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Alexander Duguin, el Rasputin de Putin

Jon de Urbia

Esta breve semblanza de Alexander Duguin Lider del frente Nacional Bolchevique explica su influencia absoluta como Ideólogo de Putin en el segundo  holocausto de Ucrania. Duguin es la cara del horror, la cara del mal.

Duguin desaprueba el liberalismo y Occidente, en particular la hegemonía estadounidense. Afirma que: «estamos del lado de Stalin y de la Unión Soviética».

Se define como conservador «Nosotros, los conservadores, queremos un Estado fuerte y sólido, queremos orden y una familia sana, valores positivos, el refuerzo de la importancia de la religión y de la Iglesia en la sociedad». Y añade:»Queremos una radio y una televisión patrióticas, expertos patrióticos, clubes patrióticos. Queremos medios de comunicación que expresen los intereses nacionales».

Según Marlene Laruelle, el pensamiento de Duguin, principal fabricante de un fascismo à-la-russe, podría describirse como una serie de círculos concéntricos, con ideologías de extrema derecha sustentadas en diferentes tradiciones políticas y filosóficas (nazismo esotérico, tradicionalismo/perenialismo, la revolución conservadora alemana y la nueva derecha europea) en su columna vertebral.

Duguin apoya el pensamiento de Martin Heidegger, en particular el concepto geo-filosófico de Dasein. Según Duguin, las fuerzas de la civilización occidental liberal y capitalista representan lo que los antiguos griegos llamaban ὕβρις (hubris),»la forma esencial del titanismo» (la forma anti-ideal), que se opone al Cielo («la forma ideal-en términos de espacio, tiempo, ser»). En otras palabras, Occidente resumiría «la revuelta de la Tierra contra el Cielo».

A lo que llama el universalismo «atomizador» de Occidente, Duguin contrapone un universalismo apofático, expresado en la idea política de «imperio». Los valores de la democracia, los derechos humanos, el individualismo, etc., son considerados por él no como universales sino como exclusivamente occidentales

En 2019, Duguin entabló un debate con el intelectual francés Bernard-Henri Lévy sobre el tema de lo que se ha llamado «la crisis del capitalismo» y la insurrección de los populismos nacionalistas.

Duguin ha abrazado opiniones fascistas y ha teorizado sobre la fundación de u «imperio euroasiático» capaz de luchar contra el mundo occidental dirigido por Estados Unidos.

En este sentido, fue el organizador y el primer líder del Partido Nacional Bolchevique de 1993 a 1998 (junto con Eduard Limónov) y, posteriormente, del Frente Nacional Bolchevique y del Partido Eurasia, que luego se convirtió en una asociación no gubernamental. La ideología eurasiática de Duguin pretende la unificación de todos los pueblos de habla rusa en un solo país mediante el desmembramiento territorial forzoso de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética

A principios de los años 90, el trabajo de Duguin en el Frente Nacional Bolchevique incluía la investigación de las raíces de los movimientos nacionales y las actividades de apoyo a los grupos esotéricos en la primera mitad del siglo XX. En colaboración con Christian Bouchet, entonces miembro de la OTO francesa, y basándose en los grupos de interés nacional-fascistas y migratorios de Asia y Europa, contribuyeron a acercar la política internacional al concepto geopolítico ruso de Euroasia

Duguin pasó dos años estudiando las teorías geopolíticas, semióticas y esotéricas del controvertido académico alemán Herman Wirth (1885-1981), uno de los fundadores de la Ahnenerbe alemana. Esto dio como resultado el libro Teoría hiperbórea (1993), en el que Duguin respaldó en gran medida las ideas de Wirth como posible fundamento de su eurasianismo. Al parecer, se trata de»uno de los resúmenes y tratamientos más extensos de Wirth en cualquier idioma».

En agosto de 2014, Duguin pidió un «genocidio» de ucranianos.

Halya Coynash, del Grupo de Protección de los Derechos Humanos de Járkiv, afirmó que la influencia de la «ideología euroasiática» de Duguin en los acontecimientos del este de Ucrania y en la invasión rusa de Crimea está fuera de toda duda. Según Vincent Jauvert, la ideología radical de Duguin se convirtió hoy en la base de la política interior y exterior de las autoridades rusas. «Así que vale la pena escuchar a Duguin, para entender a qué destino está llevando el Kremlin a su país y a toda Europa».

En Euzkadi el clamoroso silencio de la IA, y su llamamiento a la rendición de Ukrania en apoyo a sus afines ideológicos de la internacional comunista tendrá sin duda  implicaciones directas en la sociología electoral del país.

Si ha habido un pueblo históricamente solidario con Ukrainia ese ha sido el Vasco.

Cientos de familias  han acogido como a auténticos hijos adoptivos durante décadas a «los niños de Chernobyl», esas familias representan el sentido del honor y la solidaridad de Euzkadi, y su memoria histórica de lo que representa sucumbir ante el invasor por la desidia, la hipocresía y la cobardía  de los que le negaron armas vitales para su supervivencia en 1937… la misma complicidad criminal con los genocidas que ahora renueva ( como no podía ser de otra manera  el MLNV liderado por SORTU .

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2 comentarios en «Alexander Duguin, el Rasputin de Putin»

  1. Simplemente recordar que el fascismo es la conjunción del socialismo y el nacionalismo. Con lo cual, por estos pagos me gustaría saber quién se desmarca del epíteto.
    Ni el uno ni el otro permiten el desarrollo en libertad del individuo o de la sociedad cuyas instituciones civiles terminan siempre en manos de los unos o de los otros.

  2. JELen agur

    Fascismo, como cualquier otro totalitarismo, no es mas que la privación de los derechos fundamentales en un estado, sobre cualquier base, sea la nación, las clases sociales, la religión, el enemigo real o imaginario…
    Al final el resultado es el mismo, es la imposición, la falta de respeto al oponente, el uso de la fuerza y la coacción, es la manipulación de las masas. Todo un arte de ingeniería social para hacerse con el poder permanente.
    Sin embargo, la libertad se puede conjugar con solidaridad social, identidad de nación y cultural, respeto a las creencias individuales, el derecho de asociación, pensamiento y prensa.
    Porque esos derechos derivan de unas obligaciones con el ciudadano, con el pueblo, con la nación, con la cultura, con las creencias.
    El que e dictador lo es bajo cualquier excusa.
    El que es demócrata, lo hará valer con cualquier idea.

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