Mikel Ubillos
Con todo el respeto que me merece un jefe de gobierno de un Estado, definido por su constitución como Estado social y de derecho, quiero transmitirle mi absoluta decepción por la decisión tomada por usted sobre la realización de la consulta promovida por el Gobierno Vasco, y aprobada por el Parlamento Vasco.
Detrás de esta decisión subyace la dicotomía entre la legalidad vigente y la voluntad de un pueblo. Usted defiende a ultranza que la soberanía reside en el pueblo español, (ésta es la legalidad según la Constitución de 1978). Para usted en el Estado español existe sólo un único pueblo indivisible. Es decir, no existen ni el pueblo vasco, ni el catalán, ni el gallego ni el andaluz, ni el aragonés, y así toda la lista de comunidades que engloban el Estado Español. E intuyo que para usted, lo que existen son diferencias culturales dentro de ese único pueblo. Un pueblo plural con diferencias en lo cultural.
Como usted muy bien sabrá, la legalidad es una construcción jurídica, que surge de la confrontación y el acuerdo entre diferentes fuerzas políticas. La Constitución española del 78 no fue producto del consenso entre todas las fuerzas políticas del Estado, ya que las fuerzas nacionalistas vascas, quedaron fuera de ese consenso. Existe, pues, un déficit con respecto a esa parte del pueblo vasco, que casualmente es mayoría en su entorno.
La diferencia política fundamental es que en el pueblo vasco, y en el catalán, e incluso en el gallego, existe una voluntad popular de constituirse como pueblos soberanos; mientras que otras comunidades mayoritariamente se sienten como parte del pueblo español y no tienen aspiraciones soberanas.
La apuesta del lehendakari Ibarretxe, al plantear una soberanía compartida, fue una fórmula fantástica para superar un conflicto político de calado, y tanto usted, como los dirigentes de su partido y los del Partido Popular no supieron entender aquel planteamiento como una propuesta de consenso y de superación del conflicto. No quisieron negociar y lo despacharon en una sesión con la comparecencia de Ibarretxe en el Congreso. Como dicen los expertos en resolución de conflictos, hay que ponerle imaginación. Sí, lo de la imaginación al poder de mayo del 68 francés. Y usted no pone nada de imaginación en este proceso, sólo la aplicación de la ley. Así tendremos conflicto para rato. El Gobierno Vasco puso la imaginación a funcionar, pero se encontró con un muro infranqueable.
Sea usted el presidente que pase a la historia de España, como aquel que supo superar las diferencias políticas con el pueblo vasco, y logró que los vascos vivieran en paz y en armonía. No tome respuestas basadas en principios coyunturales, tenga una mayor apertura de miras. Piense en el futuro, en cómo estará este país dentro de 30 ó 40 años. El llamado Plan Ibarretxe fue una oportunidad que usted está dejando que se pierda.
Le sugiero que reflexiones profundamente sobre aquella propuesta, haga una lectura histórica, y podrá llegar a la conclusión de que esa propuesta tenía en sus principios la solución (no una solución, sino “la solución” al conflicto político vasco). Las oportunidades que se presentan en momentos históricos, son difíciles que se puedan volver a producir. Los procesos modifican los planteamientos de las partes en el conflicto. Todavía los nacionalistas vascos no han renunciado a aquella propuesta generosa de soberanía compartida. Usted todavía puede hacer que la idea de la soberanía compartida vuelva a estar encima de la mesa. No tiene que ser el plan Ibarretxe, sino algo basado en su filosofía. Hágalo pronto, porque las oportunidades suelen disolverse como el azúcar en un café con leche.
Sabe usted que como consecuencia de este proceso de la negación de la consulta, se va a generar una situación de mayor confrontación política con el Estado. Se va a dar una escala en el conflicto, que llevará aunque los nacionalistas no lo queramos a que la Izquierda Abertzale, aprovechando la situación, quiera acercar a la gente a sus posiciones radicales.
Los grandes estadistas de Estado, son aquellos que han logrado superar los conflictos mediante el consenso, y el consenso entre los nacionalistas vascos y el Estado español está en la soberanía compartida. Sea un gran estadista y trabaje por la solución del conflicto.
