Imanol Lizarralde
Las postreras declaraciones del Lehendakari Carlos Garaikoetxea al diario El Correo traen a la palestra multitud de temas de importancia para los nacionalistas. En este sentido, merece un aplauso su intervención pública, ya que da pie al intercambio de opiniones en un momento en el que Eusko Alkartasuna necesita de la reflexión política más que nunca. Porque son graves las circunstancias que atraviesa el nacionalismo y si el PNV se encuentra en un momento de crisis, EA se ve en la tesitura de bregar por su propia existencia como proyecto. ¿Qué dices, pues, Carlos Garaikoetxea, sobre esta situación?
Preguntado acerca de la posibilidad de «un fin de ciclo» de la «hegemonía nacionalista», Carlos Garaikotxea responde: «No es metafísicamente imposible, pero no veo por qué aquí tiene que haberlo y en Andalucía o Extremadura, por ejemplo, no se acuerdan de reclamarlo, con mucha mayor justificación por los escándalos y corrupciones». Aquí el político nacionalista confunde, de forma seguramente deliberada, el fondo de la pregunta, y desvía su respuesta. Por que la comparación con Extremadura o Andalucía no nos aclara nada de si Garaikoetxea ve posible el fin de la hegemonía nacionalista, que es la pregunta. Garaikoetxea no quiere dar respuesta a algo que está en la mente y la inquietud de tantos nacionalistas. Simplemente cambia de tema.
Carlos Garaikoetxea, que no menciona en ningún momento las diferencias de opinión dentro de su partido, no deja de señalar las que reinan en el PNV, planteando que las críticas de Azkuna y de Jose Luis Bilbao al tema de cómo ha llevado Ibarretxe la consulta «significa dar bazas inconmensurables a los contrarios». Yo me pregunto si no será dar bazas a los contrarios haber iniciado un proceso de tipificación de una consulta a través de la legalidad española que se ha encontrado con un muro y cuya tramitación para el recurso de los tribunales europeos es problemático, mostrando un erratismo y una falta de previsión que sí han sido perjudiciales.
La opinión de Garaikoetxea acerca de la transferencia de I+D no deja de ser tampoco negativa, con la vista puesta otra vez en el michelinazgo del PNV: «Pero lo cierto es que nuevamente el contenido potencial del Estatuto se ha degradado». Más allá de que esto todavía está por verse, causa preocupación la falta de espíritu constructivo del Lehendakari a la hora de valorar el único acuerdo en estos diez años que va a significar un beneficio para Euskadi.
Y es que el Lehendakari da la impresión de encontrarse encastillado en la reafirmación del incumplimiento de unos principios estatutarios y democráticos, y no muestra en ningún momento la visión de un estadista que tiene que lograr algo para su pueblo. Y repite su canción: «Ha prevalecido un ‘arreglajo’ que degrada una competencia a cambio de dinero». Aunque sabemos que no es por las mismas razones, Garaikoetxea no se da cuenta que es ésta la crítica que le hacía el MLNV a él cuando consiguió el Estatuto de Gernika: que había conseguido un «arreglajo», que degradaba la reivindicación nacional vasca a cambio de «dinero y poltronas».
Un arreglajo que le permitió ser Lehendakari, formar un gobierno formidable y salvar Euskadi en una situación de extrema violencia y debacle económica. Un arreglajo que permite que EA tenga puestos de responsabilidad en el Gobierno Vasco. Es una pena que sus propios traumas personales y celotipias diversas le lleven a hacer el coro con aquellos que sólo traen a Euskadi el mensaje de la desgracia.
A pesar de que el Lehendakari afirme que él es un humilde jubilado a nadie se le escapa que la decisión tomada en el congreso de EA de Bilbao de no ir en coalición es en gran parte su responsabilidad. Desde esta perspectiva, preguntado por la posibilidad de una coalición, responde: «Le digo con toda franqueza, y perdón por la inmodestia: yo renuncié a ser lehendakari otra vez en el 87 porque a mí no me interesa la política para estar en ella por estar. Hay que estar para algo que responda a unos ideales, y desde luego, si es para rebajar el pistón reivindicativo, no le veo la gracia. Para decirlo más claro, si prevalece en nuestros eventuales socios, a los que aprecio y respeto mucho, una de esas líneas que han dado en llamarse ‘michelines’ no sería consecuente con la razón de ser de la coalición».
Resulta asombrosa la rigidez doctrinaria que muestra el Lehendakari en hacer valer unos principios por encima, primero, de conseguir una serie de competencias para Euskadi, y, segundo, de que los nacionalistas vuelvan a hacerse con la presidencia del Gobierno Vasco. Más allá de que exista o no un gobierno nacionalista o que se pueda dar actualmente esa posibilidad, en la que la coalición EA-PNV es una condición necesaria pero no suficiente, Garaikoetxea estaría dispuesto a que no haya coalición si prevalecen los «michelines» del PNV.
Es auténticamente lamentable que en un momento como el actual de crisis del nacionalismo la actitud de Garaikoetxea pueda jugar a beneficio de las posibilidades de Patxi López para auparse como Lehendakari. ¿No es precisamente esa actitud jugar a la división del nacionalismo, eso que el Lehendakari acusa a los demás de «dar bazas inconmensurables a los contrarios»?
