El País Transpirenaico (y 2): Informe sobre las provincias vascas

Ion Gaztañaga

Como comentamos en el anterior capítulo, el imperio francés barajaba seriamente crear un país independiente que reuniera a los territorios vascos junto con Aragón y Cataluña y se hicieron los preparativos necesarios para ello. Uno de ellos fue el informe del 26 de Octubre de 1810 guardado en los Archivos Nacionales franceses, analizado por Idoia Estornés Zubizarreta en RIEV y que describe todos los territorios de dicho País Transpirenaico. El informe viene con una introducción del  Conde de Melito: «Sire: Tengo el honor de enviar a Vuestra Majestad el manuscrito sobre la estadísticas de las Provincias de Vizcaya, Guipuzcoa, Alava, Aragón y Cataluña que bien me quiso confiar».

Lo interesante para nosotros es que un observador extrajero nos confirma aquellas palabras que dijera John Adams 22 años antes: los territorios vascos se gobernaban a sí mismos, como si de repúblicas independientes bajo protección del soberano se trataran. Y la reflexión final que también pertenece al informe francés, también nos dará pistas sobre por qué pudieron los vascos conservar sus instituciones tantos años frente a la monarquía que había sido uno de los mayores imperios conquistadores de la historia. He aquí lo que dice el informe sobre los territorios vascos:

(Comienzo del informe…)

Señorío de Vizcaya

(…) Su población es de 111.436 personas: (…) Su riqueza territorial es de 45.101.483 reales de vellón. Su riqueza industrial es de 21.758.000, (el) comercio está muy dificultado para lo interior de España: las Aduanas colocadas mas acá del Señorío tratan sus producciones como las del extranjero, bien que en cambio comercian con este con mayor libertad.

No pagaba contribuciones al Estado, sólo hacía algunos donativos cuando el gobierno los exigía: se gobernaba en lo interior según sus leyes con una grande independencia, y más bien parecía una Republica bajo la protección del Soberano, que no una Provincia de España. Reinaba en el Señorío la limpieza y la comodidad, fruto de la mucha laboriosidad de sus habitantes y de su constitución económica; el Suelo aunque ingrato estaba bien cultivado. La Ciudad de Bilbao, que es su Capital tenía una policía digna de elogio.

(…) daba bastantes marineros a la Escuadra y al Comercio, pero no tenían milicias, ni sufrían quintas, (…) esto causaba que apenas había Vizcaínos en el servicio de tierra. Cuando el Gobierno les pedía un cierto número de hombres, el Señorío los reclutaba a su costa; cuidaban de sus gastos locales de policía con mucho esmero, y sus caminos eran los mejores de la monarquía. (…)

Gipuzkoa

(…) Su población es de 104.491 personas (…). Su riqueza territorial es de 25.399.186 reales: su riqueza industrial es de 6.298.912. (…) En Vergara hay un Colegio (…) y se daba en él una educación escogida bajo la inspección de una Sociedad de Ciudadanos celosos que cuidaban (…) de fomentar todo lo que podía contribuir al bien del país (…).

Todo lo que se ha dicho del Señorío de Vizcaya respecto a las contribuciones, Milicia, Agricultura, Policía, Gobierno y Comercio es común á esta Provincia; solo tiene la ventaja de poseer el Puerto de San Sebastian que es uno de los habilitados para América

(…) El Puerto de Pasajes entre San Sebastián y Fuenterrabia es una Ría que admitia Navíos de Guerra hasta bastante distancia dentro de tierra (…) La sociedad del país se ha esmerado en difundir principios de química, y ha obtenido resultados que la han hecho honor. (…)

Provincia de Álava

(…) Su población es de 67.523 personas (…). Su riqueza territorial es de 54.121.190 reales de vellón, deben sobrarles 44.978 fanegas de granos. Su riqueza industrial no es de consideración; (…)  Sus caminos están en buen estado y su policía y gobierno es semejante al de las dos anteriores. (…)

Provincia de Navarra

(…) Su población es de 221.728 personas (…). Su riqueza territorial es de 140.742.237 reales. Su riqueza industrial es de 13.405.629; (…) Se extrae la mitad de la cosecha de vino para Francia con lo que consiguen mas de 7 millones de reales. (…) Con estas producciones y sin pagar contribuciones debían estar en la abundancia; a esto ayudaba un sistema de policía y administración excelente. Sus caminos estaban en buen estado.

