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Gabriel Otalora

Cuando yo estudiaba Economía Política en segundo curso de Derecho, nunca imaginé al economista John Maynard Keynes de actualidad tantos años después, nada menos que en el puente de mando de la Unión Europea.

Su fama se cimentó en los años 30 con la propuesta de que los gobiernos debían gastar e incurrir en un déficit tras otro para salvar a la economía. Y de paso, acusaba al capitalismo agresivo basado en la máxima libertad de mercado y la mínima intervención del Estado (laissez faire o inacción pública), de ser el responsable de los desequilibrios que condujeron a la Gran Depresión.

La sociedad se pirra por escuchar un mensaje que apunta al consumo después de una enorme crisis económica. Y Keynes tuvo éxito desde entonces. Ha llovido mucho y todos los que saben algo de teoría económica reconocen que sus planteamientos no son capaces de combatir las crisis cíclicas, el pleno empleo ni tampoco mejoran la distribución de la renta y la riqueza. Los planteamientos de Keynes se quedan en el corto plazo, en los síntomas más que en los problemas de fondo. Su teoría era coyuntural y no estructural olvidándose del largo plazo y de las variables supra estatales que influyen en la economía.

Es cierto que Keynes defendía la necesidad de una «corrección de las desigualdades» típicas del sistema de mercado, en cuanto a la distribución de la renta y de la riqueza. Pero no quiso entrar en las políticas fiscales correctoras de dichas desigualdades. Sus teorías implican una inestabilidad crónica en las economías del mercado. Por eso sorprende que la canciller Angela Merkel se haya vuelto keynesiana al apoyar un Plan Marshall de estímulos a las economías europeas a costa del presupuesto común por un montante de 740.000 millones de euros.

Merkel se ha posicionado ahora en contra de los austericidas europeos y a favor de las medidas basadas en el gasto público, los estímulos agresivos a la demanda y el dinero barato que tanto favorece al corto plazo de los países de sur de Europa. Al menos ha ganado en la Unión Europea la visión de que esta crisis económica no la causan las políticas estatales sino el coronavirus.

En la anterior crisis se aplicaron los principios rigoristas y se equivocaron al imponer políticas deflacionarias y recortes del gasto público a los países más débiles del euro. Entonces solo lograron malear el clima social con enormes protestas sociales en el sur de Europa; se estuvo cerca de liquidar el proyecto de la moneda única, que al final hubiera supuesto la destrucción de la Unión Europea tal como la conocemos. Merkel ha cambiado el entusiasmo que tuvo con los recortes a base de presupuestos restrictivos, la utilización del desempleo como un factor deflacionario y primar el aumento de las exportaciones como estímulo a la recuperación.

El keynesianismo en su versión más moderada aplanó la crisis financiera de 2009 en Estados Unidos con un estímulo de 700.000 millones de dólares a disposición de Barack Obama para evitar el colapso económico del país. Pero estamos hablando de cortoplacismo, sin otras medidas, que no ha paliado los problemas de fondo del modelo capitalista, también en la economía norteamericana, tan subvencionada como está, sin cortar las desigualdades escandalosas que la globalización financiera no ataja. La humanidad no crea problemas que no sepa resolver, argumentaba Karl Marx. El error es que esta idea ha sido monopolizada por quienes confunden la humanidad con un nosotros concreto (ideología, en este caso), en lugar de por la humanidad en su conjunto como nos señala la actual pandemia covid-19.

En el siglo de la innovación como motor del desarrollo, ¿no hay nada mejor para Europa que debatirse entre el capitalismo rancio o el keynesianismo de la deuda pública impagable? Probablemente, en esta ocasión, Merkel haya reflexionado sobre la famosa frase de Keynes, que a la pregunta de un asistente a una de sus conferencias sobre los efectos inflacionarios a largo plazo del gasto público y los bajos tipos de interés, respondió: «A largo plazo, todos muertos».

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10 comentarios en «Keynes vuelve»

  1. ¿A largo plazo todos muertos?
    Los modelos clásicos como son los que impulsan políticas monetarias (M. Friedman) o politicas fiscales (J. Keynes) sin olvidarnos de aportaciones de otros ilustres económistas como F. Hayek, J. Galbraith, no acaban de lograr el desarrollo de un modelo que permita equidad, una distribución de la renta, combinada con un crecimiento sostenido de las economías a escala estatal, nacional, regional, continental, … , mundial. Fomento de economía real …

    El corto plazo y el. largo plazo sin duda se deben tener en cuenta, además de aspectos como son los recursos naturales de las distintas zonas del planeta, su nivel de educación, sanidad, … , industrialización, desarrollo de economías circulares, fomento a todos los niveles de las tecnologías, etc.

    La cuestión es sumamente complicada máxime si no la dotamos de solidaridad inteligente, ¿unos ganar menos para otros poder ganar más o algo?

    Libre mercado? Si …
    Intervencionismo? También …

    Tenemos ejemplos claros en la recién historia de países que erraron en intentos de aplicar los modelos a rajatabla.
    Este es el caso del modelo aplicado en Chile finales de los 70 principios de los 80, siguiendo a los Chicago Boys (discípulos de M.Friedman) que se dedicó a importar todos los bienes y servicios posibles y olvidarse de las capacidades / potencialidades domésticas de crear economía real tendente a la autosuficiencia de alguna manera. Un país cuyo principal recurso natural era el cobre que cayó en picado y arrastrando lo poco que se hubiera edificado.