E insiste en la idea: «Es preferible tener algún diputado menos pero ser fiel a una línea que tener por objetivo mantener o mejorar una presencia en una institución determinada». La expresión de «tener algún diputado menos» (referida a EA) es un eufemismo de la bajada de representación que ya prevé el Lehendakari en el caso de que EA vaya en solitario. ¿Y no se da cuenta el Lehendakari que en una circunstancia de refrendo entre Ibarretxe o Patxi López una EA en solitario no haría más que cumplir la función de la división dentro del electorado nacionalista? ¿Y que tal división iba a jugar, además, en contra de la representación de EA, en términos de voto decisivo para conseguir un Gobierno Vasco abertzale?
Es lamentable que la imagen que da el Lehendakari en esta entrevista sea la de una persona instalada en el reivindicacionismo testimonial, sin la menor perspectiva de conseguir plantear siquiera un horizonte de acuerdo o de arreglo ya no con el PSOE sino con los hermanos del PNV. ¿Con quién va a pactar entonces EA? ¿Es que aspira a ser socio del MLNV, del PP o pretende obtener mayoría absoluta? ¿Su visión se limita a dar bazas «inconmensurables» a los contrarios mientras repite «nosotros tenemos la razón» en su reivindicacionismo testimonial?
Garaikoetxea omite además dar respuesta a la inquietud del nacionalista de a pie frente al peligro de perder las instituciones y la inquietud del votante y del militante de EA por la supervivencia de su partido en los próximos años. Es una pena que en el espíritu destructivo de sus declaraciones se vaya pareciendo cada vez más a su viejo enemigo Xabier Arzalluz, cumpliendo el mismo papel negativo.
«Yo -TAMBIÉN- me pregunto si no será dar bazas a los contrarios haber iniciado un proceso de tipificación de una consulta a través de la legalidad española que se ha encontrado con un muro y cuya tramitación para el recurso de los tribunales europeos es problemático». Pero hacerse esas preguntas es ser «michelín», lo cual es triste. Mostrarse disconforme con el resultado final del actual proceso de consulta es ser «michelín», aunque durante el proceso hayamos defendido la consulta, ¿cómo no defender un ejercicio de democracia como ése?
Pero los jueces españoles no son los canadienses, y eso lo sabíamos, tienen otra ideología de base, la de la soberania del pueblo español y no la de la democracia de un people. El resultado era esperable aunque un pequeño hilo de esperanza nos nublara la vista.
Aunque «michelines» somos abertzales, y queremos aparcar ese espiritu destructivo al que son tan aficionados los dos viejos gallos del lugar, porque necesitamos reunir apoyos (y votos) para ganar, para hacer el País que queremos hacer, para ser siempre fuertes y aprovechar las coyunturas, las españolas y las internacionales. Si fuesemos tan fuertes como para presentarnos un par de elecciones con mayoría absoluta, en diputaciones y gobierno, el estado tendría que negociar en serio, y la proxima ley de consulta no tendría que pasar «a través de la legalidad española». Pero para tener un cuerpo musculado hay que ir mucho al gym (y fortalecer no solo biceps, también piernas y espalda), hacer muchos sacrificios y renunciar a muchas cosas que pide el cuerpo.
Muuuy buenas tus reflexiones Imanol. Es evidente por sus declaraciones que a Garaikoetxea le interesa más seguir tirando piedras contra el PNV que arrimar el hombro frente a la ofensiva españolista a la lehendakaritza. Seguro que tiene en mente ofrecerse a Fancisco López para conformar un gobierno vasco «progresista» aunque con lehendakari español, como han hecho en Muskiz…Desde mi modesta opinión con semejantes compañeros es peferible no hacer ningún viaje. Qué demuestren por sí mismos qué espaldo tiene «su» proyecto. Es preferible perder algunos votos ahora (no creo que muchos) que seguir alimentando su deslealtad permanentemente.
Estimado Edu:
Como concejal de EA del Ayuntamiento de Astigarraga, y compartiendo tareas de equipo de gobierno con el PNV, no puedo menos que disentir de tu opinión acerca de la política de alianzas que planteas.
El PNV y EA sufren en su interior la misma división interna por prácticamente las mismas razones. Kepa Igea subraya ese factor, ya que los citados «michelines» no son patrimonio del PNV, también existen en EA. La crítica de Garaikoetxea va dirigida tanto al PNV de Urkullu como a la EA de Iñaki Galdos.
Pienso que la reacción natural de nuestros votantes y afiliados de a pie de abogar por la coalición nacionalista es la opción que debemos tomar de cara a las próximas elecciones, a pesar de las lamentables declaraciones de Garaikoetxea y de otras reacciones procedentes de la cúpula de EA.
En cuanto a la «deslealtad» de EA, pienso, Edu, que dentro del PNV mismo hay muestras de sobra de deslealtad, que han dejado al PNV en una posición errónea. Vivimos encima de un problema que es, en parte, de como sobrellevar la discrepancia y, en parte, de como hacer decantar al nacionalismo a una política centrada.
Eusko Alkartasuna cuenta con gente muy válida, con una afiliación en Gipuzkoa no contaminada por el personalismo ni el resentimiento contra el PNV y pienso que hay que tener en cuenta esta realidad, además de las meras matemáticas. Porque si el nacionalismo no es la primera opción de Gipuzkoa (y la única forma de que ocurra eso es que vaya en coalición) no se obtendrá la mayoría suficiente para repetir en la jefatura del Gobierno Vasco.
Tu reflexión sobre que «es preferible perder algunos votos ahora» es parecida a la de Garaikoetxea cuando dice “Es preferible tener algún diputado menos». Que la actitud de Garaikoetxea no te ciegue y no te lleve a secundarla desde la otra orilla del abertzalismo.