(…) Los montes subministraban leña inagotable (…) Sus montes proveían madera para la Marina Real, principalmente para remos, que se trabajaban en el monte, y se bajaban por las aguas. De su gobierno puede decirse lo mismo que del de las Provincias anteriores.

Reflexiones

Estos países conservaban sus privilegios desde la época de su reunión, y quedaron como unas pequeñas repúblicas bajo la protección del Soberano. (…)Estas que mantenían constantemente en el pleno de su autoridad a sus representantes, tenían en ellos un antemural contra los despotismos del gobierno.

El desorden de estos de dos Siglos a esta parte, hacía que estas Provincias lo mirasen (al Soberano) siempre como un enemigo, contra el cual debían estar en guardia: su debilidad les permitía hablarle con entereza en algunas ocasiones, y sus vicios les sugería medio de intrigas en otras; así siempre vencían, ó amedrentando a la Corte con el temor de una revolución, o ganándose a los favoritos y a los agentes del gobierno.

Este sistema seguido constante y sabiamente por un corto numero de patriotas bien intencionados contra un gobierno sin opinión fija, les ha servido para libertarse de muchas vejaciones que la arbitrariedad ha hecho sufrir a las demás Provincias: eran tantas las dificultades y dilaciones para que hiciesen donativos, era tan difícil el que contribuyesen con hombres que siempre estaban menos cargados que los demás.

Las Aduanas diferentemente colocadas que en el resto de la Nación les ocasionaba perjuicio, pero nunca han sufrido el que se interiorizasen temiendo que insensiblemente admitiendo variaciones, los redujesen al estado de miseria en que veían á los Lugares limítrofes de Castilla. Todas las demás Provincias del Reino sufrían esta desigualdad porque nadie representaba sus derechos. (…).

(…Fin del informe)

Además de confirmar mediante el punto de vista de un extrajero neutral la amplia independencia con la que se gobernaban los territorios vascos, es especialmente interesante leer cómo los vascos habían conservado sus instituciones:

• Cuando lo creían conveniente hablaban claro contra los desmanes del monarca absolutista.
• Al ser pocos y débiles frente a un imperio, aprovechaban los vicios del monarca o se metían en el bolsillo a sus personas de confianza para que hicieran fuerza a favor de su causa.
• A esto contribuiría que numerosos vascos sirvieran a la monarquía en altos cargos: a la vez que ejercitaban su cargo con gran efectividad, cuidaban siempre de aconsejar e influenciar en la monarquía para que los vascos conservaran siempre sus instituciones.
• Si la situación lo aconsejara, amenazaban con la revolución, de modo que el consejero real connivente aconsejara al monarca de la conveniencia de no promulgar leyes que fueran contra las instituciones vascas.

Por eso las instituciones vascas siempren dieron importancia a formar y colocar a las más brillantes personas del país en puestos clave. Puestos desde donde podían influir a favor del País y de sus instituciones. Siempre contaban con un reducido pero efectivo número de «patriotas» en puestos clave de la administración española, y si hiciera falta, disponían de riqueza para incluso comprar a los mejores hombres de derecho y letra para defenderse en todas las causas.

La historia de los vascos nos enseña pues que la formación de los mejores profesionales, en las mejores universidades y empresas del mundo, colocados en los más altos puestos de responsabilidad se antoja clave si queremos dar a conocer, conservar y mejorar nuestras cultura e instituciones vascas. Y esta es, creo yo, una nueva lección que podemos aprender de nuestra historia.

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Nota: para una información completa del informe napoleónico, recomiendo consultar: «Descripción del País Vasco, Aragón y Cataluña a la luz de un designio napoleónico: el «País transpirenaico» en 1810″ de Idoia Estornés Zubizarreta, publicado en RIEV.