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Koldo San Sebastián

El Padre Sarasola en Columbia University

padre_sarasolaEl Gobierno de la República que, en muchos aspectos, había ganado la batalla de la opinión pública en Estados Unidos trató de acercarse al mundo católico de creciente influencia en el país y uno de los apoyos del presidente Roosevelt que, además, se enfrentaba a su reelección. Con la ayuda financiera y legal de algunas organizaciones americanas surgidas al estallar la guerra se preparó una larga gira por Canadá y Estados Unidos de tres personalidades que tenían en común su condición de moderados: Marcelino Domingo que había sido ministro de Instrucción Pública y cofundador y presidente de Izquierda Republicana, el partido de Manuel Azaña. La periodista y crítica de arte Isabel (Oyarzabal Smith) de Palencia, cercana al Partido Socialista y representante española en la Sociedad de Naciones[1]. Y, con ellos, el franciscano vasco Luis Sarasola Acarregui (Lekeitio, 1883- Guanabacoa, Cuba, 1942), teólogo y destacado historiador. Estaba considerado como el máximo especialista en San Francisco de Asís en lengua castellana, pero también destacó en sus estudios de historia moderna con estudios sobre el cardenal Cisneros[2] o Felipe II y su tiempo[3].

Al estallar la guerra civil, el padre Sarasola se encontraba junto a otros treinta frailes en una casa de estudio que su orden tenía en Madrid. La casa fue registrada en busca de armas y él fue detenido. Al no encontrar lo que buscaban, quedó en libertad tras pasar casi dos meses en la Cárcel Modelo. En 1936, junto a José Bergamín, Marcelino Domingo y otros formó parte de un grupo de católicos que apoyaba a la República.

Marcelino Domingo, Isabel de Palencia y Luis Sarasola

Marcelino Domingo-Isabel de Palencia-Luis Sarasola

El 20 de octubre de aquel año, la delegación republicana con la que viajaba la esposa de Marcelino llegó a Nueva York a bordo del Queen Mary. Algunos medios se refirieron a los recién llegados como miembros del “ala conservadora” republicana. La gira fue un éxito[4]. En menos de dos meses recorrieron nada menos que cuarenta y dos ciudades de Estados Unidos y Canadá (entre ellas Toronto, Quebec, San Francisco, Los Ángeles, Denver, Florida, Chicago y Washington, donde fueron recibidos por Eleanore Roosevelt…): en Nueva York hablaron ante veinticinco mil personas, en el Madison Square Garden, en Seatle, en Portland, San Francisco en el Western Writers’ Congress con Upton Sinclair,  John Steinbeck, Humprey Cobb, Dorothy Parker, Hakon Chevalier, y con la adhesión de Thomas Mann; en los Ángeles, Denver, Tampa, Saint Louis, Wisconsin, Chicago, Washington, en la Casa Blanca y en la Society of Women Geographers, de la que era miembro Isabel de Palencia. Vancouver, Montreal, Toronto y Quebec completaron la gira [5].

La presencia del fraile vasco en la delegación fue un escándalo para los líderes de la opinión católica y dio lugar a una intensa campaña en su contra. Fue además, el primero. Luego, le siguieron otros como los sacerdotes Michael O’Flannagan (1937),  Leocadio Lobo (1939) y Eustasio Arritola (1938) o el escritor católico José Bergamin (1939)[6].

En Canadá, tras pasar por Toronto, Hamilton y Otawa sin problemas, llegaron a Montreal donde se encontraron con una protesta estudiantil que gritaba “¡Abajo los comunistas!”, “Abajo los judíos!”, refiriéndose a Sarasola. No importaba que exhibiese una carta del provincial franciscano de Montreal, Padre Archange Bodebout. En acto de Montreal fue finalmente suspendido[7].

Las tesis que iba a defender el padre Sarasola iban a quedar claras desde el primer momento: “Cristo no eligió la bayoneta o el cañón para conquistar el mundo. (…) En esta lucha estamos con Cristo y con el pueblo”.[8]

El Padre Sarasola aclaró a un diario de Seattle a donde había llegado procedente de Canadá  que él participaba en la gira, no como representante de la Iglesia Católica, sino como un católico que simpatizaba con el Gobierno de la República. “Además, en las Provincias vascas, las más católicas de España, la iglesias están con el pueblo. Esta no es una guerra de religión ”.