Un cordial saludo.
Amigo Imanol:
Por supuesto que en el PNV ha habido deslealtades internas. Mucho hemos hablado de ello. Eso no resta importancia a las permanentes deslealtades de buena parte de los dirigentes nacionales de EA para con los aliados de EAJ. Son dos ámbitos muy diferentes y ahora hablábamos del de la coalición.
También estoy de acuerdo en que EA cuenta con gente muy válida. Gente que debiera pensarse de una vez cuál es el sentido de un proyecto que resta fuerza a los abertzales en el conjunto del país. Un proyecto que nació con unos objetivos que claramente no ha cumplido. Un proyecto que pierde fuerza elección tras elección. Y lo que es peor, resta fuerza al conjunto del nacionalismo democrático. Y dar un paso adelante.
Creo que otra gente de EA tiene muy claro desde el inicio que su adversario es siempre el PNV. No ocultan su táctica: aprovecharse del tirón de una coalición para llamar al deseo de unidad de los abertzales cada cuatro años, asegurarse un altavoz institucional, para a partir del día siguiente a las elecciones, tratar de desacreditar al PNV y ocupar su lugar como referente del nacionalismo vasco de «pedigrí».
Entiendo que veas las cosas desde el otro lado y por supuesto, lo respeto, pero como afiliado a EAJ el chantaje permanente al que nos somete EA con el asunto de «me coaligo, no me coaligo» cada vez que llega una cita electoral ya me ha hartado. Y pienso que, para librarnos de él, debemos ofrecerles a los votantes una disyuntiva clara: frente a la ofensiva españolista sólo hay un voto útil. Y que cada palo aguante su vela y cada abertzale su conciencia.
Por lo demás y en lo personal, aprovecho para mandarte un abrazo,
Amigo Edu:
Las reacciones no suelen ser buenas consejeras a la hora de plantear decisiones políticas. Estoy de acuerdo con lo que dices de la actitud de la cúpula de EA respecto a la coalición. Pero es un hecho indudable que es la coalición la que ha marcado una esperanza al conjunto del votante nacionalista y fue la coalición la que hizo emerger la victoria del 2001.
La coalición es una condición necesaria, aunque no suficiente. Pero es necesaria, porque sin la coalición la victoria nacionalista es muy dificultosa.
Piensa que EA y PNV actualmente gobiernan juntos en la mayoría de las instituciones, empezando por los ayuntamientos. Ese es el camino natural que marcan la política y el electorado.
Finalmente: mi artículo va más allá de que haya coalición o no. Quería sobre todo mostrar la actitud de Garaikoetxea de reflexionar en función de unos principios, democráticos y nacionalistas, que actualmente no se cumplen. Ese no estar en el ahora político es un mal común de muchos nacionalistas. Pienso además (y por eso montamos Aberriberri gentes del PNV y de EA) que es necesario que ahondemos en la reflexión y en el debate haciendo abstracción de las barreras de los partidos nacionalistas y tomando al nacionalismo como un conjunto amplio.
De esta manera haremos honor al hecho de que más allá de los 70 y de los 80, en el año 2001, toda una generación de nuevos votantes se unieron por primera vez al nacionalismo, en la hora en que había que salvarlo y salvar a Euskadi de una gran ofensiva.
Un abrazo también de mi parte
Garaikoetxea es un político que se dedica a justificar su propio fracaso. Como dice él en la entrevista es un «humilde jubilado» pero, y eso lo digo yo, le persiguen los fastamas que él mismo ha generado.
Afortunadamente su predicamento dentro del nacionalismo tiene cada vez menos relevancia. Parece que Dios nos ha castigado a los partidos nacionalistas a llevar nuestra particular cruz, un aitite tocapelotas para cada uno (PNV-EA).
Supongo que somos muchos los que creemos que PNV y EA deberían fusionarse, y ahora y como paso previo, formar una coalición estable para concurrir a todas las elecciones, de todo tipo en todas partes que vengan en el futuro, hasta que esa coalición se transforme en fusión.
Somos muchos los que creemos eso, pero no somos mayoría. Al menos no son mayoría en EA, donde su Congreso decidió por más del 60% dar carpetazo a esa posibilidad.
Y esa decisión soberana de EA tenemos que aceptarla todos, nosotros y ellos. Naturalmente ellos tendrán que aceptar las consecuencias de su decisión.
Si pasadas las elecciones hay unos resultados con un número de escaños que aunque menor que los que se hubieran obtenido en coalición, permiten sin embargo llegar a Ajuria Enea, se podrá repetir un Gobierno de coalición.
Pero si no es así (Y hay bastantes probabilidades de que no sea así) EAJ tendrá que buscarse la vida y llegar a pactos con otras fuerzas, seguramente el PSE, reeditando un pacto como en los tiempos de Ardanza-Jauregui.
Naturalmente en ese escenario, EA se quedaría fuera. Y eso es lo que tienen que asumir desde ya.
Personalmente las bases creo que lo tienen asumido con honradez. No estoy nada seguro en cambio que Azkarraga, Larrañaga, Campos y sus equipos lo tengan asumido también.
Un pacto PNV – PSE en el Gobierno Vasco, podría tener repercusiones en las alianzas para gobernar las Diputaciones de Araba y Gipuzkoa, en las que podría ocurrir que el PNV cambiara de socio por exigencia del PSE, que desplazaría a EA.
