Por un ciberpartido abertzale en red

Iñigo Lizari

El diario EL PAIS este domingo 22 de Junio de 2008, publicaba un artículo que firmaba Antonio Gutiérrez-Rubi bajo el título «El nacimiento del ciberactivismo político«.  Dicho artículo hacía las siguientes observaciones que se extraen parcialmente:

En la preparación de los congresos (ERC, PP, PSOE, CDC). Se han llegado a debatir on line diversas enmiendas de política 2.0. Pero algunas han ido incluso más allá y, confiando en el potencial del cambio de las nuevas tecnologías y confiando en el potencial de cambio de las nuevas tecnologías, han propuesto repensar tanto el modelo organizativo de los partidos como sus fórmulas para el debate programático y sus mecanismos de relación con la ciudadanía

Existe una fuerte convicción de oportunidad inaplazable. Las dificultades sociales y políticas a las que todos debemos enfrentarnos, en lo local y global, exigen que el talento y creatividad latentes en la Red penetren y revitalicen las estructuras de los partidos democráticos para actualizar su concepción básica: la de servicio público. Hay hambre –y urgencia- de nuevas ideas para nuevos desafíos. Y la Red palpita mientras las estructuras partidarias languidecen. Hay quien lo intuye y hay quien no quiere verlo aunque lo sabe..

Se interroga sobre el capital de energía política y organizativa que suponen los ciberactivistas y la posibilidad de enrolarlo como cibermilitantes. Hay un gran consenso en que buena parte del éxito de Barack obama ha radicado en el uso inteligente de las herramientas de la cultura 2.0.

(…) Es una gran oportunidad para que los partidos acometan en profundidad un cambio de estilo y de cultura organizativa que sea capaz de hacerlos evolucionar hacia estructuras  más abiertas, flexibles e innovadoras, como ya lo han hecho gran parte de las empresas, universidades y otras organizaciones en el marco de la sociedad de la información y comunicación.

Ya hemos conocido recientemente que el Plan de Modernización de las Agrupaciones del PSOE admite que las Casas del Pueblo (y los alkartetxes y batzokis no andan lejos) no son atractivas para los ciudadanos. Ni siquiera en el ámbito del activismo político. El artículo prosigue:

Mientras tanto, las causas y las ganas por comprometerse crecen en nuestra sociedad. (…) Creen, – los partidos- que el espacio digital hay que colonizarlo, sin comprender de que lo que se trata es influir y dejarse influir.

(…) La cultura digital es una ola de regeneración social (de ahí su fuerza política) que conecta con movimientos de fondo en nuestra sociedad: placer por el conocimiento compartido y por la creación colectiva de contenidos; alergia al adoctrinamiento ideológico; rechazo a la verticalidad organizativa, formulas más abiertas y puntuales para la colaboración; nuevos códigos relacionales y de socialización de intereses, reconocimiento a los liderazgos que crean valor; sensibilidad por lo temas cotidianos y personales; visión global de la realidad local y creatividad permanente como motor de la innovación. Sí, hay esperanza de nuevos liderazgos. Pero en la Red sólo se reconoce la autoridad, no la jerarquía. Mejor las causas que los dogmas.(…) No, no hablamos sólo de tecnología. Hablamos de la política del futuro. De comprenderla nuevamente, de repensarla en la sociedad red.

Evidentemente, debemos ser capaces de extraer conclusiones de constataciones así para nuestros partidos abertzales. ¿Cómo están nuestros alkartetxes y batzokis?

Desde luego no creo que haya que sustituir a las actuales estructuras de PNV y EA, pero acaso ¿no podemos crear una estructura complementaria y enriquecedora, avalada por las ejecutivas de ambos partidos, que permitan crear un ciberalderdi abertzale unificado que funcionen sobre una arquitectura de Red?

La Blogosfera sin duda ha supuesto un paso hacia la red, como aquél que moja el pie en el mar antes de bañarse. Pero hace falta unos más decididos un salto cualitativo que nos lleve a una mayor integración, uno que con el apoyo de las estructuras existentes suponga la emergencia de una nueva estructura que pueda actuar de complemento, no ya sólo de aquellos que militan en estos partidos y que desean participar de un foro así, sino que sirva para atraer a gente desenganchada de la política que participa de un sentimiento abertzale y que comulga con la institucionalidad. Porque también tendría derecho afiliarse quien previamente no militase en ninguno de los partidos abertzales, bien porque le producen desapego sus aparatos, y sin embargo, sí estaría dispuesto desde un ideario común a enrolarse en un proyecto en Red.

El reto es crear un espacio en donde a cada ciberafiliado se le dé una clave para que pueda acceder y todos le conozcamos, ya que podremos acceder a su perfil que él mismo va a poder ir actualizando, y nadie se escude en el anonimato para difamar  a nadie alevosamente, para que las aportaciones sean responsables y constructivas, para que nos conozcamos a través de debates los de Bermeo con los de Hondarribi, los de Dima con los de Segura, los Donibane Garazi con los de Aramaio, los de Iruña con los de Bilbo, los de Donostia con los de Baiona. Ahora mismo, sólo los integrantes de una Asamblea Nacional tienen la suerte de establecer un debate político por cauces internos entre personas de esa distancia geográfica. ¡Cuanto más efectivo para la causa vasca la contribución al conocimiento mutuo, una responsabilidad compartida!.

La efervescencia política en red no es e-batzokia, (lo siento señores), pues es quizás la traslación del esquema interno de un partido a la red: tiene demasiado control, demasiada rigidez, no tiene esa frescura, no tiene esa libertad, esa alma abierta.

Desde luego Aberriberri no es un Alderdiberri. Ojalá lo fuera. Aberriberri es sólo un blog. Un blog que intenta (que lo consiga es ya otro cantar) participar de estas características de debate abierto, con la responsabilidad de quien firma el artículo, de un dinamismo y del intento (cuando la actualidad lo permite) de no ceñirse siempre al monotema. ¿Marcará la integración de los blogs sí la diferencia y harán posible la emergencia de esta nueva democracia abertzale participativa en Red?

Ya sabemos que cuesta poner el nombre, como cuesta hablar en una asamblea. El mundo de la política, funciona muchas veces con etiquetas y consignas. Tampoco hay que esperar a que venga del cielo Alderdiberri 2.0. Si se tiene esa inquietud, esas ganas de participar, bien si quieres expresar una idea, si quieres contestar a un artículo, si quieres aportar información y datos, hay ya unos tímidos mecanismos vía blog. Puede ser éste o puede ser otro. Pero es esencial abrir camino para la próxima transformación de la política a través de la red.