“La anomalía de un sacerdote católico hablando a favor de una causa comunista se explica por el viejo antagonismo racial y las aspiraciones provinciales”, explicaba William P. O’Conell, editor de The Catholic Northwest Progress. “Primero debe quedar claro que la situación del padre Sarasola  no es la apropiada. Está bajo suspensión de sus superiores y a viajado a América sin autorización. (…) El es un vasco, lo que explica su asociación con fuerzas izquierdistas y comunistas. Por generaciones las provincias vascas han luchado por conseguir independencia del Gobierno central. (…) Incluso siendo el pueblo vasco mayoritariamente católico, muchos de ellos se han incorporado a un Gobierno izquierdista con la esperanza de conseguir la independencia. A los más extremistas de entre ellos no les importa lo que ocurra en el resto de España siempre que consigan la autonomía. (…)El padre Sarasola es uno de los poco sacerdotes que no ha hecho caso a la advertencia de los obispos de no sumarse a las fuerzas izquierdistas”[9].

A principios de diciembre de 1936, llegaban a Cleveland, Ohio, invitados por el Cleveland Chapter del North American Comitee to Aid Spanish Democracy. La presencia del fraile vasco dio lugar a la reacción de la Irish-American Civic Association que se dirigió al alcalde de la ciudad, Harold H. Burton, para que prohibiese que hablase en el acto previsto en el auditorio de una iglesia baptista. Consideraba que era un fraude que apareciese como sacerdote católico al ser una apóstata, expulsado de la orden franciscana [10]. El alcalde señaló que él no podía intervenir ya que Sarasola, “un reconocido historiador y teólogo católico”, no venía en representación de la Iglesia[11]. A las críticas, se sumó el obispo de la Diócesis, Joseph Schrember, que hizo público un comunicado en el que recordaba, además, la quema de iglesias y los asesinatos de religiosos en la llamada zona leal[12].

Los jesuitas se sumaron a la campaña. El padre M.J.Ahern, que quería boicotear el acto programado en el Symphony Hall de Boston el 14 de diciembre. en Boston, dijo haber recibido un telegrama del general de la Orden Franciscana, Padre Leonardo Bello, en el que se decía que Sarasola era un “apóstata de la orden y de la Iglesia”. Por ello, no podía hablar ni en nombre de la Iglesia, ni en nombre de los católicos[13]. Sarasola negó ser apóstata o comunista[14].

Terminada la gira, Luis Sarasola se instaló en Boston donde vivió hasta 1940. En este periodo, se dedicó a la enseñanza y a la investigación. En 1938, fue invitado a hacerse cargo de un lectorado de Historia y Civilización española en la Columbia University donde coincide con Federico Onís, Tomás Navarro Tomás o Ángel del Rio.

En mayo de 1938, Ramón de la Sota, secretario de la Delegación vasca de Nueva York, viajo a Boston donde hizo diferentes visitas y gestiones: “En Boston visitó el día 6 al Cónsul de España, Garavilla, de Lekeitio, y al Padre Sarasola, también de Lekeitio. El primero entregó una lista de vascos de Boston. Es de familia nacionalista pero los muchos años que lleva en América le han hecho perder en gran parte su conciencia nacional. Se puso a nuestra entera disposición. El padre Sarasola, vestido de seglar, cree que el clero vasco es muy inculto, y el clero español no es del todo malo. Tremendamente anti-jesuita como lo podía ser cualquier izquierdista, no celebra misa, vino a América con una comisión formada por Isabel de Palencia y Marcelino Domingo representando a los católicos españoles. La Prensa católica ha hecho una gran campaña contra él. Estuvo dos meses preso en la Cárcel Modelo de Madrid y se le acusa de apóstata. No nos conviene asociarnos mucho con él”[15]. Los delegados vascos temían que su relación con Sarasola les impidiesen acceder a determinados medios católicos que eran objetivo fundamental de su misión.

Por aquellas fechas, llegó a Boston procedente de Puerto Rico Jon Bilbao un exiliado que había servido como oficial en el Ejército vasco durante la guerra. Venía con la intención de matricularse en la Universidad de Harvard. Conoció al padre Sarasola en el consulado español, estableciendo una estrecha relación. El sacerdote, bien relacionado en medios académicos,  consiguió, a través del profesor Federico Onís, una beca para la Columbia University donde Sarasola enseñaba. Bilbao acabará incorporándose a la Delegación vasca.

