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José Manuel Bujanda Arizmendi

Cuando el reto del Pacto Educativo en Euskadi, posible base de una futura Ley para el conjunto del Sistema Educativo Vasco (uno de los ambiciosos objetivos a alcanzar por parte del Departamento de Educación del Gobierno Vasco con Cristina Uriarte a la cabeza) continúa dando firmes, participativos y esperanzadores pasos en la buena dirección me permito una nueva reflexión sobre “lo educativo”. Al respecto, y en más de una ocasión he comentado que esta cuestión es tan poliédrica que podía abordarse desde variados prismas. Uno de esos ángulos puede ser la “Educación Comparada” y lo voy a hacer de la mano de un libro que ha visto la luz a iniciativa de un amigo que se llama Luis Mari Naya Garmendia, profesor de la UPV, más concretamente profesor Titular de Educación Comparada y miembro del Grupo de Estudios Históricos Contemporáneos en Eduación-Garain. Luis Mari Naya ha publicado numerosos libros y artículos sobre el Derecho a la Educación tanto en América Latina como en Europa. Es más, ha sido Secretario de la Sociedad Española de Educación Comparada y Presidente del X Congreso Nacional de Educación Comparada. Luis Mari Naya esta vez ha traducido y publicado en castellano un libro titulado “Esbozo de una obra sobre educación comparada y serie de preguntas sobre educación”. Hace ya precisamente dos décadas publicó este mismo libro traducido aquella vez al euskera. Esta vez, la publicación ha visto la luz de la mano de “Delta publicaciones” Editorial integrada en la Alianza Editorial “Ediberun”.

Este libro nos acerca con detalle a la peripecia vital de un hombre tan absolutamente poliédrico como Marc-Antoine Jullien de Paris y su obra personal escrita en aquella fecunda y fascinante coyuntura histórica en el centro de la propia Europa. El autor de esta obra escrita en 1817, es decir hace ya 200 años y definida por el propio Luis Mari Naya como “la obra clave de la historia contemporánea”, el mencionado Marc-Antoine Jullien de Paris que lo tituló “Esquise d´un ouvrage sur l´education comparée et séries de question sur l´education” nació en 1774 en el seno de una familia burguesa y desde joven se incorporó a los grupos más radicalizados de la Revolución Francesa. Dedicó gran parte de su vida la “Revue Encyclopédique” y publicó gran número de libros y artículos sobre Pestalozzi. A los 17 años ejerció como espía en Inglaterra, fue un personaje singular, precoz político, avezado escritor, ilustrado, radical, revolucionario, viajero y trabajador polifacético. Ocupó además diversos cargos en la administración francesa (fue miembro adjunto de la Comisión Ejecutiva de Instrucción Pública, un puesto de rango similar al de Ministro de Educación) y como buen ilustrado que era viajó por gran parte de Europa teniendo siempre en cuenta que la educación era una herramienta útil para el cambio social. Protegido por Robespierre y encarcelado tras la muerte de éste pasó a ser persona de confianza de Napoleón Bonaparte. La vida del autor fruto de su compromiso político en una época convulsa en la historia europea es ciertamente apasionante, y su obra, su testamento y legajo como sucede con todos los grandes clásicos ha trascendido a su tiempo.

Esta publicación en concreto es una referencia básica para los estudios en el campo de la Educación Comparada donde podemos ver antecedentes tanto de organismos internacionales como Unesco, la Oficina Internacional de Educación como de las evaluaciones que realiza la OCDE. Es una obra de referencia obligada que pone los fundamentos a la aplicación de la comparación a la educación.

La Pedagogía le debe a Marc-Antoine Jullien fundamentalmente tres aportaciones, a saber: la propuesta del sintagma “Ciencias de la Educación”, la difusión del método de Pestalozzi y haber sido el promotor de la utilización de la comparación en educación, así como de la recogida sistemática de datos de carácter internacional. En Francia en 1817 cuando se empezaban a organizar los sistemas educativos nacionales había interés para saber qué se estaba haciendo en otros lugares. Se trataba de crear un sistema de recogida de datos para ver cuáles eran los elementos más destacados de cada país y para ello lo mejor era la comparación a través de encuestas. Así una comisión de expertos era la encargada de analizar los resultados y recoger las mejores acciones para lograr un sistema educativo válido para toda Europa. Marc-Antoine se preocupó de cuestiones tan innovadoras para aquellos tiempos como la formación de los profesores, de si los niños/as debía ser vacunados antes de ir a la escuela, la educación para la mujer con unos principios bastantes igualitarios, la educación física etc…elementos todos ellos que trascendían de la propia y simple educación académica. Entendía firmemente, como hoy está demostrado, la educación como una herramienta básica a la que habría que darle la importancia debida implementando una apertura internacional enriquecedora.

Intentó a lo largo de su vida crear instituciones y organismos que permitieran el conocimiento y análisis de los diversos sistemas educativos que se estaban desarrollando en diversas partes de Europa. Hay que reconocer en ese sentido que Marc-Antoine Jullien de Paris fue un precursor visionario y un educador adelantado a su tiempo. Y por mi parte, y después de una muy atenta y rigurosa lectura del libro, y su reflexión correspondiente, me atrevo a formular una serie de consideraciones a modo de conclusiones o aportaciones: 1-La convicción de que la educación es, o puede ser, un instrumento válido de cambio, de justicia e igualdad social cuando se aborda en parámetros de valores, deberes y obligaciones, parámetros de integración, inclusividad, atención a la diversidad, a la búsqueda continua de la excelencia y a la multiculturalidad. 2-Y como es incuestionable y fundamental tener a unos docentes bien formados que estructuren un buen sistema educativo, éstos deben de ser plenamente conscientes de la importancia de su propia mejora continua y actualización. Fundamental e incuestionable también recuperar su prestigio social y de dotarlos de la autoridad debida. 3-“Lo educativo” concierne a toda la sociedad en su conjunto, al gobierno, a la administración, a los docentes, a todos los agentes educativos, sindicatos, Ampas, trabajadores no docentes de la comunidad educativa  etc y tiene que basarse en el diálogo constructivo, en el acuerdo generoso, en el consenso buscado más amplio posible, en el exquisito respeto mutuo, en el pacto, en la altura de miras y en la responsabilidad compartida. 4-“Lo educativo” es una cuestión demasiado seria y estructural para cualquier sociedad que por ello debe quedar fuera del coyuntural tablero político partidista y no ser utilizada como arma arrojadiza. Es una cuestión de larga mirada y amplio y sereno recorrido. Y no entenderlo así es un error mayúsculo ya que nos jugamos el futuro de las siguientes generaciones, y por ende de nuestra sociedad.

Oportuno libro pues el publicado por el profesor Luis Mari Naya en unos momentos en los cuales “lo educativo” en sus diferentes vertientes y muchos de los terrenos por los que discurrieron muchas de las aportaciones y reflexiones de Marc-Antoine Jullien son de rabiosa actualidad entre nosotros. La altura de miras nos exige responsabilidad hoy y aquí, Euskadi 2018. El Pacto Educativo, y la posible futura Ley, son pues el reto y el objetivo a alcanzar en el que, me consta el Departamento de Educación del Gobierno con la Consejera Uriarte a la cabeza está vitalmente empeñado en lograr. Loable empeño que bien vale invertir máxima energía y que deseo buen discurrir y mejor puerto al que arribar. Zorte hoberena Cristina Uriarte, eta zorionak Luisma adiskidea!

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