Con lo cual EA podría perder su parcela de poder actual en Lakua y DFAs con las repercusiones en las empresas y organismos públicos actualmente bajo control de EA, parcela que con todos los respetos y sin perdonar la vida a nadie, es muy superior a lo que la simple aritmética les asignaría en función a los escaños obtenidos.
No dudo de la honestidad de las bases de EA que así lo tienen asumido y así lo decidieron en su Asamblea. Pero sé de unos cuantos cargos públicos de EA que se van a cagar en lo más barrido, si eso ocurre.
Perdonadme que acabe con una maldad: No sería de extrañar que asistiéramos a un fenómeno de «maduración política» por el que algunos prebostres de EA decidieran migrar a la «Casa del Padre» y que las sufridas bases de EA quedaran huérfanas e indignadas, y exclamaran como en el Cantar del Mío Cid, aquello de «Qué buen vasallo si oviese buen Senyor»
Supongo que el tiempo nos acabará poniendo a todos en nuestro sitio.
(Y a algunos en la puta calle)
Figaro:
Creo que haces un análisis simplista de las relaciones entre EA y EAJ. Con esa misma lógica que utilizas, EA pudo aliarse con PSOE en Gipuzkoa y dejar al borde de la calle a todos aquellos afiliados al PNV que hoy mismo están -supongo- al servicio de los guipuzcoanos en instituciones y sociedades públicas.
A veces, me da la impresión que no hay reflexión estratégica sobre la sinergia EAJ-EA en todos vosotros. Me da la impresión que es simplemente un juego de descalificación, de patriota mayor paternalista, de celador de la casa del padre, la que se utiliza cuando se habla expresando un tono partidario de la coalición (?).
Pero, el lenguaje también ha de ser leal con olo que se pretende. Y, con tu lenguaje Figaro no es creíble que creas en la coalición. Más bién, eres de los que te la tragas…
Y, digo que EA tiene muchas cosas no mlas, sino pésimas. Pero, en otras, EAJ no tiene comparación. O cambiaré de opinión cuando un militante tan conocido en EAJ como lo es Imanol Lizarralde en EA -o cualquiera de sus amigos- sea capaz de escribir en clave crítica de EAJ como éste lo hace de EA. Públicamente. Eso, hoy en EA es posible. Lo es en EAJ?
Good point Mr. Eakide. Komo ejemplo tienes el kaso dl militant dl PNV d Usurbil k seg1 el al ser el uniko k voto x imaz le expulsaron. Y esta es la noticia d HOY d El Pais k no tiene dsperdicio:
http://www.elpais.com/articulo/pais/vasco/Audiencia/reprende/PNV/Egibar/expulsar/motivos/afiliado/elpepuespvas/20081022elpvas_6/Tes
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La Audiencia reprende al PNV de Egibar por expulsar «sin motivos» a un afiliado
Considera vulnerado el derecho de asociación de un ex edil de Usurbil
MIKEL ORMAZABAL – San Sebastián – 22/10/2008
La Audiencia Provincial de Guipúzcoa acaba de censurar la actuación de la asamblea municipal del PNV de Usurbil, afín al presidente de la ejecutiva provincial, Joseba Egibar, por expulsar a uno de sus afiliados sin comunicarle los motivos, sin mediar ningún expediente sancionador, ni darle ninguna opción a defenderse. El demandante, Pedro Ibarra Iráculis, ex edil de la localidad, acudió en octubre del año pasado a los tribunales ordinarios al considerar que la junta local le echó del partido por alinearse abiertamente con el ex presidente peneuvista Josu Jon Imaz cuando éste le disputó la dirección del PNV a Egibar.
La ejecutiva le readmitió un mes después de publicar EL PAÍS el caso
Los magistrados de la Sección Tercera han declarado ahora que la asamblea de Usurbil vulneró el derecho fundamental y constitucional de asociación. La sentencia no se pronuncia sobre la readmisión de Ibarra, dado que la ejecutiva guipuzcoana del partido y la junta municipal ya habían admitido en noviembre pasado su condición de «afiliado a todos los efectos».
Ibarra recibió a finales de julio de 2007 una carta certificada de la junta municipal del PNV de Usurbil en la que se le comunicaba que había sido dado de baja como afiliado del partido. Tres meses después, presentó una demanda civil acogiéndose al derecho elemental de asociación y alegó que fue expulsado «sin motivo alguno», «sin la incoación del expediente disciplinario correspondiente» y por un órgano «incompetente» para asumir «funciones propias de los tribunales» internos.
Al mes siguiente de admitirse la denuncia y ser publicado el caso en EL PAÍS, la ejecutiva provincial le envió una carta comunicándole «la nulidad y la falta de validez de la expulsión». «De manera formal, a todos los efectos, continúas siendo afiliado», decía el escrito, refrendado pocos días después por otro similar de la junta local.
En una sentencia dictada en marzo pasado, el Juzgado de Primera Instancia número 4 desestimó la demanda por «carencia sobrevenida del objeto litigioso». El recurso de apelación interpuesto por Ibarra ante la Audiencia le da ahora la razón al aceptar todos los motivos de la denuncia inicial.
Los magistrados sostienen que el PNV de Usurbil dictó la orden de expulsión «sin la existencia de un expediente contradictorio previo», lo que imposibilitó al afiliado «formular alegaciones» en su defensa, «vulnerando con ello los estatutos nacionales del partido y la ley de Partidos Políticos».
La Sala hace, además, unas «observaciones de carácter procesal» a la juez de Primera Instancia porque su resolución «tenía que haber adoptado forma de auto, no de sentencia».