Al finalizar la guerra civil, Sarasola se quedó sin la cobertura del cónsul Garavilla que había sido destituido. Se le ofreció un puesto en la Universidad de Boston,  o que se encargase de la dirección de una editorial en Buenos Aires, pero prefirió retirarse al convento franciscano de Guanabacoa, Cuba, donde se encontraba su hermano José, también franciscano, y otro grupo de religiosos vascos exiliados que estaban a su lado cuando falleció a finales de febrero de 1942[16].

  • [1] Isabel Lizarraga Vizcarra, “Isabel Oyarzabal Smith: autobiografía y memoria”, en BROCAR, 35 (2011) 39-63
  • [2] Fray Luis de Sarasola, “Cisneros y su siglo”, en AIA, 33 (1930),pp.112-130.
  • [3] Revista Hispánica Moderna, Año V, nº 2, abril de 1939 (Editada por la Casa de las Españas)
  • [4] Nueva Democracia, New York, January, 1, 1937.
  • [5] Josebe Martínez, “I must have liberty. Para una arqueología sobre la recepción internacional de la guerra civil”, en Manuel Aznar Soler, Escritores editoriales y revistas del exilio republicano, Sevilla (2006): Biblioteca del exilio, pp.811-812
  • [6] José M. Sánchez, “Suspended Priests and Suspect Catholics: Visitors from Loyalist Spain to America,” The Catholic Historical Review 78, 2 (April 1992): 207-216.
  • [7] La Prensa, San Antonio, Texas, Octubre, 24, 1936.
  • [8] Omaha World-Herald, Omaha, Nebraska, November, 26, 1936.
  • [9] The Seattle Daily Times, Tuesday, November, 10, 1936
  • [10] Cleveland Plan Dealer, Tuesday, December, 6, 1936.
  • [11] Cleveland Plan Dealer, Tuesday, December, 7, 1936
  • [12] Cleveland Plan Dealer, Tuesday, December, 8, 1936
  • [13] The Boston Herald, Sunday, December, 13, 1936.
  • [14] The Boston Herald, Sunday, December, 14, 1936.
  • [15] Koldo San Sebastián, The Basque Archives. Vascos en Estados Unidos, San Sebastián (1991): Txertoa, p.99
  • [16] The Boston Herald, Sunday, March, 3, 1942.
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12 comentarios en «Sarasola, el apóstata o así»

  1. Iñauteriak Tolosan,badatoz¡.Hemen daude¡.Ostegun gizenean hasi eta «zaldunita»n jarraituz Asteartitan bukatzeko:
    Ta Galtzaundi
    ta Galtzaundi
    apellidua det Goñi.
    Ni il da gero nere emaztia
    penaz ilko balitzake
    nere onduan enterratzia
    iñola al balitz nai nuke.
    Eta gañian jarri
    letra bat aundiya
    emen dago Galtzaundi
    eta konpañiya
    poz aundi bat artu zun
    Tolosako erriyak
    merkatu zirelako
    orduan erariyak.
    Horrela diote Juan Garmendia Larrañaga eta Federico Zavalak MONOGRAFIA HISTORICA DE LA VILLA DE TOLOSAn:»…a este carnaval no lo han matado las diatribas de orden religioso ni las prohibiciones más o menos terminantes de la autoridad».
    Ondo pasa tolosarrak eta bertara azaltzen zeratenak¡.

  2. Como siempre interesante el artículo del amigo Koldo, su relato vuelve a confirmar que la colaboración entre vascos humanistas siempre ha dado buenos resultados:

    “El sacerdote, bien relacionado en medios académicos, consiguió, a través del profesor Federico Onís, una beca para la Columbia University donde Sarasola enseñaba. Bilbao acabará incorporándose a la Delegación vasca.”

    Jon Bilbao es en la Universidad de Columbia, donde prepara su licenciatura. Entre 1939-1940 realiza una investigación en el lugar (Idaho) sobre los vascos en el Oeste americano y a continuación comienza a ejercer la docencia en el Instituto de Lingüistica de South Carolina (1942) y en la Universidad de Nueva York (1942-1944).

    Espero que el autor perdone mi atrevimiento, siendo como es un especialista en el tema, de escribir algo sobre el gran Jon Bilbao, pero no he podido resistirme. Es bueno y de agradecer el trabajo, que tanto Koldo como otros autores, están haciendo para que las generaciones futuras tengan información de la vida de esta generación de vascos.

