto de una inmaculado concepción: la libertad, la republica, la democracia y el federalismo. Sucede con estos cuatro elementos que se articulan los unos sobre otros de forma que se prescinde del primero no cabe una operatividad completa del resto.

Por lo dicho, de estos elementos, la libertad es el primero, ya que si la misma no está presente en la formación del cuerpo político, sin este demos libre no habrá en él hombres del todo libres. Así las cosas podemos observar como en el Preámbulo de la que se considera la primera constitución moderna, y la más antiguo de las vigentes en todo el mundo, la constitución de la Commonwealth de Massachussets de 1780, se consagra el siguiente principio:

“El cuerpo político está formado por una asociación voluntaria de las personas: se trata de un pacto social, en la que todo el pueblo pacta con cada ciudadano, y cada uno de los ciudadanos con todo el pueblo, que todos se rigen por ciertas leyes para el bien común.  Es deber de las personas, por lo tanto, en la elaboración de una constitución de gobierno, para proporcionar un equilibrio de modo de hacer leyes, así como para una interpretación imparcial y fiel ejecución de las mismas; que cada hombre puede, en todo momento, encontrar su seguridad en ellos.”

Este principio es el principio que permite el binomio de “hombres libres en patria libre” invocado tantas veces por los infanzones de Obanos. Y sin embargo, qué lejos de este principio queda la constitución de un Estado como el Reino de España, donde para la formación del cuerpo político, la Nación Española, cuya insoluble unidad constituye su fundamento, se recurrió siempre a la fuerza y se forjó la misma de sucesivas conquistas castellanas. Castilla desdibujó lo que fuera el Reino de León, en cuyas Cortes de 1198 se encuentra uno de los primeros antecedentes de la democracia representativa de Europa. Castilla en 1492 conquistó el refinado Reino de Granada, expulsó a los judíos y a los moros que eran tan ibéricos como los castellanos y que durante tantas generaciones habían contribuido a la formación de una civilización urbana como la que no se conocía en occidente. Poco más tarde, Castilla conquistó e invadió con un numeroso y poderoso ejercito curtido en siglos de expansionismo militar el viejo pirenaico Reino de Navarra (1200 y 1512) que tanta admiración suscitaba por su idiosincrasia antigüedad y organización a pesar de su reducida extensión. Desde entonces se consolidó una unidad territorial lograda por la fuerza y esta unidad de distintos reinos tuvo su unidad en una corona, unidad a la que se llamo España, donde solo era admitida una religión y para cuya salvaguarda se estableció la oscura institución de la inquisición.

Esta unidad territorial española tuvo que esperar al año 1812 para alcanzar su primer intento de unidad constitucional formal. Antes en esa España, con la llegada de los Borbones se finiquitó como botín de guerra mediante los Decretos de Nueva planta de 1.707 todo el entramado institucional de la  mediterránea Corona de Aragón  que era un conglomerado de distintos cuerpos políticos y que heredó del Reino de Navarra la concepción pactada de la soberanía. Por último, en 1839 y 1.876 se puso fin a los regimenes forales de esa Vasconia en la que surgió hace más de mil años aquel Reino de Navarra y que  fueron capaces de sobrevivir a su desintegración y de seguir desarrollándose como únicos bastiones de libertades que alcanzaron en Bizkaia su máxima expresión.

En contraposición, en los Estados Unidos de America decidieron disolver los vínculos  que lo unían con el Reino Unido desde una concepción liberal de la autodeterminación que muchos reclamos sin contraposición a la idea culturalista, pero sin supeditarla a ella. Casi al unísono, y en ejercicio del derecho de autodeterminación en su vertiente constructiva, decidieron que los ciudadanos de cada colonia, en función de su idiosincrasia, deberían de dotarse de la constitución que estimarán conveniente, proceso que se inició en 1776 y se desarrollo durante los años sucesivos. Más adelante, esas mismas colonias decidieron federarse libremente para el mutuo beneficio y en 1787 se dotaron de un constitución federal, que desde entonces sigue vigente. Esa nación ha encontrado en los artículos y enmiendas de esta constitución de esta patria libre hecha por hombres libres los recursos para superar sus propias contradicciones internas que marginaban y discriminaban a colectivos como los afroamericanos.

