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Recensión de “La voluntad del Gudari. Génesis y metástasis de la violencia de ETA” (2)

Imanol Lizarralde

3) Un socialismo nada ambiguo

Y es que Gaizka Fernández Soldevilla no entra en las complejidades de la crítica de los ideólogos de ETA al nacionalismo del PNV, que no es reductible a una mera gradación entre moderados y radicales o entre activistas y pasivos, ya que entraña una crítica a la generalidad del movimiento antifranquista. Es el planteamiento que recoge Onaindia y que hace extensivo a los dirigentes de la ETA que en 1968 comenzaría a matar[1], en el que ETA constituiría una parte de “la vanguardia de las masas populares[2]”.

Según esta perspectiva, ETA –que enlaza con el nuevo movimiento obrero español y concretamente las Comisiones Obreras- conformaría un tipo de política dedicado a derribar al franquismo, y no a esperar que este se acabara, por la muerte biológica del dictador. En este supuesto, Onaindia lo deja bien claro, “volveríamos en el mejor de los casos a la Euskadi anterior al franquismo”, cosa no deseable. ¿Por qué? Porque el modelo de ETA, al igual que el de toda la extrema izquierda antifranquista, era contrario al de una democracia parlamentaria, que, en todo caso, era un paso instrumental a otro modelo de tipo revolucionario[3].

Antes de entrar en la naturaleza de ese modelo, cabría destacar un aspecto, como es el aludido por Aulestia en eso que menciona como “la recreación” de una “sublimación del gudari”. El autor deja bien claro que el título de su libro “no hace referencia a los auténticos gudaris, los de la Guerra Civil, sino a los miembros de la banda y su autopresentación como nuevos gudaris[4]”. Aulestia repone que “la sublimación del gudari” (la creación de una nueva figura con la forma lingüística de otra anterior) fue una construcción realizada por su propia generación.

Ya hemos citado la alusión de Gaizka Fernández al “tercermundismo” introducido por Krutwig, al “lenguaje marxista” que barnizaría superficialmente la narrativa aranista y al “socialismo ambiguo” que caracterizaba el modelo de ETA. En cuanto al “tercermundismo” de Krutwig es necesario remarcar que presuponía la asunción, por parte de ETA, de la ideología del “nacionalismo revolucionario” que era la predominante en los llamados “movimientos de liberación nacional” del tercer mundo que abundaron en la época postcolonial y que abarcaron toda la época desde la guerra de Argelia hasta la del Vietnam pasando por la experiencia del castrismo cubano. Pues bien, según Krutwig, ETA constituiría el primer ejemplo de la aplicación de este modelo en la Europa desarrollada[5]. Este supuesto es confirmado por la propia declaración del líder de la V Asamblea de ETA, José Antonio Etxebarrieta en carta leída en el Primer Congreso Tricontinental de La Habana en 1967 (donde se reunieron 27 organizaciones armadas de todo el mundo), proclamando que gracias a ETA, Euskadi, “está llamada a ser la Cuba de Europa Occidental, y el punto de partida de su revolución[6].

En cuanto al socialismo definido en la asamblea citada, los Presos de Burgos, al contrario de lo que dice Gaizka Fernández, lo definían sin ningún tipo de ambigüedad: “no hay ningún tipo de duda en cuanto al tipo de socialismo que definimos: ni humanista, ni reformista, ni nada por el estilo: marxista-leninista[7]. Este supuesto es confirmado posteriormente por el propio Onaindia (uno de los más destacados Presos de Burgos y también redactor del documento) que no tiene reparo en reconocer que, en referencia a esa Asamblea que “estaba claro que los documentos que me habían pasado en los que se recogían los planteamientos de la organización tenían una clara inspiración leninista, que representaba una ruptura abierta con los postulados tradicionales del nacionalismo[8]”. Otro de los ideólogos de ETA, Emilio López Adán, reafirma la ruptura de ETA con los valores esenciales del nacionalismo vasco desde la perspectiva de lo que el llama el “marxismo universal”[9].

De esta manera, podemos comprobar que la ETA que iba a comenzar a matar y de la que es heredera la actual izquierda abertzale, no hacía un simple barniz de lenguaje ni recogía un modelo socialista ambiguo. Pues era algo connatural a los “movimientos de liberación” (y así se definió ETA ya desde su IV Asamblea) la conjunción dialéctica entre el nacionalismo y el socialismo marxista-leninista que derivaría en un movimiento de carácter político-militar, bajo los auspicios del concepto de “guerra revolucionaria” (citado por el propio Gaizka Fernández que recoge una mención de Julen Madariaga al respecto[10]). Es evidente, que en el pensamiento de Sabino Arana no hay ni rastro de la “guerra revolucionaria” ni de la teoría bélico-política derivada de ella. Y que, por tanto, los líderes de la V Asamblea de ETA, como lo reconocen (Euskadi “está llamada a ser la Cuba de Europa Occidental”) lo adaptan de las experiencias de los “movimientos de liberación” del tercer mundo, en sus propios términos ideológico-prácticos.

4) Forma nacional y contenido socialista

Mario Onaindia hace una excelente descripción autobiográfica de esta época, donde, además, niega el propio concepto de “nacionalismo radical” como el eje de las “emociones tractoras” de ETA:

Y en esta nueva lucha la vida estaría llena de sorpresas. Porque, al tiempo que recibíamos el rechazo de los fariseos nacionalistas, teníamos el apoyo de nuevos sectores sociales movidos por la solidaridad hacia los revolucionarios perseguidos. Era una sensación nueva y original, que nada tenía que ver con la mística y la identificación próxima al panteísmo que podía representar el nacionalismo radical. Al contrario, tenía que ver con el ascetismo más profundo. Teníamos que desnudarnos de todos los privilegios que nos ofrecía el sistema para llegar a ser su pura negación y sobre ese rechazo ir tejiendo una sociedad distinta que nada tuviera que ver con el capitalismo[11].

Esta es la verdadera naturaleza de lo que Gaizka Fernández denomina como “mística del tormento heroico[12]” que sufre voluntariamente el militante de ETA a la hora de llevar a cabo sus acciones. La “pura negación” marxista que se tradujo en la propia inmolación y en el asesinato político para tejer lo que Onaindia define eufemísticamente como una “sociedad distinta” al capitalismo.