Expresar que los planteamientos del nacionalismo institucional representan una política del pasado y trasnochada, no lleva a la solución del conflicto. La solución está en que usted construya una España más democrática. ¿Qué salida está dejando usted al nacionalismo institucional? Usted con sus planteamientos está generando que triunfen en el nacionalismo las posiciones más radicales. Creo que se está equivocando de estrategia. Quizás dentro de un tiempo añore a los nacionalistas que buscábamos un consenso, y tenga que vérselas con posturas más intransigentes, que generan mayor distancia para lograr acuerdos.
No apueste por la escalada del conflicto, sino por abrir caminos de solución. Sí es así le deseo la mayor de las suertes.
A ZP se lo va merendar la krisis ekonomika k viene xo k muy feo. Nosotros mientras tanto dspista2 y sin atizarle.
El asunto Mikel, es tan sencillo como que a este Sr. y en general a cualquier español, «ceder» soberanía les parece inaceptable. Porque según su visión de las cosas, evidentemente negando la Historia, España es el único sujeto de soberanía. Para ellos antes de España no hubo nada. Y nuestros «Derechos Históricos» son meras concesiones magnánimas de un «generoso» y «ejemplar» proceso de «transición». Para la miopía española los vascos nacimos en el 78, cuando alumbraron su democracia.
tranquilidad que ya quedan pocos meses para que podamos disfrutar por fin de una mayoria constitucionalista, y entonces se acabará todo esto de la independencia y empezaremos a preocuparnos de los verdaderos problemas de Euskadi.
Eso es lo k a algunos les gustaria, xo me temo k estan vendiendo la piel dl oso antes de kazarlo. El abertzalismo tiene tiempo xa rekuperarse. Y a ZP se lo va a komer la krisis. Menudo tsunami k viene encima.
El articulo trata sobre la consulta y el sentimiento nacionalista, pero curiosamente algunos respondeis con referencias a las elecciones. Teoricamente una cosa y la otra no tienen nada que ver, ¿o si?
Yo también soy constitucionalista.
Me encata constitución del Estado Vasco-Navarro que recibió el 83% de apoyó del os muncipios de las 4 provincias, y que fue redactada por la sociedad de estudios vascos y que el primer gobierno de la 2º República Tumbó
O la Constitución del Estado Vasco redactada en exilio por Manuel de Irujo en el exilio del Gobienro Vasco en Londres. ¿Eran constitucionalistas los golpistas?
Ello por no hablar de la constitución material del estado europea que fue el Reino de Navarra hasta la perdida de su independencia a cuenta de los esatos francés y español. ¿Eran constitucionalistas estos estados invasores?
¿Por qué no hablamos de una puñetera vez sólo de nacionlistas vascos y de nacinalistas españoles, y de las posiblidades de un acuerdo mutuo para una convicencia en armonía y con el mismo respeto a los derechos de unos y de otros?
Y por cierto, en el Art. 2 de la constitución Española se habla de nacionalidades y de regiones, si hay nacionalidades es porque se quiere disntinguir a estas de las regiones .
¿Cuando la ministra de innovación Garmendia dice que el País vasco es una región y niega su nacionalidad está siendo constitucionalista?
¿Acoso como innovación esta pensado esta Ministra en una reforma constitucional que reintaure el jacobinismo en España a la última modo estilo Francés?
¿Negarse a cumplir el estatuto que según el TC en consolidada doctrina vincula al bloque de la constitucionalidad es ser constitucionalista?
El estatuto fue y es un pacto, por muy condcionado que pudiera estar, y de su incumplimiento sólo es responsable quien tiene capacidad para hacerlo cumplir concediendo todas las trasnferencias pendientes’
Desde una estricta defensa de la constitucionalidad, ningún paruitido que se hya negado a su integro cumplimiento debería poder gobernar el gobierno vasco, y esto afecta hoy por hoy al PP y PSOE por igual.
Si Lopez quiere estar en Ajuria enea que vaya a primero a moncloa y traiga de Zapatero los Decretos firmados con la entraga de las treinta y tantas transferencias, entonces sí podrá presumir de constitucionalista, entonces si que tendrá legitimidad política. Que no venga con promesas que venga con hechos.
La única pelota al respecto está en su tejado.
al sr Lizari, tengo que recordarle que el estatuto de estella era un estatuto y no una constitucion.
Dicho estatuto fue aprobado, sobre todo en Navarra, por muchos golpistas, y nunca fue votado como el estatuto de Gernika, via plebiscitaria, es decir por el pueblo.
El gobierno republicano, democrático no lo hizo suyo, fue una decision democrática, en cambio si apoyo el estatuto de Aguirre, con el apoyo de varios partidos vascos-españoles, y nacionalistas vascos, PNV. ANV.