Nosotros los vascos, en nuestra pequeñez de grandeza moral, hemos sido los padres del federalismo de raíz local de concepción republicana y democrática. Creamos la democracia de la anteiglesia. Creamos hermandades de municipios para protegerse de los abusos de los jauntxos o señores feudales que tanto episodios negros escribieron con sus guerras banderizas. Estas hermandades constituyeron a su vez distintas Juntas. Estas juntas más tarde confluyeron entre sí en unas Juntas que se llamaron Generales, y a ellas se sumaron también los representantes de las villas. Esta Juntas Generales crearon sus gobiernos, las Diputaciones Forales, Estas Diputaciones crearon sus conferencias para tratar los asuntos que tenía en común y para 1860 desarrollaron una Junta General Bascongada de carácter subsidiario a las Juntas Generales territoriales. Somos el pueblo del árbol de Gernika, el árbol de la autodisposición, del Derecho que crea derechos para los propios y somos también el pueblo del árbol Malato, que es el árbol de la autolimitación, porque sabe respetar los derechos ajenos porque reconoce el Derecho de los demás.

El segundo elemento es la república. La república es la forma de gobierno que garantiza la igualdad a todos los gobernados. En el Artículo VI de la Constitución de la Commonwealth de Massachussets que fuera redactada por John Adams se consagra el principio de:

“Ningún hombre, ni corporación o asociación de los hombres, tiene otro título para obtener ventajas o privilegios particulares y exclusivos, distintos de los de la comunidad, que lo que surge de la consideración de los servicios prestados al público, y esto obra que se está en la naturaleza ni hereditario, ni transmisible a los hijos o descendientes, o parientes consanguíneos, la idea de un hombre nacido magistrado, legislador o juez, es absurdo y poco natural.”

En el caso español la Jefatura del Estado reside en un monarca que ha heredado el título de Rey pero no el de Jefe de Estado. Lejos de resultar más legítima la sucesión, esta sucesión en la jefatura se da por la designación de un dictador, Francisco Franco, y la sucesión de este Jefe de Estado se dará por herencia en su hijo, el príncipe heredero, por cuestión de sexo. Alguien dirá que esta monarquía parlamentaria sería encasillada hoy como una monarquía republicana dentro de las categorías constitucionales que describe John Adams, y que dicha monarquía tiene más bien un carácter simbólico. Sin embargo, precisamente por lo que implican los símbolos, John Adams nunca lo hubiera aceptado, y cualquier republicano profundo deberá rechazarla siempre.

El tercer elemento es la democracia. Se dice de la democracia que es el Gobierno de la mayoría, donde el Gobierno se somete a la Ley, pero en el caso español la ley también hace la mayoría. No hay democracia real sino formal donde el demos no ha sido formado libremente. No hay democracia en donde el demos no está formado por personas libres e iguales. No hay democracia donde la Ley legitimada por el demos no se cumple porque las instituciones del Gobierno se corrompen. La corrupción es la mayor amenaza que tienen las democracias, y la corrupción no ha sido desinstalada en España.

El cuarto elemento es el federalismo. El federalismo es la forma de articulación de las diferentes instancias gobernativas y legislativas que se inspirado y fundamentado por el principio de subsidiariedad. El  principio de subsidiariedad, en su definición más amplia, dispone que un asunto debe ser resuelto por la autoridad más próxima al objeto del problema que pueda resolverlo eficientemente. Por tanto, la autoridad central asume su función subsidiaria cuando participa en aquellas cuestiones que, por diferentes razones, no puedan resolverse eficientemente en el ámbito inferior  más inmediato.

Esta articulación federal de las distintas instancias es susceptible de poder operar desde el ámbito más local al más global, creando estructuras construidas de abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo como lo hacen los Estados unitarios como España y Francia, aunque en el caso de España el reconocimiento a la autonomía haya servido para la descentralización del estado.

Habrá un día que se tenga que reconocer que este régimen democrático es la consecuencia de la reforma del régimen franquista instaurado ilegítimamente  mediante una rebelión militar y el asesinato de cientos de miles de personas que no comulgaban con las ideas de los golpistas. Habrá que reconocer un día que no se ha producido una restauración de aquel régimen republicano legítimo. Habrá un día que se tenga que reconocer que la monarquía como forma de estado no fue democráticamente elegido porque no hubo elección como Italia, y la  negativa a la aprobación de la constitución hoy vigente no hubiera supuesto menos Monarquía sino más, porque ésta hubiera sido una Monarquía constitucional franquista y no la Monarquía parlamentaria que es hoy. Habrá que admitir que el Estado Compuesto que refleja el escudo del Reino de España, en modo alguno se corresponde con el estado integral mononacional unitario que se deduce de su constitución Habrá un día que se tenga que admitir que el cuerpo político que integra el Reino de España se ha constituido por la fuerza, porque como dijo Canovas, cuando la fuerza es susceptible de crear estado, la fuerza es el Derecho, y habrá que admitir también entonces que ese Derecho Constitucional ha nacido manchado, demasiado manchado.