En cuanto a la figura del “gudari”, Onaindia proclama que “el mejor abanderado de estos planteamientos no podía ser otro que Che Guevara”, el héroe reconocido de los militantes de ETA. Él ha sido la auténtica fuente de inspiración y emulación constante para gente como Soares Gamboa, Arnaldo Otegi y otros tantos cientos de activistas de la organización armada durante toda su historia. Para estos hombres, mecidos en la épica revolucionaria en un momento de máxima expansión de los “movimientos de liberación nacional” revolucionarios a lo largo del mundo, la figura de Arana o de los gudaris del 36 necesariamente era una referencia de ineficacia y de anacronismo. Ellos, los militantes de ETA, eran los heraldos de los nuevos tiempos y se alzaban en la cima de su ola. Como afirma con orgullo Onaindia:

«Un sector social marginal, en Cuba un puñado de guerrilleros, en París los estudiantes, en Euskadi unos cuantos militantes, éramos capaces de poner en jaque a los gobiernos y obligar a los trabajadores a tener que definirse, a “posicionarse”, como empezaba a decirse, o con el poder o con los revolucionarios»[13].

Desde esta perspectiva, la lucha armada se erigía en un instrumento de polarización social en el que la acción de la organización revolucionaria pretendía posicionar a la sociedad a favor o en contra. Nuestro autor no menciona este elemento estratégico consustancial al proyecto de lucha armada aprobado en la V Asamblea, derivado del concepto de “guerra revolucionaria”.

En esa Asamblea se acepta el concepto de “nacionalismo revolucionario” como conjunción de dos factores, el nacionalismo o la idea nacional y el socialismo marxista-leninista. ¿Cómo realiza ETA el enlace entre esas dos dimensiones? Lo dice claramente en un texto de 1972: “por una parte la herencia cultural, la formación psíquica, el idioma, determinarán en gran medida la visión que un pueblo tiene sobre el mundo”. Aquí ETA reflejaba la identificación entre “superestructura”, “cultura” y “conciencia nacional”. Y, llevando la reflexión hasta su culminación coherente, “sin embargo, la pertenencia a una u otra clase influye de tal modo en la concepción del mundo que el aspecto anterior queda en un segundo plano”. El texto de ETA concluye remarcando: “queremos, como dice Stalin, CULTURA POPULAR SOCIALISTA POR SU CONTENIDO Y VASCA EN SU FORMA[14]. De esta forma, ETA asumía sin ambages la amalgama marxista-leninista entre nación y revolución que, como afirma el Nobel polaco Czeslaw Milosz, era común para los países comunistas[15].

La consecuencia de este maridaje dialéctico consiste en que la forma nacional siempre está al servicio del contenido socialista. Pongamos un ejemplo del mismo texto de Gaizka Fernández: “Tampoco fue casualidad que los etarras juzgados en el Proceso de Burgos (1970) se enfrentaran al Tribunal entonando el Eusko Gudariak, con lo que alegóricamente se declaraban sucesores de los soldados de los batallones abertzales de la Guerra Civil[16]. Esos mismos presos afirmaban que:

«(…) no existe una primera lucha por la independencia de nuestro país y luego otra lucha de liberación social sino que ambas son una misma y única lucha, forman parte de un mismo y único proceso, puesto que en la lucha no se participa como “vasco en abstracto” sino como vasco que pertenece a una clase determinada y que, por lo tanto, pone en juego desde el primer momento unos intereses económicos de clase concretos»[17].

Los Presos de Burgos se declararon, frente al Tribunal, marxista-leninistas, solidarios con la clase trabajadora española y unieron el nacionalismo revolucionario con el internacionalismo proletario[18]. El Eusko Gudariak era la forma nacional y el socialismo marxista-leninista el contenido.

Dentro del proceso real que nuestro autor califica como “vampirización” de la memoria de los gudaris, así como de “otras muchas cosas[19]”, esto cumplió la función histórica de representar la forma nacional. Tal referencia fue de utilidad a la hora de recoger adeptos de las bases sociales nacionalistas. Pero tanto las emociones tractoras, como el tormento heroico, como la narrativa –que era narración contemporánea de héroes revolucionarios como el Che Guevara- así como la propia ideología y la organización derivada de la misma (el movimiento de liberación nacional político-militar) eran adaptaciones de modelos internacionales, vigentes en el mundo, que respondían a una determinada coyuntura de globalización política. De esa manera, ETA podía afirmar que “en Euskadi la lucha de clases toma la forma de la lucha por la liberación nacional[20], expresando de forma clásica y contundente la relación entre la forma nacional y el contenido socialista de su naturaleza.

La cuestión nacional vasca se pretendía vincular a un determinado modelo social y de organización así como a un ámbito geopolítico radicalmente contrario a la opción del nacionalismo vasco histórico. Digamos también que el término de “nacionalismo radical” utilizado por Gaizka Fernández (y que Onaindia rechaza) no corresponde al fenómeno de la izquierda revolucionaria vasca, que, en sus orígenes, se aplicó a sí misma el de “nacionalismo revolucionario”. Más o menos hacia 1979, también ese término fue rechazado, por las razones que nos cuenta Jokin Apalategi en cuanto a que “no está de más recordar que el MVLN, es así como se autodenomina el nacionalismo vasco de nuevo cuño, prefiere el término abertzale o abertzalismo en sustitución del término nacionalismo, dado que este último desde finales del siglo XIX llegó a entenderse como doctrina que considera la nación el hecho fundamental y la finalidad suprema[21]”. Para la visión dialéctica de la izquierda revolucionaria vasca, “el nacionalismo” no era la finalidad suprema, porque el internacionalismo era otra dimensión de su propio modelo. Euskadi sólo podía ser redimida por una revolución socialista unida a otras revoluciones. Esta es la clave que Gaizka Fernández desatiende y que constituye el núcleo del objeto que pretende examinar.


[1“Tenía la impresión de que ya sabía que iba a ocurrir en caso de que se impusiera la estrategia del resto de los partidos políticos antifranquistas: que volveríamos en el mejor de los casos a la Euskadi anterior al franquismo, en medio de una profunda escisión entre progresistas y la causa de la libertad del pueblo vasco. Aquella gente de ETA andaba buscando otra Euskadi y, encima, se estaba jugando el pellejo en esta tarea porque a la vez habían encontrado la respuesta a la cuestión fundamental: como combatir al franquismo durante todos los días de nuestra vida… Cualquiera que intentara vender la expectativa de que el régimen pudiera evolucionar de una manera tranquila a la democracia no solo era un estúpido, sino que se convertía en cómplice de la dictadura franquista” (Onaindia, op., cit., p. 229-30).