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«Espero que el partido también haga justicia»
Pedro Ibarra, abogado de profesión, es un afiliado más del PNV en Usurbil, aunque su relación con la junta municipal es ahora inexistente. Fue considerado un «disidente» desde el momento en que se decantó por «las ideas políticas y nacionalistas de Imaz, Román Sudupe, Iñaki Azkuna o José Luis Bilbao». El sector soberanista que lidera Egibar en Guipúzcoa, mayoritario en la asamblea de su localidad, le dio la espalda y acabó echándole del partido por «incómodo», reconoce el propio afectado, militante desde 1998. A finales de 2003, de los 19 afiliados peneuvistas en el citado municipio, sólo él apoyó a Imaz para suceder a Xabier Arzalluz en la presidencia del partido. El resto se inclinaron por Egibar.
Ibarra enviará ahora una copia de la sentencia de la Audiencia Provincial que le da la razón a la dirección del PNV y a los tribunales internos «para que pongan en marcha los mecanismos que consideren oportunos». «Sólo espero que en el partido también se haga justicia», dijo ayer a EL PAÍS. «¿Cómo puede afirmar un dirigente político que respeta los derechos de las personas si después no lo lleva a cabo dentro de su partido? Sólo quiero que en el PNV haya gente demócrata», añadió.
Lo que más ha sorprendido a Ibarra durante el año que ha durado el procedimiento judicial es que el PNV, la parte demandada, nunca contestó a los escritos de los juzgados. «Tampoco se personó en la causa, ni estuvo presente en la vista».
Ibarra asegura estar al corriente de todas las cuotas. El fallo obliga además al partido a pagar las costas del juicio. Su actual situación en el PNV resulta «extraña», porque no ha sido convocado a lo largo de este año a ninguna reunión. «No me han citado a ninguna asamblea, aunque espero que lo hagan ahora cuando se abra el proceso interno para elegir al candidato a lehendakari y a presidente del Parlamento», en las elecciones de marzo.
El ex edil y cabeza de lista del PNV en las municipales de mayo de 2003 explica que la sentencia dictada a su favor se fundamenta en un fallo de la Audiencia vizcaína que declaró nula la suspensión por la Ejecutiva federal del PSOE del comité local de este partido en Sestao, encabezado entonces por el histórico José Luis Marcos Merino, actual alcalde.
Hi, honek mafia zirudik. Epairik gabe kalera? Horrela nor alderdikidetuko duk ba Usurbilgo EAJra!
Gainera ez omen ziotek asambladatara joateko gutunik bidaltzen. Mobbing-a txorakeria honen aurrean.
Tienes mucha razón Eakide, y te pido disculpas. Lo de volver a la «Casa del padre» lo he puesto porque es la expresión utilizada hasta la saciedad, aunque evidentemente injusta. Hay mucho militante joven en EA que jamás estuvo en el PNV por lo que no puede «volver».
Un punto de esperanza. Creo que en general las relaciones entre las bases son magníficas salvo excepciones.
Lo de la posibilidad de autocrítica es probablemente matizable. Me gustaría conocer la opinión de Gorka Knörr, Oliveri, Intxaurraga, de aquel Concejal mayor del Ayuntamiento de Bilbo (No recuerdo el nombre) etc.; En cualquier caso seguramente la crítica interna en EAJ es muy mejorable, y el recurso a los tribunales del Partido muchas veces abusivo.
Estoy de acuerdo con Imanol Lizarralde conque la coalición, EA-EAJ es una condición indispensable para afrontar las próximas elecciones con garantías de éxito. Lo hemos dicho en numerosas ocasiones en este foro, hay que acordar una unidad de acción acertada entre EA y EAJ; a mi entender, las formas, en este caso son lo de menos. Evidentemente, declaraciones como las del lehendakari Garaikoetxea o las de xabier Arzallus no empujan hacia la dirección correcta, sino más bien todo lo contrario. Parece que ambos pugnan por ver quién le hace más guiños al mundo del MLNV, que en principio estará huérfano de candidatura en la proxima contienda. Y digo en principio, porque de los sociatas no se puede uno fiar.Mi apuesta: huir de ese espacio a la izquierda del PNV que plantean los de la ruptura y huir , al mismo tiempo, de una concurrencia por separado, que a la postre debilita las opciones de hacer frente al PSE.
Ya Eusebio, pero lo que se masca en las bases… Creo que hay más ánimo de unión y comunión nacionalista en las gentes del PNV, que, en general, en las de EA. No se puede estar confundiendo constantemete en estos últimos 8 años, ahora te ajunto, ahora no te ajunto. Ahora vamos , y ahora vamos por separado.
La realidad ha sido que en las municipales, por separado, (la gente no lo entiende), luego las generales (la gente tampoco lo tiene claro), y en las autonómicas, donde se está jugando mucho, tampoco hay buen rollo (la gente está hasta las pelotas).
Yo entiendo a muchos que ya no creen en esa posibilidad. Crear ilusión, vale, pero la ilusión o se materializa en algo, o se evapora, y la gente huye.
Yo también creo en un entendimiento, pero ya no valen listas conjuntas, tiene que materializarse algo estable, permanente en el tiempo, que ilusione y mantenga esa ilusión, que aglutine y que conserve ese activo social. No sé si coaliciones tipo CIU, pero no puede ser que el nacioanlismo anónimo general, tenga ilusión una y otra vez, y sean los líderes políticos quienes frustren esas esperanzas. La gente abandona el barco, y queda poco tiempo para clarificar ideas y proyectos.
