Jon Goikoetxea (en su blog «Euzkadi es la patria de los vascos»)
El Metro de Bilbao se a convertido en uno de los ejemplos mas claros de las consecuencias del «cambio» socialista en la CAV. Si hasta hace dos años era fuente de buenas noticias: premios internacionales, alta valoración de los usuarios, proyectos de ampliación; sin olvidar reclamaciones como ampliación de horarios y obras de soterramiento (Getxo). Desde la llegada de los socialistas al poder solo a sido fuente de conflictos: retrasos o suspensión de proyectos, cese de todos los cargos directivos, despidos improcedentes (Julio Ibarra), no renovación de trabajadores eventuales, convocatoria de huelgas, multiplicación de cargos de libre designación (con sueldos de más de 7.000 euros), coches oficiales donde antes no los había, etc etc y todo ello aderezado con frecuentes cortes de circulación, que si en otro metro no serian noticia, en el de Bilbao lo son precisamente por que antes no se daban con la frecuencia actual.
Pero con la misma facilidad que el actual equipo directivo toma unas medidas, es capaz de cambiarlas si se siente presionado: ante una convocatoria de huelga se readmite a los despedidos, ante una protesta de los propios representantes municipales socialistas se vuelve a ampliar el proyecto de metro al Hospital de Usansolo que hace pocas semanas no era viable económicamente.
El resultado de esta «gestión» socialista es que para mantener como en años anteriores el índice de cobertura en el 84% ( es decir que el gobierno solo aporte el 16% del presupuesto) será necesario un recorte de gastos o un fuerte incremento de los billetes. Como no son capaces de recortar gastos sino todo lo contrario solo caben dos posibilidades: subir los billetes o incrementar la aportación que realiza el Gobierno Vasco.
Pero el Metro de Bilbao es también una muestra de dos formas de gobernar y en cierto modo da la razón a los socialistas cuando acusan al nacionalismo vasco de patrimonializar el poder, acusaban a EAJ-PNV de gobernar la CAV como si fuera su cortijo, pero no pueden acusarlo de haberla gobernado mal. Los quince primeros años del Metro de Bilbao demuestran que se ha gestionado bien, no solo porque se contaba con personas capacitadas para ello, sino porque se ha hecho pensando en el largo plazo, habría sido muy fácil ceder a las demandas ciudadanas y ampliar el metro tanto en tamaño como en horarios, pero el resultado habría sido un medio de trasporte mas deficitario. A corto plazo electoralmente más rentable, aunque ello hubiera supuesto dejar las arcas públicas en número rojos, como en el caso de la mayoría de capitales estatales. Como en tantas otras cosas no se hizo el mejor metro del mundo, pero posiblemente si el mejor metro que Bilbao y la C.A.V. se podían permitir y espero que tan sólido como para resistir los dos próximos años de “gestión” de los ocupas socialistas.
Nuestro amigo Gasko en asuntos d transportes, famoso x sus desastres d Trafiko en Donosti, es komo poner a 1 mono konduciendo 1 grua d dmolicion. Lo hara kon entusiasmo, anima el kotarro, gritara kon ganas, xo es 1 peligro xa las personas.
Al metro no lo va a rekonocer ni la madre k lo pario.
Otro gran ejemplo de la gestión socialista: despilfarro con el metro a Castro mientras quitan tranvías y colocan a los maridos de los viceconsejeros según su «amplio» curriculum metereológico.
Lo del despido despido de Julito Ibarra, lo enchufó el PNV y el PNV-PSE lo quitaron.
Es que quemó el despacho, después de utilizarlo de forma improcedente.
Más información aquí:
http://cybereuskadi.com/sobre-la-sentencia-del-caso-julio-ibarra
Teniendo en cuenta que lo que hace cybereuskadi es calumniar sin pruebas. Tal vez visitar el juzgado les haria no escribir cosas tan a la ligera.
Vamos a decirlo claro. Los socialistas están aquí para trincar todo lo que puedan, es una tradición ya en su partido. Les importa un bledo el pueblo vasco, Euskadi, Euskal Herria y el sum sum corda. Pra ello, trincar, pueden cambiar de opinión, de criterio, de chauqeta y hasta de madre si hace falta. SOn «todo por la pasta». Lo demás es folclore.
P.D. Al autor del artículo: «ha» del verbo «haber» se escribe con «h», por ahora.