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6 comentarios en «Los Cuatro Elementos de toda inmaculada concepcón constitucional»

  1. Lizar, gracias por este impagable artículo ahora que nos encontramos a las puertas de que el infame Pachilo manche el cargo de Lehendakari haciendo presencia en el acto de conmemoración de la consti españata.
    Muy bien también Lizari por traernos la genealogía de lo democrático que claro los españatas se piensan que pueden confundir al mundo haciendo ver que lo han inventao ellos y nos traigas la consti de Massachussets que destila sentido común al hablar de personas y comunidades previas a ordenamientos jurídicos mientras que los españatas son especialistas en poner el carro antes de los bueyes.
    Ta claro que el ordenamiento jurídico español nació en un contexto semigolpista en el que es la figura del rey por su relación con el bueno de Franko el que daba tranquilidad al ejército franquista y a esa policía que entonces torturaba a mares.
    Pero los españatas nunca se mirarán a sí mismos mientras tengan la ocasión de poder mirar a algún chivo expiatorio y claro los vascos y los catalanes somos lo que necesitan para seguir pensando que como todos los medios de comunicación españoles lo repiten es que son la órdiga.

  2. LIZARDI, pues ha diferencia de tu apologeta que escribe con el numero uno, PARA NADA, estoy de acuerdo con lo que dices, y te lo demostraré con datos y fechas.

  3. Un apunte desde la globalización. Los chinos…; sí, esos que nos harán un «sortzi» a los occidentales, dentro de muy poco, manejan cinco (5) elementos:tierra, fuego, aire, agua y madera.

    Le felicito a Lizari por su esfuerzo pedagógico. Igualmente y con humildad, aconsejo leer a Kung Tse (Confucio) y sus cuatro libros, más el I-Ching.

    ¡Gora gu ta gutarrak!

  4. LIZARI, siento discrepar, libertas quien tenia libertas en el pais vasco, hasta la cosntitucion de cadiz, si no podía ni votar y encima en una sociedad feudal, vamos hombre.

    BI ERREPUBLIKA, de que, si siempre nos sometimos al rey castellano, o al NAVARRo, entonces que opinas de IÑIGO ARITZA, el primer REY DE NAVARRA, no es tU rey, eres republicano, vamos hombre.

    HIRU DEMOKRAZIA, de que democracia hablas , txbal, de la reVolucion francesa o de la sociedad feudal, confesional, vamos hombre,

    LAU FEDERALISMOA, esto es de traka, pero si siempre hemos andado lutxando contra NAVARRA, si eramos federales respecto a que, entre nosotros o con respecto a castilla, AHI ESTOY DE ACUERDO.

    LIZARi, puedes ser un grangionista de peliculas, te lo digo en serio, eres como un alquimista politico, te gusta la epica, pero yo como buen vasco SOY REALISTA y PRAGMATICO.

  5. Pero Arranotxu pero es que tu cambio de nik te lleva al revisionismo histórico españolazo más falaz y de veras tengo que reprenderte por esa falta de referencias históricas, porque claro Arranotxu es que ya para el siglo XIV la mayor parte de los señores feudales habían sido despojados de su poder político en las instituciones de las regiones vascas y claro había voto por «hogueras», por hogares, que era el voto de los representantes de las anteiglesias. Pero claro tu a tragar la lefa de la historia españolaza.
    República o monarquía son cosas secundarias pues tanto una y otra son españolazas por tanto igualmente despreciables por cualquier vasco dado que claro no nos regalan nada ni nos hacen ningún favor.
    La revolución francesa supueso en Euskadi la expropiación de los comunales, la destrucción de la democracia de las anteiglesias y el que las instituciones estuvieran en París o Madrid. Fue para los vascos una revolución antidemocrática pero claro como tu eres un rebotado del carlismo de tu abuelo no te das cuen que incluso el tenía su aspecto positivo y claro que el incluso era más demócrata que un liberal de Tordesillas.
    Tu como buen españolazo aceptas las trolas históricas de la brunete y sus monaguillos.

  6. JELen agur

    Como dice Merry, impagable articulo. Gracias Iñigo.
    En este articulo condensas las patas del banco de la construccion (regeneracion) democratica de nuestro pueblo, del conocimiento de nuestra tradicion, fente a los modelos impuestos, artificiales, perniciosos jacobinos.
    Muchas gracias.
    Repito lo de siempre, todo esto hay que publicarlo o dr referencias. Son el abc de la formación politica democratica de nuestros chavales en contraposición a la formación revolucionaria jacobina o socialista.

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