Pero este estatuto de estella fue duramente atacado, por personas y partidos firmantes del estatuto de Estella.
Un cordial saludo.
Quería decir que el estatuto de aguirre, fue duramente atacado por firmantes de Estella.
Un saludo
Sobre estatutos
el actual «estatuto» de Navarra, el amejoramiento, no ha sido votado por la ciudadania, ni siquiera se cumplió la ley que normativizó cómo debía ser su negociación: por un lado los 7 diputados y por otro los representantes del gobierno español. Al final PSOE y UCD/AP pactaron que estos partidos negociarian con el gobierno español. Así se libraron «democraticamente» de los 2 diputados nacionalistas. De postre Jaime Ignacio del Burgo apareció en la mesa de negociaciones ¡por parte del gobierno español! Todo esto con gran alegría de los socialistas que acabaron llevando a uno de ellos, Urralburu, a la presidencia de la diputación foral (que se rebauizó con el inédito nombre de Gobierno de Navarra). (Con el «permiso» de los nacionalistas tras un traumático «debate» y negociación con la derecha)
EL estatuto de Estella, que no fue el «estatuto de Pamplona» porque el gobierno provisional de la republica no permitio la reunión de los alcaldes electos del pais en esta ciudad) tuvo el apoyo mayoritario de los ayuntamientos navarros, hasta que los carlistones apostaron por la reacción y el requeté y la «fascistación» de su partido, y reventaron con mentiras una reunion de los ayuntamientos navarros sobre el estatuto de Estella (en las anteriores reuniones los ayuntamientos navarros dieron su apoyo mayoritario). La mentira fue decir «Estatuto no, fueros sí». Aguirre de buena cuenta de ello en su libro «Entre la libertad y la revolución» (que clarito está en ese libro -dentro del contexto de la época- lo que es la doctrina y la práxis nacionalista).
Aquel Estatuto de Estella se redactó y apoyo por los auntamientos electos para ser llevado a Cortes Constituyentes de la Republica. Ojo, porque ha historiadores profesionales que dicen que era anticonstitucional, lo cual es ridículo, porque fue redactado ANTES de que hubiera constitución republicana, esta constitución republicana no se sometio a referendum, el posterior Estatuto vasco (no el de Estella) sí, y encima se exigió y consiguió el apoyo de más del 50% del censo, del censo no de los votantes. Aún aprbado el Estatuto Vasco el gobierno español no lo puso en marcha hasta comenzada la guerra. ¡Y luego algunos hablan del la falta de confianza de los nacionalistas a la Republica! Ya ven, lo del incumplimiento de los estatutos refrendados no es de hoy ni de la ministra Garmendía, la vasca.
Los estatutos, el de Estella, el Vasco del 36, el de Gernika, el amejoramiento, todos ellos son mejorables. Algunas cosa nos sorprenden. Pero en todos late directamente (o por ser hechos «a la contra») del espíritu constitucionalista del nacionalismo vasco y de su interpretación de la tradición jurídica del País, desde el equilibrio de poderes, la limitación del soberano (antes el Rey, desde 1840 el «pueblo español») y el respeto legal a los ciudadanos (en las regiones occidentales: todos hijosdalgos=todos iguales ante la ley=todos del mismo «estamento»)
Uno de los principales problemas hoy es que los vascos no tenemos medios de limitación del poder del soberano, hoy dia el pueblo español, invento político del XIX. (no soy contrario a los inventos, sea este o el pconcepto politico pueblo vasco, pero si a los poderes absolutos)
Muy interesantes tus reflexiones, Kepa.
Efectivamente el famoso «pase foral» (Bizkaia) o «derecho de sobrecarta» (Nafarroa) dió a los vascos la opción de ignorar una ley española que consideraban iba en contra de su ordenamiento jurídico.
Incluso en Nafarroa, después de ser conquistada con la ayuda de los Beaumonteses, siguió manteniendo sus cortes, sus propios tribunales de justicia, acuñaba su propia moneda y la frontera de España terminaba en el Ebro.
Creo que debemos «inventar» algo que como decía un político nacionalista, lleve al ordenamiento jurídico competencial la misma bilateralidad que existen en el concierto económico. Y el «pase foral del siglo XXI» sería desde luego muy interesante. Ni yo sobre tí, ni (como ocurre en la actualidad) tú sobre mí. Jel t’erdi.