    En fin, un rompe cabezas auténtico el que expone Gabriel Otalora.

    ¿Encontrará el mundo el punto de equilibrio a través de la senda de la centralidad, ecuanimidad, distribución justa de la renta, auzolan … aprovechamiento solidario de las tecnologías —?

    Ahí es nada.

  2. Lo raro es que el unico partido «nacionalista» de la nacion no venga con una alternativa.

    A ver si enfuchan a mas libre-pensadores jubilados ociosos de los bucolicos valles en sus think-tank porque parece que con los que tienen no es suficiente.

  3. JELen agur

    Hay cantidad de cosas que se pueden hacer:

    -Quemar contenedores
    -Criticar poca inversión en sanidad para combatir la pandemia batiendo todos los récords de pruebas de diagnóstico y seguimiento y luego hacer una huelga de profesionales.
    -Seguir quemando contenedores.
    -Hacer huelga en la educación cuando se abren los colegios.
    -Quemar más contenedores y criticar lo poco que hacen los demás. Y que les llamen terroristas encima!.
    -Y éste era un buen momento pronosticado para hacer las elecciones. No en Julio que era una osadía.

    No digan que no hay cantidad de iniciativas brillantes de gente con ingenio en nuestra tierra.

  4. La lectura de Keynes debe hacerse imbricada en su época (entonces el Estado era menos del 15% de la economía y hoy supera el 50%) y por ello hoy no es no es fácil aventurar hipótesis sobre su pensamiento. Por muchas razones entre las cuales está el hecho de que hoy su pensamiento ha sido prostituido por un sistema académico sometido en gran medida al imperio de la corrección política.

    Esto se ve en el olvido –poco explicable– de cosas dichas por Keynes en su obra «Teoría general del empleo, el interés y el dinero».

    Así, cuando Keynes defendía inyectar dinero para crear empleo, Gran Bretaña tenía espacio económico sobrado para hacerlo. Era el imperio mayor de la tierra, con una envidiable industria y un Mercado Colonial inmenso. Es decir, podía trasladar sus ineficiencias y gasto público a las colonias quedándose con ·el empleo.

    El peso del estado británico apenas llegaba entonces al 13%. Se podían permitir invertir CIEN libras por desempleado que generarían “Un año y medio” de empleo para el trabajador. Dato real usado por Keynes en sus conferencias. .

    Pero el mismo Keynes aclaró que Ignoraba si dicha política funcionaría con una fiscalidad del 25%. Entonces no llegaba al 10% y Europa, hoy, ya ha excedido hace tiempo el 55% de Fiscalidad Total sobre el contribuyente promedio.

    Keynes estaba en lo cierto: Sus recetas –que ya había usado Tiberio en Roma– dejaron de funcionar en los años 70 y hoy solo ayudan a Retrasar el Colapso del Sistema Social como estamos viviendo en directo.

    Hoy, como entonces, el problema es la incapacidad de un estado inmenso, que no deja espacio a las personas y que está en la fase terminal de Generación de Rendimientos Negativos agregados.

    Eric Reinert, «La globalización de la pobreza». 2007. Ed. Crítica.

    Saludos

  5. Pues sí, es Trumpismo puro y duro el que está haciendo el PNV. Señalar a los demás de fake-news cuando los datos públicos no le dan la razón.

    Según los datos de ejecución presupuestaria del Gobierno Vasco, los datos aportados por EH Bildu son CORRECTOS

  6. Para ser el unico partido «nacionalista» de la nacion te veo un poco obsesionado con los boltxes, Joseba.

    Complejo, ira, odio? Valores poco humanistas…

  7. Contrastar con Merodio (Deia ) , Vizcaino etc…Trampismo puro .

    Ninguna inversión, apenas gasto corriente
    EH Bildu ha revelado esta semana que en Salud y Educación Lakua no ha ejecutado ni siquiera el mismo montante que el año anterior, a pesar de la pandemia. El
    consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, respondió airado, asegurando que en Sanidad se ha ejecutado un 7% más que en 2019, aunque los datos públicos
    dicen que no. Se le olvidó mencionar que este año tiene
    presupuestos aprobados con Podemos y el anterior eran
    prorrogados. En Educación han invertido menos aún,
    «debido al confinamiento». Pero asegura que gastarán.
    ¿Cuándo? ¿En qué? Han pasado seis meses desde mayo.
    Abonar los gastos de mantenimiento y algunos extra,
    mientras se espera a una vacuna milagrosa y a que la
    cosas vuelvan a ser como antes, es suicida. Hacen falta
    inversiones y, en algunos sectores, incluso reconversiones. Es hora de actuar, de hacerlo bien y a tiempo. Y ese
    tiempo no son las Navidades, es ahora.

  8. JELen agur

    Vuelve el reportero embustero con sus copia-pegas por doquier.
    Vaya lata.

    Qué será lo que quiere aportar? No se sabe.

  9. El que si que vuelve es Evo, tras un año de exilio por el golpe fascista de Añez, que costó muchas muertes. Esperemos que los golpistas de extrema derecha, paguen por sus crímenes una vez reestablecida la democracia en el pais.

  10. JELen agur

    Sí que nos hace ilusión que vuelva Evo.

    Le tenemos preparada una habitación en un hotelito con encanto….antes del juicio.
    Ahora el MAS intentará anular el juicio?
    Los que dan golpes de estado deben pasar por vicaria. No creéis?
    Veremos a ver lo que es a paz de hacer Andronico y cia. Vaya tropa…

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