[2“Me sentía persuadido de que todo lo relacionado con Comisiones Obreras y las escuelas sociales era francamente fantástico y una vía por la que sin duda los trabajadores alcanzarían no solo a derrotar al franquismo, sino que también serían la vanguardia de las masas populares; pero también compartía a mi manera la desconfianza generalizada en que se pasara de una manera sencilla de la lucha economicista a la pelea política, por lo que era partidario de que los revolucionarios o los rebeldes no nos quedáramos simplemente esperando a que el conjunto de la población saltara resueltamente a la arena política y diéramos la batalla por nuestra propia cuenta” (Ibidem, p. 22-3).

[3] Como dice José Antonio Pérez, “durante los últimos años de la dictadura la oposición al régimen en el País Vasco fue muy activa, pero buena parte de las organizaciones políticas de la izquierda, incluidas las abertzales más radicales, rechazaban el modelo democrático liberal. Prácticamente todas las organizaciones de uno y otro signo, desde las más moderadas a los grupos más extremistas de corte marxista, maoísta o trostkista, reivindicaban la democracia, pero esta quedaba incluida –y casi diluida- dentro de un amplio paquete de reivindicaciones que abarcaba desde “los derechos del pueblo vasco” hasta “la toma del poder por la clase obrera”, sin que la exigencia de un sistema democrático apareciera como un objetivo específico ni prioritario . En realidad, muchas de estas organizaciones, influidas por los procesos de liberación nacional que se habían producido en el ámbito internacional durante las últimas décadas, pero también por cierta cultura política que provenía de antes de la época republicana, concebían la democracia desde una perspectiva puramente instrumental. Desde esta perspectiva, la reivindicación de una democracia constituía solo un medio para alcanzar los verdaderos objetivos: la liberación nacional, la liberación social, o ambas cosas a la vez. Las consecuencias de esta situación marcarían los comportamientos políticos durante los convulsos años de la transición. La democracia no se concebía para muchos sectores como la forma política capaz de expresar la voluntad ciudadana, sino como un medio para desarrollar sus respectivos idearios políticos. Esta perspectiva alimentó los maximalismos en aquellas formaciones que proponían cambios inmediatos, contundentes e irreversibles, difícilmente compatibles con los criterios de una democracia occidental” (op., cit., p. 55).

[4] GFS, op., cit., p. 21.

[5“Sólo con la aceptación del sistema nacionalista expuesto por Sarrailh nació por primera vez en Euskalherria, y se puede decir en la Europa occidental, un movimiento nacionalista revolucionario” (Heiko Sagredo de Ihartza –seudónimo de Federico Krutwig- , Vasconia y la nueva Europa, Oldar, 1976, Anglet, p. 57-58).

[6] José Manuel Azcona, Matteo Re, Guerrilleros, terroristas y revolución (1959-1988). Identidad marxista y violencia política de ETA, Brigadas Rojas, Tupamaros y Montoneros, Thomson Reuters Aranzadi, 2015, Pamplona, p. 80.

[7] ETA: Documento de los presos de Burgos”, 1971, p. 5.

[8] Onaindia, op., cit., p. 249.

[9] “Fue la desmitificación del nacionalismo jelkide el eje intelectual del pensamiento crítico. De esta manera, la ruptura ideológica maduró con la crítica cultural. Esa desmitificación dejó encima de la lucha contra el estado todo el desmontaje de la ideología jelkide. Era una perspectiva subversiva contra los valores conservadores que el nacionalismo compartía con el franquismo y también subversivo como denuncia contra la base democristiana del nacionalismo. Buscando fundamentos populares para el abertzalismo, se topó con el marxismo universal. En este trayecto, ETA encontró audiencia en las aguas de la cultura”. Emilio López Adan, “Hace 25 años: la universidad para la subversión”, Uztaro, nº 23, 1997.

[10] “Nuestra GR (Guerra Revolucionaria) no va dirigida a individuos aislados, sino a toda la masa vasca… Moviliza todo su trabajo, todas sus reservas de voluntad, de entusiasmo, de indignación y de cólera, de odio y de entrega total a la causa; estimula su moral, crea su confianza y multiplica su rendimiento.” (GFS op., cit., pág 43).

[11] Onaindia, op., cit., p. 253.

[12] GFS, pág 37.

[13] Onaindia, op., cit., p. 307.

[14] El texto prosigue: “¿Qué es la cultura nacional bajo la dictadura del proletariado? Es una cultura socialista por su contenido y nacional en su forma, teniendo que educar a las masas en el espíritu del internacionalismo”. ETA: Hautsi nº 1 (Agosto 1972), Documentos Y, op., cit., Vol. 16, p. 328.

[15“Siempre debe tenerse presente el objetivo final, que es la mezcla de todas las naciones en un solo conjunto. A tal fin, hay que extirpar el nacionalismo. El nacionalismo descansa en la convicción de que la cultura nacional es la expresión de un contenido nacional en forma nacional; en tanto que todo el mundo sabe que el contenido de las culturas nacionales ha tenido hasta ahora un sentido de clase. El antídoto contra el nacionalismo es la fórmula siguiente: cultura de forma nacional y de contenido socialista”. Czeslaw Milosz: El pensamiento cautivo, Tusquets, 1981, Barcelona,  p. 279.

[16] GFS, p.39.

[17] Jokin Apalategi, Sociología de una nación en movimiento, op., cit., p. 171-172. Cita de un fragmento del Documento de los Presos de Burgos al Biltzar Ttipia de ETA (1-1-1971).