Hay que apuntar la inquisición egibariana que nos muestra el caso del pobre Pedro Ibarra en Usurbil. La persecución de gente del PNV por parte de los comisarios egibarianos. Gentes dispuestas a hacer el vacío y a joder al prójimo con tal de callar la boca al disidente. Es el aspecto menos folklórico del egibarismo. Pero lo de Ibarra es de traca. Que clima de ninguneamiento, y que manera de matar la ilusión abertzale con esas maneras dignas del cacicato de los Pazos de Ulloa. Hoy todos somos Pedro Ibarra. Que lo afilien ya. Y que le pidan disculpas los inquisidores que han actuando con injusticia y a los que un tribunal español ha tenido que enmendarles la plana, por que en este caso hasta la justicia española es más justicia que la justicia egibariana.
Los partidos nacionalistas tienen muchas asignaturas pendientes pero la de la libertad y la autonomia de la persona es un logro que hay que conseguir, por encima de grupos aparatiles de intereses que se dedican a acojonar a la peña. Estoy de acuerdo con EAkide que eso es más usual en el PNV que en EA.
Actualmente no tiene sentido que EA y PNV sigan separados, si ambos se consideran abertzales deberia hacer un esfuerzo por unificarse, aunque me temo que los odios personales y los deseos de revancha de algunos dirigetes se impondran sobre la opinion de los afiliados y simpatizantes de ambos partidos.
Que gran Lehendakari fue Garaiko pero que mala vejez esta teniendo, al menos Arzallus no a cambiado, era es y sera un politico nefasto para su partido y para Euskadi.
La verdad es que lo veo complicado lo de ir juntos a las próximas elecciones. Mi opinión se basa en que, desde hace ya bastantes años, se han instalado en la cúpula de EA algunas personas que tienen muy poquita visión de País y mucho interés en obtener cargos de lo que sea. No diré que EAJ-PNV está libre de este mal, pero creo que sobre todo en EA la cosa está muy malita.
El problema fundamental es que una posible fusión provocaría el problema de siempre: quedan menos sillas internas para repatir y las de los cargos públicos están muy decididas en función de la fuerza de los votos que aporta cada parte. En esta situción se daría la paradoja de que sería posible que algunos miembros de EA ocuparan cargos públicos pero sería casi imposible colocar a los cargos internos de ese partido en caso de «fusión». Eso crea mucha tensión entre los cargos electos y los internos (En Bizkaia se vivió una «noche de los cuchillos largos» en EA hace no mucho tiempo).
Como alderdikide creo que los poco más de 50.000 votos que EA está en condiciones de aportar no dan para mucho. Son muy importantes, eso sí, pero no creo que nadie dentro de EAJ-PNV esté por la labor de «regalar» nada a EA, y más teniendo en cuenta algunas actitudes que han sentado muy mal.
Seamos sinceros: desde EAJ-PNV estamos esperando ver pasar el cadaver de EA frente a nuestra puerta. En ese momento estoy seguro que muchos comenzarán a llamar por la puerta de atrás para incorporarse al partido de forma discreta.
Me preocupa que mientras tanto nos dejemos muchas plumas en el esfuerzo de mantener la Lehendakaritza. Pienso que la pelota de este tema está en el tejado de EA y, sobre todo, en el de sus afiliados.
En mi caso no hay rencores de ningún tipo ni ninguna cuenta que saldar (lo del 86 me pilló muy jovencito y pasaba del tema), pero si tengo que asociarme con alguien quiero ver claramente qué es lo que se me propone y en qué condiciones nos asociamos. Habría que generar espacios de confianza y no los tengo muy claros ahora mismo.
Un saludo en JEL
Aki ya estamos generando espacios d konfianza. D hecho asi lo dic la presentax d Aberriberri k es 1 proyekto konjunto. Plantear el tma d la relax abiertament y dbatirlo es el 1º paso. Pixka bat es mucho eta gero gerokoak.
Urtine, no entramos en el fondo de la cuestión. Conocer a los cuatro laucos de EA de Bizkaia no es conocer a EA. La convergencia entre los elementos dispersos del nacionalismo no debe plantearse, a mi entender, como un reparto de prebendas o de espacios de poder internos o externos. A mi me parece muy fuerte lo del tío de Usurbil del PNV. En EA pasó algo parecido con la inhabilitación del presidente de la agrupación donostiarra de EA, Joxemilio Agote. Fueron tribunales externos al partido los que repusieron a este en su puesto, del mismo modo que reintegran a Ibarra a su afiliación. Para mi este es el quid de la cuestión antes de hablar de alianzas, fusiones o coaliciones. Y en un momento tan apretado como este, prescindir de la coalición con EA, es apostar directamente por la derrota del nacionalismo.
No diré que no llevas parte de razón, pero cuando uno oye a Unai Ziarreta pues qué quieres que te diga… Si EA apuesta por ir por separado nosotros poco o nada podemos hacer. Pasó en las anteriores elecciones (por cierto, aprobado por la Asamblea General de EA) y creo que pasará en las próximas.
En lo que comentas de Usurbil, y visto desde la lejanía, totalmente de acuerdo.
Lo mismo digo de Sabin Arana, al que conozco personalmente, y al que desde EA se le hizo la vida imposible.