[18“Josu Abrisketa declara que la clase protagonista de la revolución vasca debe ser el proletariado. Itziar Aizpurua expone la represión cultural y lingüística que sufre Euskadi, y el papel de igualdad con el hombre que corresponde a la mujer en la lucha revolucionaria de su pueblo. Víctor Arana expone la situación de indefensión ante el régimen del obrero vasco. Julen Kalzada afirma que el Evangelio le exige situarse del lado de los oprimidos y contra la represión, y denuncia la separación carcelaria de los curas con los restantes presos. José Antonio Karrera expone la opresión capitalista que sufre Euskadi, y denuncia los obstáculos que levantan en las cárceles a sus padres –que sólo expresan bien en euskera- para comunicarse con él. José María Dorronsoro descubre la ayuda que presta el pueblo a ETA, y declara ser enemigo a muerte del racismo. Arantxa Arruti describe el papel que juegan en el despertar cultural del pueblo las escuelas sociales. Eduardo Uriarte se declara marxista-leninista, describe el carácter anti-terrorista de ETA y expone la hermandad de sus militantes con el pueblo español. Gregorio López Irasuegui se declara prisionero de guerra, y afirma la existencia de una lucha entre el fascismo y el pueblo (…) Xabier Larena afirma que el nacionalismo de ETA es revolucionario y va de la par con el internacionalismo proletario, precisando que son vascos todos cuantos venden en Euskadi su fuerza de trabajo. Jokin Gorostidi afirma que llegó a una actitud revolucionaria tras haber agotado todos los cauces legales en su actuación como representante sindical; describe sus contactos con todas las capas populares; expone que ETA lucha contra los símbolos del terror fascista y que se inspira en el internacionalismo proletario; afirma, en fin, que por la revolución vasca está dispuesto a entregar su vida (…) Mario Onaindia (…) tras poner de manifiesto la falta de concisión de las preguntas del Fiscal, expone una vez más la identidad entre nacionalismo revolucionario y el internacionalismo proletario”. Francisco Letamendia “Ortzi”, Historia de Euskadi, p. 367.

[19] GFS, p. 21.

[20] ETA, Carta a los Makos, 19-5-1970.

[21] Jokin Apalategi: Sociología de una nación en movimiento, Instituto sobre nacionalismos comparados, 1993, San Sebastián, p. 175.

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28 comentarios en «Recensión de “La voluntad del Gudari. Génesis y metástasis de la violencia de ETA” (2)»

  1. La compañía Jaizkibel ha ofrecido una rueda de prensa en Hondarribia en la que han advertido al Ayuntamiento, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Lakua de que «no podemos esperar al septiembre del año que viene para sentarnos, ya es hora de afrontar lo que ocurrió el sábado y de empezar a trabajar» para solucionar el conflicto del Alarde.

    Relacionado con el M8 …

  2. El otras veces prolijo alias no dice nada acerca del artículo y nos viene con lo del alarde de Hondarribia.

    ¿Tan mal están las cosas en la izquierda abertzale?

  3. Pienso que es importante subrayar la coherencia de la izquierda abertzale desde que ETA comenzó a matar.

    La decisión del asesinato no se debió a la escucha de unas voces ancestrales, al estilo de la tesis de Juaristi y Soldevilla, sino porque en aquel entonces la izquierda internacional pretendía romper con el monopolio de la fuerza de los estados en occidente.

    El franquismo tenía la gran virtud de ser una dictadura y, por tanto, la decisión de tomar las armas en nombre de la revolución era menos problemática.

    Hay que decir que los dirigentes de ETA, cuando llegó la democracia y las elecciones en las que iban a participar, se curaron en salud y para convertir la lucha armada en un recurso interminable, entraron en ese periodo matando a más gente que nunca.

    Dentro de algunos años podremos decir ¿cómo es posible que tantos historiadores profesionales defendieran la tesis de que ETA y la izquierda abertzale seguían el pensamiento de Arana Goiri?

  4. Muy bien Lizarralde que le calza una patada en el cielo de la boca a Gaizka Fernandez!… Lo unico que seguimos con el problema de que ETA insiste en definirse como defensora de la clase trabajadora vasca y nos crea un problema tal que ni leyendo a los polimilis y sus raros textos conseguimos demostrar que ETA y la IA no sean abertzales.

  5. Estimado Victor:

    El término abertzalismo hay que entenderlo en la perspectiva forma nacional/contenido socialista cuya expresión es la independencia y el socialismo.

    La Izquierda Abertzale se niega a usar el término nacionalista pero asume el de abertzale porque quiere darle ese significado en el que se conjuntan lo nacional-formal (la independencia) y el socialismo-contenido.

    Eso tiene un significado muy preciso: mientras el nacionalismo del PNV defiende algo que es tradicional en el sentido en el que liberales y carlistas vascos asumían la restauración foral, la restauración de las instituciones originarias, que en parte ya ha sido efectuada, para la Izquierda Abertzale la independencia es simplemente un horizonte de ruptura revolucionaria.

    El radicalismo, como quiero dar a entender en el artículo, es el anzuelo que va a atraer a nacionalistas deslumbrados por el objetivo formal de la independencia.

    Pero la Izquierda Abertzale plantea también su propio gradualismo: la independencia no es un objetivo inmediato sino que tiene que ir acompañado de algunos pasos cuyo objetivo es el de la «hegemonía» del Pueblo Trabajador Vasco, la que en términos marxistas se entiende como «clase para sí» y que es identificada con la propia Izquierda Abertzale y sus aliados en cada coyuntura.

    Por tanto, la independencia es instrumental respecto a la hegemonía y esta no puede traducirse mas que con una etapa previa donde aquella se vaya a realizar.

    Eso significa que el término de abertzalismo tal como lo entiende la Izquierda Abertzale es divisivo del pueblo vasco ya que la hegemonía tiene que conseguirse en contra del PNV, arrebatándole su hegemonía.

    Un saludo.

  6. alias no se van tanto x las ramas …
    Sin duda la compañía Jaizkibel está al servicio de la lucha de la IR.

  7. Es actualidad :

    Los 26 acusados, divididos sobre si reconocer o no la trama De Miguel

    El mayor juicio reciente por corrupción en Euskal Herria (450 años de cárcel en juego) entra en fase decisiva el lunes si antes no hay acuerdo con la Fiscalía. Esta opción es difícil por la existencia de 26 acusados y también porque supondría reconocer una trama corrupta siempre negada, dejando en evidencia a un PNV que ha defendido su inocencia.

  8. Tras un lago abrazo con el alcalde de Errenteria, Julen Mendoza, que le ha precedido en el uso de la palabra, Cedillo ha asegurado que se ha encontrado «reconfortado» en esta tierra a la que ha vuelto para «despejar el borrón en el mapa físico y de sus emociones» y que lleva sin pisar 36 de sus 39 años. El Mundo .