Como dijo aquel, en esta vida se pueden clasificar a las personas en tres tipos: «Amigos, enemigos y compañeros de partido. Estos últimos los más peligrosos»
Un saludo en JEL
Por lo que yo sé, lo de Sabin Arana fue una especie de minicrisis en el seno de la cumbre de EA, sin transfondo ideológico ni transcendencia en las bases del partido. Yo creo que lo de Gipuzkoa es otra cosa.
El problema de EA es que nació como nació, y desgraciadamente para buscar su espacio ha necesitado tener que diferenciarse del PNV, y ahí se ha fastiadado el invento. En lugar de aprovechar las sinergias nos peleamos en busca del mismo electorado. En vez de utilizar la separación de los dos partidos como un «desdoblamiento» tal y como hacen en el MLNV, nosostros, tontos de nosostros lo utilizamos como autentica division y hacemos honor a esa division, tirandonos los trastos a la cabeza. Cuando nos daremos cuenta que nuestros adversarios y enemigos politicos son otros? Sobre todo, cuando se daran cuenta nuestros dirigentes que los enemigos son otros?
Muy cierto, Basigo.
EA nacio con la intencion de regenerar el nacionalismo vasco y de luchar contra la LTH, desgraciadamente a copiado los peores vicios del partido del que nacio y del tema de la LTH ni se habla.
Básicamente el problema de la LTH era que dibujaba un panorama de 3 Diputaciones Forales fuertes y 1 Gobierno Vasco que administraba los recursos que las Diputaciones recaudaban, y que no utilizaban ellas en sus propias competencias. Adicionalmente, la LTH prevé que el Gobierno Vasco se compromete a ir repartiendo y transfiriendo a las Diputaciones Forales competencias, a medida que a su vez las vaya recibiendo del Gobierno Cantral de Madrid. EA por su parte defendía un Gobierno Vasco fuerte, entendiendo que no tenía sentido cuatro Administraciones en un territorio que se recorre de punta a punta en dos horas.
Hpy podemos decir que ni EA ni PNV han cumplido sus compromisos.
Con la escisión, EA salió del Gobierno Vasco pero en cambio ganó la Diputación de Gipuzkoa. Por tanto Gipuzkoa era su feudo, su «parcelita de poder» y no estaba dispuesta a vaciasr de competencias su Diputación y que las ejercitara el Gobierno Vasco en manos del «enemigo».
Pero el PNV que mantenía Ajuria Enea y Lakua, tampoco ha estado nunca dispuesto a repartir entre las Diputaciones las competencias que a partir de la escisión ha ido recibiendo de Madrid.
Simplificando, podríamos decir que el Gobierno Vasco es partidario de la máxima descentralización cuando actúa frente al Gobierno Central, pero es super-centralista y jacobino cuando se relaciona con las Diputaciones Forales.
Por enganchar con el monotema de la máxima actualidad, o sea la Consulta, vemos también que Ibarretxe ha subrayado por una parte el «agravio» del portazo que el TC ha dado a un a decisión del Parlamento Vasco, al mismo tiempo que ha obviado absolutamente el mismo agravio cometido por el Tripartito respecto de la decisión tan democrática y legítima como la anterior, tomada por las Juntas Generales de Álava, que se opusieron a la consulta.
La LTH es un cáncer para Euskadi. Visto en perspectiva, su autor, Emilio Guevara, parió una herramienta que ha desdibujado el autogobierno vasco. En su momento perdimos una oportunidad histórica: se estaba creando una nueva administración y en vez de hacerlo con visión de futuro lo que hicimos fué copiar los esquemas administrativos de España. No es de recibo que en pleno S. XXI existan cuatro grandes administraciones en Euskadi (GV y Diputaciones) además de las adminitraciones de los ayuntamientos. Con una perspectiva puramente profesional, yo recomendaría eliminar la mitad de las plantillas existentes en su totalidad en esas administraciones (liberando así recursos improductivos) y reordenaría el sector público vasco agrupando administraciones y ayuntamientos. No nos podemos permitir tener a tanto funcionario en un País tan pequeño.
Eso, desde un punto de vista económico y buscando aumentar la eficiencia productiva de esas administraciones.
Dese un punto de vista político, la LTH ha consagrado la igualdad relativa de los distintos territorios históricos a la hora de tomar decisiones que nos afectan a todos. Así, vemos que en Vitoria-Gasteiz tiene censados al 75% de los alaveses, y por tanto, con 220.000 habitantes elegirá en las próximas elecciones a 18 diputados al Parlamento Vasco.
Bilbao, por su parte, con 350.000 habitantes, agrupa al 31% de los Bizkaitarras, y por tanto elegirá en las próximas elecciones al Parlamento Vasco a 7 diputados.
La conclusión es que el voto de un Vitoriano vale por el de 4 bilbainos. Eso, se mire por donde se mire, es una injusticia y una prostitución del sistema democrático.
Repito, aunque lo anterior para muchos sea un tema que «no toca», para otros es algo que nos rompe los esquemas. El PSOE y el PP son plenamente conscientes de la importnacia del voto alavés, y centran todos su esfuerzos en captar votos en Vitoria.
El camino que marca la LTH de distribuir competencias hacia abajo y de crear nuevos organismos más cercanos al ciudadano es el camino de la ineficiencia y el derroche. Sé que esto no gusta de ser oído en muchos sitios de Euskadi, pero querer seguir avanzando por esa vía creo que es profundizar en el error.
La diferencia con lo que hace el gobierno de España y lo que le acusan de hacer al GV las gentes del PP y PSOE es muy simple: el Estatuto de Gernika es papel mojado para los españoles, y tienen claro que no lo cumplirán nunca ya que una vez cumplido no tienen nada con lo que seguir chantajeando a los vascos. No querer darse cuenta de esto es no querer ver la realidad.