    Antonio Cedillo también ha puesto en valor al alcalde de Errenteria, al que ha calificado como una persona que está dando «bastantes pasos» en su municipio, que él desconocía y que están en consonancia con lo que Cedillo ha traído hoy. «La verdad no tengo palabras, porque no es que no lo esperara, porque yo de alguna manera vengo buscando personas, pero esa es la parte que me llevo mucho más, esos gestos que normalmente otras personas no verían o creen que no son posibles, están siendo posibles, y creo que para mí eso es muchísimo más importante», ha manifestado. la localidad industrial de Rentería ha pasado de ser un icono de la violencia a convertirse en un lugar en el que creer en la convivencia. El Pais .

    José Miguel Cedillo, víctima de ETA, y Julen Mendoza, alcalde de Errenteria, han protagonizado un inédito gesto por la convivencia y han sido los principales actores de un emotivo acto que ha contado con la representación de todo el arco político. Naiz . El homenaje ha contado con el respaldo del Ayuntamiento de Errenteria cuyo alcalde, Julen Mendoza (EH Bildu), ha colaborado activamente con la familia en la organización del homenaje. Mendoza, así como la portavoz de EH Bildu en el Parlamento vasco, Maialen Iriarte, han estado presentes en el acto, al igual que representates del resto de partidos políticos. También ha estado presente el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka. El correo

    Deia , Noticias de Gipuzkoa…? Como sois ¡¡

  9. La pequeña diferencia; en el PNV a un presunto culpable se le deja sin afiliación y se le aparta de las responsabilidades orgánicas; en Sortu al asesino, no arrepentido, de una excompañera de la “organización” se le incorpora a la dirección y se le nombra responsable del colectivo de los presos.

    El PNV siempre va a los actos de reconocimiento de las victimas aunque lo organice, caso de Errenteria, un acalde de Bildu; asiste con una representación cualificada, dejando claro su apoyo a la iniciativa. Ehbildu, si el reconocimiento lo hace un alcalde del PNV, caso Zarautz, no asiste cualificadamente y además prohíbe a sus concejales que apoyen la moción de reconocimiento a la víctima. Y por supuesto no reconocen que fue injusta la lucha armada de ETA.

  10. El PNV es demócrata en forma y contenido y los reboltiboltxes son rupturistas / fascistas en forma y contenido.

  11. No menos estimado Imanol,

    Insistes en considerar que el abertzalismo es una pura bandera de conveniencia de ETA y por ende de la IA lo que te obliga a efectuar unas piruetas dialécticas tan arriesgadas como las del señor Gaizka Fernandez si bien, admitámoslo, no llegas como todos los chicos de ex Vascopress a pretender colar tus textos como canónicos (según los baremos de la UPV (sic)). Sería mucho más simple que admitieras que socialismo y abertzalismo (ay) son dos cláusulas de cierre para el MLNV, irrenunciables e inconcebibles la una sin la otra, de tal modo que no habrá socialismo sin independencia ni soberanía sin que el pueblo vasco abrace el socialismo. Pero de ahí a considerar que son meros anzuelos es una caricatura en la que nadie del MLNV se reconoce.

  12. Estimado Victor:

    No hago ninguna pirueta dialéctica. La pirueta dialéctica es considerar, como tu mismo lo haces, que la independencia y el socialismo son diferentes caras de la misma moneda. Que lo nacional (la independencia) y lo social (el socialismo) son parte del mismo esquema ideológico-estratégico.

    Para mí (y para ti me imagino que también y si no, me corriges) eso significa que hay una ruptura esencial entre el nacionalismo del PNV, cuya base es la restauración foral y la concreción del proyecto ilustrado del irurak bat, y la concepción nacional de la Izquierda Abertzale, para la cual la independencia significa ruptura con el sistema capitalista.

    Desde esta perspectiva me parece evidente que la radicalidad nacional es un anzuelo para pescar nacionalistas radicales que no tienen por qué compartir el contenido anti-capitalista-marxista de la Izquierda Abertzale. Un ejemplo de las consecuencias de esta radicalidad la vemos en el caso catalán, en el que la declaración de independencia no consigue la independencia pero si la eliminación de la autonomía y la confrontación en el seno de la sociedad catalana.

    Ese esquema es muy deseable para la Izquierda Abertzale pero no significa otra cosa que la contradicción nacional sea una herida permanentemente abierta. En busca de la ocasión de un cambio que, de darse, tiene que ocurrir a lo largo de todo el Estado español, en alianza con la extrema izquierda española.

    Con lo cual la supuesta independencia sigue subordinada a la agenda revolucionaria de unos grupos para los que lo nacional es acicate para un determinado programa revolucionario de ámbito español.

    Un saludo.

  13. A mi me parece que si las haces y desde luego que alguien que, como tú, ha pasado tanto rato escudriñando los textos del MLNV tendría que saber de sobra que es una constante considerar que la independencia vendrá de la mano del pueblo trabajador vasco, si vasco, no de ámbito español como el tinglado estatutario de la Moncloa.
    La ruptura con el supuesto nacionalismo jeltzale es perfectamente legítima, es más, no entiendo porque habría de ser el anticomunismo, la delación y la colaboración con las satrapías sudamericanas del PNV un valor a defender y el socialismo vasco, en cambio, un extranjerismo. Me parece que son cuentos de curas como, a veces por esta página, el padre Joseba nos previene contra las malas influencias de las ideas extranjeras.

    En cualquier caso la ruptura, la búsqueda de alianzas o incluso de gobiernos mas proclives en avances es, de nuevo, tan legitimo como la estrategia contraria de buscar gobiernos de derechas mas proclives a mantener el estatus quo nacional de postergación ante España pero al menos tengamos la honradez intelectual de señalar quienes se revisten con la bandera para mantenerse en el pesebre (no la bandera del féretro del Lehendakari Agirre, la misma que llevaron los gudaris en la IIGM, esa la perdieron los jeltzales en algún momento de los noventa, seguramente pensaron que era un trapo viejo).

  14. JELen agur

    La independencia socialista no llegará nunca. Este es un país lo suficientemente democrático como para evitar esos desmadres tiránicos.
    Y Euskadi será lo que diga el pueblo, tarde más o menos. No lo que diga parte del pueblo. Menos una minoría consciente, que la mayoría no sabe de qué va ese rollo soziata.
    Para ello habrá que poner en acuerdo a todo el pueblo, no enfrentarlo. Porque entonces ocurre el desastre.

    Y eso lo liderará ahora y en adelante, como hasta ahora ha sido, a pesar de las hordas antidemocraticas franquistas y socialistas, por el PNV.

    Los demás, han mostrado tan reiteradamente sus intenciones totalitarias, que no generan ninguna confianza, pese a que lleven el engaño y la traición de Bergara en la sangre.

  15. Estimado Victor:

    Por ahí te han puesto algunas citas de Argala, jefe e ideólogo de ETAm: la revolución vasca y el Pueblo Trabajador Vasco no están aislados, están en conexión con la revolución española y el Pueblo Trabajador Español. De hecho, los actuales líderes de la Izquierda Abertzale no dejan de mirar a España y Cataluña y pedirnos que sincronicemos los relojes con un proceso externo.

    El proceso estatutario es particular y producto de una negociación entre el Estado y los representantes vascos para recuperar una institucionalidad vasca arrebatada injustamente.

    El PNV, por supuesto, apoyó a los aliados de ideología democrática, tanto en EEUU, como en Francia, como en Inglaterra, en su lucha contra los nazis. Y se posicionó con ellos en contra de Josef Stalin y sus aliados. Fue coherente en su ideología democrática y en su lucha contra el totalitarismo, tanto nazi como estalinista.

    El socialismo vasco no es más que una ideología marxista-leninista, importada por revolucionarios vascos formados en París, como eran los hermanos Etxebarrieta, que la aplicaron en Euskadi, con los resultados que todos ya conocemos. El PNV nace del fuerismo liberal y carlista, que son producciones propias.

    Me parece muy lógico que la Izquierda Abertzale quiera aliarse con los partidos españoles y catalanes más proclives a sus convicciones revolucionario-rupturistas. Mientras tanto, el PNV pacta con el PP y con el PSOE lo mejor para Euskadi, sin tener que esperar a las calendas griegas de una revolución que haga que caiga del cielo nuestra liberación nacional.

    José Antonio Agirre hubiera estado orgulloso de lo que el PNV ha conseguido para Euskadi tras su muerte. Me da la impresión de que el Lehendakari Iñigo Urkullu es fiel y destacado continuador de sus principios.

  16. No considero yo, Imanol, que nadie me ponga a mi ningún texto de Argala y mucho menos podemos, ni tu ni yo, tomarnos en serio esas extracciones que si algo demuestran es la extraordinaria incapacidad del tal Kungfu para efectuar un análisis de texto básico. Pero vamos que si vuestra posición es que el MLNV es español porque está en conexión con no sé qué revolución socialista española no puede haber mayor absurdo e impostura, estáis combatiendo molinos de viento, es más, como podéis criticar a Otegi por pedir aunar esfuerzos soberanistas con Catalunya cuando a día de hoy el PNV liga los avances de la estafa estatutaria a los avatares electorales españoles y a fiar la transferencia, importante sin duda, de los profesores de religión a que sus votos sean necesarios para el Aznar de turno en la Moncloa?.
    Pero como aun hoy podemos estar… perdón, podéis, estar dándole vueltas al asunto de las ideologías extranjerizantes?. Qué partido no lo es?. No es, por ejemplo, el PNV un partido conservador sin que en sus filas haya un Burke o un Schmitt que sea padre de la idea?. No es liberalista en lo económico?. No termino de entender el reproche, si nuestro pueblo esta sometido a las reglas de explotación capitalistas se le puede reprochar querer liberarse de ellas negando el capitalismo mediante el socialismo?.
    Si es lógico que la IA busque su camino explorando cual es el mejor momento, cual es el reproche?. Yo creo que a veces perdeis un poco el camino y con tantas referencias os olvidais de la principal, de la que explica el origen y el ser del MLNV:
    “Hoy, frente a la doble solución –pequeño-burguesa vasca o socialista española– que se le presentaba al Pueblo Vasco en el primer tercio de siglo, un sector de la clase trabajadora está en condiciones de ofrecer una tercera vía: la revolución socialista vasca”.

  17. Imanol, te respondi esta mañana, al parecer el comentario merece ser moderado, ya te diran cuando lo dejen pasar.

  18. No considero yo, Imanol, que nadie me ponga a mi ningún texto de Argala y mucho menos podemos, ni tu ni yo, tomarnos en serio esas extracciones que si algo demuestran es la extraordinaria incapacidad del tal Kungfu para efectuar un análisis de texto básico. Pero vamos que si vuestra posición es que el MLNV es español porque está en conexión con no sé qué revolución socialista española no puede haber mayor absurdo e impostura, estáis combatiendo molinos de viento, es más, como podéis criticar a Otegi por pedir aunar esfuerzos soberanistas con Catalunya cuando a día de hoy el PNV liga los avances de la estafa estatutaria a los avatares electorales españoles y a fiar la transferencia, importante sin duda, de los profesores de religión a que sus votos sean necesarios para el Aznar de turno en la Moncloa?.
    Pero como aun hoy podemos estar… perdón, podéis, estar dándole vueltas al asunto de las ideologías extranjerizantes?. Qué partido no lo es?. No es, por ejemplo, el PNV un partido conservador sin que en sus filas haya un Burke o un Schmitt que sea padre de la idea?. No es liberalista en lo económico?. No termino de entender el reproche, si nuestro pueblo esta sometido a las reglas de explotación capitalistas se le puede reprochar querer liberarse de ellas negando el capitalismo mediante el socialismo?.
    Si es lógico que la IA busque su camino explorando cual es el mejor momento, cual es el reproche?. Yo creo que a veces perdeis un poco el camino y con tantas referencias os olvidais de la principal, de la que explica el origen y el ser del MLNV:
    “Hoy, frente a la doble solución –pequeño-burguesa vasca o socialista española– que se le presentaba al Pueblo Vasco en el primer tercio de siglo, un sector de la clase trabajadora está en condiciones de ofrecer una tercera vía: la revolución socialista vasca”.