Sin embargo, utilizar criterios de racionalidad en el gasto para poder realizar políticas coherentes en todo Euskadi es usar el sentido común (como todo el mundo sabe, el menos común de los sentidos).
Va siendo hora de que le demos una vuelta a nuestro edificio administrativo, ya que no andamos sobrados de recursos y no podemos seguir despilfarrando como lo hacemos.
Soy consciente de que promover una disminución del peso del sector público vasco no es algo que me haga muy popular que digamos, pero es lo que pienso y lo que recomiendo para asegurar la viabilidad de ese sector público.
Y la LTH lo que hace es precísamente lo contrario. Es por ello que creo que va siendo hora de guardarla en algún cajón o directamente tirarla a la papelera.
Itsauz:
Básicamente de acuerdo, pero tu análisis que probablemente tiene más de bihotza que de razonamiento, tiene dos puntos débiles:
1º) Egibar, Ziarreta y cía estan donde estan porque les han elegido las bases, y serán las bases las que les tengan que mandar a su casa.
2º) La Asamblea de Donostia de Eusko Alkartasuna decidió por un sesenta y tantos por ciento NO IR EN COALICIÓN CON EL PNV, decisión que a mí me jode y me parece suicida por parte de ellos, pero que no me queda más remedio que acatar y respetar.
Partiendo de sos dos datos objetivos que a mi me parecen incontestables, tu rotunda afirmación de que «la mayoría de las bases están deseando que nos fusionemos» me parece como poco ¿Matizable?
Probablemente las bases del PNV estén más dispuestas a la fusión que las de EA; Al menos eso se deduce de lo decidido en sus últimas Asambleas.
Como te he dicho antes, a mí también me jode, pero me temo que es lo que hay.
Urtine, coincido en todo con lo que dices y como yo creo que la mayoria de los vascos, pero este sistema actual garantiza a todos los partidos una parcela mas o menos grande de poder a la cual no van a renunciar, por lo que nadie va a plantear el cambio de la LTH. Si no te importa me gustaria fusilar alguna de tus ideas en un proximo articulo, citandote por supuesto.
Itsauz, figaro, una pregunta facil, ¿los que estan afiliados a PNV y EA y los que ya no lo estamos que podemos hacer por la unidad del nacionalismo vasco? Porque me temo que pedir patriotismo a algunas dirigentes es perder el tiempo.
¡Excelente pregunta, Jon!
Yo empezaría por lo aparentemente más fácil. Por ejemplo, empeñarnos todos los abertzales (PNV, EA, y el mundo de la izquierda más o menos abertzal y más o menos radical, Batasunis, Aralar, Zutik, etc.) en celebrar un Aberri Eguna unitario el año 2009.
Si no somos capaces tan siquiera de juntarnos un día para festejar unidos la patria vasca … ¿Qué posibilidades tenemos de una fusión de Partidos?
Los de ELA siguen clamando por la famosa acumulación de fuerzas; Aparte de que sea muy discutible que eso sea competencia de un Sindicato, ¿Está hoy el horno para esos bollos?
Y volviendo a lo más cercano, o sea a PNV y EA, en algunos puntos de Euskadi las heridas están tanto o más sangrantes que cuando la escisión: Legutiano, Valle de Aiala, Muskiz, etc.
Incluso dentro del mismo tripartito, hay algun miembro como Azkárraga, que parece empeñado todo el día en subrayar las diferencias.
No creo que sea cuestión de patriotismo, Ni que este sea mayor o menor en bases que en dirigentes. Creo que hay una acumulación de encontronazos y experiencias negativas que habría que ir revirtiendo, y sustituyendo por otras positivas de convivencia y de colaboración. Y eso exige paciencia, sacrificio, buena fé, renunciar al revanchismo, etc. etc. y una labor pedagógica de caminar juntos día a día que tendrían que liderar los Dirigentes de ambas formaciones, que para eso están, y no para apagar los fuegos con gasolina.
Porque al final, en esta película no existen buenos y malos; Solo personas que tienen / tenemos que elegir:
O ser parte del problema, o ser parte de la solución.
Básicamente de acuerdo con todo o casi todo lo manifestado en este artículo. Pero hay una aportación que me obliga a situar «pie en pared» e intervenir.
Pregunta Goiko que qué podríamos los afiliados a PNV, EA y los que ya no lo estamos por la unidad del nacionalismo vasco.
Lo siento, pero del nacionalismo de Batasunis, Zutik, Aralar (e incluyo a Batzarre por si a alguien se le ha olvidado) no es que dude, sino que no me cabe la menor duda de que no lo son. No es que jamás ninguno de ellos se haya reivindicado como tal, sino que día a día han dicho y demostrado lo contrario.
Si esa es la manera de unir el nacionalsimo, (juntarnos a esa cuadrilla de cabestros), que se pare el tren, que yo me bajo. A ver si por tratar de sumar, resulta que vamos a restar geométricamente.
Con esta gente, ni a misa (por supuesto), ni a por duros, siquiera. Ninguno de ellos merece ser tratado como nacionalista, porque tienen un concepto de lo abertzale, que no dudo no coinicide con el que manejamos el resto de nacionalistas. Lo digo a quí, y en mi entorno. El día que el nacionalsimo vasco «trague» con cócteles con condimentos procedentes de la izquierda revolucionaria, ME BAJO.