  19. Estimado Victor:

    Argala señala en el texto citado que lo que une a los vascos revolucionarios con los españoles revolucionarios es la ideología y la práctica de clase. Y que tiene que haber un mutuo respeto de los diversos marcos nacionales donde se desenvuelve la misma revolución, que es la identidad básica entre ambos.

    La izquierda abertzale es internacionalista y por tanto su referencia es el estado, que es el estado español y el estado vasco autonómico-foral. Son los dos poderes que hay que subyugar como etapa revolucionaria en el camino hacia el socialismo. Esto se haya en contradicción con la visión vasca tradicional nacionalista que residencia el proceso vasco al País Vasco desde el empoderamiento de Euskadi.

    Otegi lo que pide es una acumulación de fuerzas desde tres frentes de lucha, el vasco, el catalán y el español. Una acumulación de fuerzas con vistas a la toma del poder del estado. La visión vasca tradicional plantea la relación entre Euskadi y España sin necesidad de implicarse en cuestiones catalanas o españolas en relación a ese objetivo de toma de poder estatal.

    La práctica nos enseña que Cataluña no sólo no avanza en lo nacional sino que más bien retrocede, habiendo sufrido la anulación de su autonomía y una falsa declaración de independencia que no concita el apoyo del pueblo catalán. Comprendo que para Otegi la división de la sociedad catalana y el guirigay con el estado español en un juego de provocaciones es una hoja de ruta adecuada por generar una herida abierta y un conflicto permanente. Es coherente con la historia de la izquierda abertzale cuyo principio fundamental, como lo decía Jarrai en sus jornadas de Usurbil, es generar más conflicto.

    El PNV nace en continuación con el fuerismo, ideología vasca donde las haya, y ha construido el país en función de esa visión de restauración y devolución de poderes. La izquierda abertzale surge como movimiento de liberación nacional político-militar en mimetismo con las organizaciones armadas revolucionarias de Europa y del tercer mundo. Euskadi tiene una filosofía política propia con la que rompe la izquierda abertzale.

    La visión global de una liberación global en la lucha contra el capitalismo es, efectivamente, una ideología extranjerizante que pretende subordinar las energías nacionales de Euskadi a una lucha que no es la nuestra, por de pronto porque ya conocemos los resultados de esa perspectiva en otros países que para la izquierda abertzale son referencia (Cuba, Venezuela…).

    La llamada revolución socialista vasca está en íntima conexión con la revolución socialista española, tal como Argala nos lo recordaba.

    Un saludo.

  20. Imanol el debate es casi imposible cuando vosotros vivís en una abstracción, estáis en el Titanic con el agua por las rodillas y decís que habéis ampliado la piscina. Pero para abstracción de la buena la que haces de la selección de escritos de Argala (otrosí es porque solo este texto y no cualesquiera otros producidos por ETA –por cual de todas?-). Hace unos años, cuando llegue a esta página os dije que el problema que teníais es que vuestro relato es autoreferencial, todo lo que sucede ocurre para cumplir con vuestro guion.

    No hay mucho que pueda decir, más allá que leyendo el texto que comentamos no se puede deducir que la referencia de ETA, o de Argala, sea España salvo que apliquemos el mismo baremo a Sabino Arana cuando distinguía con el gracejo que le caracterizaba al vizcaíno del castellano. Y me repito, y me aburre repetirme, la pirueta IA=Socialismo=Internacionalismo=Estado=Estado Español=-Estado (sic) autonómico – foral solo garantiza un ostión de campanario que se entiende solo desde la vacuidad jeltzale expresada en el constructo, no me resisto de repetirlo, de “la visión vasca tradicional nacionalista que residencia el proceso vasco al País Vasco desde el empoderamiento de Euskadi” que no significa otra cosa que poner por delante una enorme ikurriña que lo tape todo y que todo lo que pase sucede porque somos vascos y el PNV no es barco, es agua o como dijo Arzallus en su día, “mientras exista el PNV existirá Euskadi”.

    Por otro lado, Otegi dice muchas cosas, muchas de ellas absurdas pero casualidad aquí da en el clavo, hay que acumular fuerzas porque solo un estado vasco soberano garantiza la supervivencia de este pueblo, retomando a Arzallus “este pueblo tiene fuerzas para sobrevivir a una mala constitución” era un aserto valido en 1977 pero ya se ve que no lo es en 2018, en el 77 ETA soportaba y apoyaba a pulso el renacer vasco, hoy lo único que queda es Otegi y Urkullu, poca fuerza para la que se nos avecina con un estado español que sin el acicate de ETA no siente ninguna obligación con el PNV y los fueros. Entiendo que para los jeltzales el estado español es un destino deseable si aquel fuera amable si, como decía Garaikoetxea cuando era del PNV “No somos nosotros los separatistas sino que ellos nos obligaran a separarnos emocionalmente de ese modelo de Es¬tado”. Ha cambiado algo desde entonces?. Casado, Sanchez o Rivera son quienes van a invitaros a uniros emocionalmente con ese estado amable que añoraba Garaiko?.

    Y llegamos al tema del “extranjerismo”. Aquí ya es cuando os sustraéis de la realidad con una gallardía francamente admirable, te atreves a enmarcar el surgimiento de ETA como una forma de mimetismo de las luchas armadas revolucionarias algo tan cierto como afirmar que el PNV surge como uno más de los nacionalismos románticos de finales del siglo XIX con caracteres propios pero perfectamente encuadrable en esos movimientos. Pero es que aun así insistes en que al parecer vivimos en un jardín foral ajeno a sistemas de explotación capitalistas a los que les trae sin cuidado fueros y fronteras en tanto no les discutas su preminencia política, económica y social sin que vuestro folclorismo foral (que me dices de UPN? Es continuación del fuerismo?) le chiste lo más mínimo.

    “Euskadi tiene una filosofía política propia”. Es mentira. Euskal Herria tiene vascos y vascas sobre los que no me voy a poner cursi hablando de la suma de voluntades y la cadenita y otras muy dignas reflexiones. Euskal Herria tiene vascos y vascas cada uno de su madre y de su padre, pero es que ni siquiera como elaboración teórica vale cuando Euskadi, como patria de los vascos, es admitida por todos abertzales y jeltzales y mucho menos se puede aceptar que los taumaturgos del sentir vasco son el partido jeltzale.

  21. «Entre el Pueblo Español hemos encontrado también auténticos revolucionarios que han sabido reconocer la existencia y los derechos de nuestra pueblo; pero desgraciadamente muy pocos. Si los partidos obreros españoles hubiesen sido como ellos, quizá hoy quienes defendemos la independencia de Euskadi hubiésemos optado por otra solución más unitaria»
    (Argala)

    VictorIII, vista » la extraordinaria incapacidad del tal Kungfu para efectuar un análisis de texto básico», muéstranos tu capacidad, cuál es el tuyo?

  22. no admite muchas mas interpretaciones la verdad; si la españolada obrera nos hubiera ayudado en nuestro rupturismo nacional contra el estado español, perfecto. como no, pues fuera. y asi sigue patente, la españolada obrera es refractaria a los libertarismos nacionales; no solo eso, ejercen de colonos aqui.

    al PNV, el PSOE (y a veces el PP) le ha ayudado mucho en la “regeneracion foral” ?

    parece que no…pero ahi seguis con ellos.

  23. Estimado Victor:

    Tengo que repetirte algo que tu sabes de sobra: el socialismo marxista revolucionario de la Izquierda Abertzale es una ideología internacionalista cuya perspectiva es global y local. Dice Ernai en uno de sus textos de formación de 2013: “el proletariado ha creado un método nuevo (…) el materialismo dialéctico (…) El materialismo dialéctico son una gafas. La manera de ponerte esas gafas es la de utilizar las premisas del materialismo dialéctico para acercarte a cualquier tema» (Ernai, Pentsamendu kritikoruntz. 01 Formakuntzako lehen blokea, Otoño 2013, p. 93).

    El «proletariado» o, en este caso, lo que Marx denomina «clase para si» no tiene realmente patria y la demarcación nacional de España y Euskal Herria es para el MLNV lo que se llama un «marco autónomo de lucha de clases». La Izquierda Abertzale, en boca de Otegi, reivindica además el concepto de «ruptura democrática» que era común a los revolucionarios españoles y que presupone una intervención en la toma de poder del estado. La lucha contra el capitalismo lleva aparejada la alianza con la clase trabajadora española o sus representantes revolucionarios.

    Sortu reconoce paladinamente cuales son las raíces ideológicas de la Izquierda Abertzale que «surgió bajo la influencia de los siguientes elementos: la postguerra, los procesos de descolonización, la victoria de las revoluciones de Cuba y de Argelia, el guevarismo y la visión del mundo socialista. Todos esos elementos son fundamentales para la construcción de nuestra identidad política». (Ezker Abertzalearen egokitzapena -Adaptación de la Izquierda Abertzale- Fundación Iratzar, febrero 2015, p 5).

    Ya en los 80 Francisco Letamendia, líder de HB dijo que Euskadi podía ser independiente dentro de un estado socialista español. Hasier Arraiz actualiza esa visión de independentismo de clase diciendo:

    «Nosotros planteamos que el independentismo del siglo XXI no se puede plantear como un proyecto abertzale. Tiene que tener una dimensión superior. El independentismo tiene que ser referencia de futuro para todo ciudadano de Euskal Herria, superando los espacios nacionalistas. Creo que en un futuro muy cercano va a haber muchísimos independentistas que llegan a ese sentimiento por la vía de la realidad social, el futuro económico, etcétera».

    Todo eso ha llevado a la Izquierda Abertzale a la ruptura con la historia vasca institucional y con la secular lucha de los vascos por la restauración de sus derechos históricos. Por seguir a esa ideología importada, pero teniendo en cuenta que en Euskal Herria existe una contradicción nacional, la Izquierda Abertzale pretende poner las energías nacionales vascas al servicio de la lucha en contra del capitalismo. Eso significa que los avances de construcción de la nación vasca son prescindibles, el tracto histórico se tiene que romper y nos tenemos que apresurar en construir una nación vasca de contenido socialista revolucionario en conexión con otras revoluciones. Pues siendo el capitalismo un modo de producción internacional la liberación sólo puede darse por su abolición universal.

    Sabino Arana crea el PNV bajo el lema «Dios y Las Leyes Viejas» (Jangoikoa eta Lege Zarrak) que es traducción al euskara del lema de los carlistas y liberales fueristas «Dios y Fueros». Sigue el tracto de una reivindicación histórica que, parcialmente, ha sido concretada con la actual autonomía foral.

    Me parece por tu parte coherente, asumiendo la perspectiva marxista de la Izquierda Abertzale, que niegues la peculiaridad política vasca. No otra cosa hacen los españolistas extremos de izquierda y de derecha. Lo cierto es que en Euskal Herria han existido leyes propias, con una propia filosofía, con formas sociales peculiares. Negar todo eso es igualarnos con España.

    Un saludo.

  24. lo raro es que esa conjuncion entre las izquierdas radicales españolas (incluimos a la IA en españolas) nunca se haya dado y sin embargo si se ha dado entre el PNV (el unico nacionalismo vasco) y el nacionalismo español (pp, psoe) durante 40 años.

  25. Lo que no es raro es que todo lo que tenemos los vascos como propio en instituciones, educación vasca, poder propio económico y político se haya hecho en contra de la voluntad de la izquierda mal llamada abertzale. Si fuera por ellos, no habría ni concierto, ni sanidad vasca, ni universidad vasca, ni educación secundaria vasca, ni policía vasca, ni diputaciones forales, ni nada de nada. Muy coherente con su concepto de independencia que no trae nada para Euskadi.

  26. “lo raro es que esa conjuncion entre las izquierdas radicales españolas (incluimos a la IA en españolas) nunca se haya dado”
    Te suena Iniciativa Internacionalista?
    Fue una candidatura que se presentó a las elecciones europeas de 2009, auspiciada por partidos de extrema izquierda y antisistema como Izquierda Castellana y Comuneros. A las listas, aportaron candidatos multitud de partidos y sindicatos españoles de la misma cuerda política. e independentistas de la mayoría de las comunidades españolas.
    La candidatura fue anulada inicialmente por el Tribunal Supremo, a lo que ayudó que Otegi pidiese el voto para la misma o que el brazo político de ETA le prestase toda su infraestructura para funcionar en el País Vasco y Navarra. La coalición obtuvo 178.121 votos, de los que 139.981 fueron en Ego Euskal Herria el resto de votos fueron de otras partes del estado español.

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