    Aprovechando que en algún comentario se cita a Salmond, me gustaría reseñar que además de para recibir el Premio Sabino Arana, ha venido a presentar la publicación en euskara (muy minoritario según ‘Cassinello’) de su libro “The dream shall never die” (Ametsa ezin da sekula hil).

    Me llama la atención que una persona como Alex Salmond, que dice que las “dificultades” de Londres y Madrid son “oportunidades” y que la clave está en “definir los objetivos de nuestras naciones” presentando proyectos “pacíficos, cívicos e inclusivos”, se utilice para criticar al PNV. ¿Desde cuándo la confrontación y el socialismo científico que propugna la IA son pacíficos, cívicos e inclusivos?

  3. Nuestros sueños no mueren , Larburu , a pesar del empeño que vosotros ponéis para que desistamos de ellos.
    Zuen ametsak, diru asko, diruzko materialismoa, amets errepikari horrek aberri libre eta independenteko ametsa ahaztea eragiten dizue, bere norakoko jabe absolutua.
    Insisto , le dáis un premio al premier escocés por su labor en pro de la independencia de Escocia y no se os cáe la cara de vergüenza por vuestra mezquina política en relación a la independencia de Euskadi , que todo buen abertzale desea y debe promover ?
    ¿ Pretendéis sacar músculo haciendo ostentación de toda una galería de personajes trasnochados y caducos , que solo destacaron por su servilismo y entrega a la política norteamericana de la guerra fría ?
    ¿ Qué tenemos que agradecerles a esos señores las generaciones de la postguerra ? , ¿ Qué coño hicieron para que se materializase el sueño de tantos vascos ?
    Como siempre , mucha retórica , mucha fraseología grandilocuente , muchas medias verdades , muchas más mentiras , exaltación de mediocridades , épica histórica inventada para disimular tanta cobardía . . .
    Y así pueden pasar otros 105 años.

  4. «¿ Qué tenemos que agradecerles a esos señores las generaciones de la postguerra ? , ¿ Qué coño hicieron para que se materializase el sueño de tantos vascos ?»
    Jon Bilbao Azkarreta, hizo su bachillerato en Bilbao y los primeros años de Filosofía y Letras en Madrid, donde le sorprendió el advenimiento de la Segunda República y la Guerra Civil de 1936.
    El 20 de junio de 1937, al día siguiente de la caída de Bilbao bajo las tropas rebeldes de Franco, J. Bilbao logra huir de noche en la lancha-motora “Sagrada Familia” desde Zierbena (Bizkaia) a Baiona. Dos meses más tarde, se embarca en Burdeos para arribar a la isla de Guadalupe (Caribe), y más tarde a Puerto Rico. Desgraciadamente, durante los diez primeros años de su largo exilio, no podrá ver a sus padres que han quedado en Getxo. Por otra parte, en la Universidad de Puerto Rico toma contacto con profesores exiliados como María Zambrano, pero en 1938 opta por matricularse en la Universidad de Harvard (Boston) a fin de conseguir una licenciatura. Dotado de la constancia de los infatigables amanuenses de la Edad Media, J. Bilbao pasa incontables horas en la Biblioteca Pública de Boston hurgando en diccionarios, enciclopedias y biografías inglesas a fin de rellenar las fichas que se convertirán en 1970 en la base de su monumental Eusko Bibliografia, uno de los proyectos más interesantes de la historia de la cultura vasca, e instrumento imprescindible de investigación vasca durante varias décadas.

    En 1938 se muda de Boston a New York y se matricula en la Universidad de Columbia donde reanuda sus estudios de Madrid obteniendo la licenciatura en mayo de 1939, tras haber escrito la tesina sobre “La cultura popular en la obra de Lope García Salazar”, historiador vasco del siglo XV, con el asesoramiento del profesor Federico de Onís. Sigue también en esta institución los cursos de Fonética y Fonología impartidos por el prestigioso catedrático Tomás Navarro Tomás. Continúa además hurgando en la revista vasca RIEV (Revista Intenacional de Estudios Vascos) y otras publiaciones recabando información sobre sus temas favoritos: Prehistoria, Historia, Etnografía, Antropología Física y Lingística. Por otra parte, en 1939 conecta en la ciudad de los rascacielos con la Delegación Vasca y es nombrado consejero y subdelegado del Gobierno Vasco a las órdenes de Manu de la Sota. Poco después es enviado a Boise (Idaho) a investigar las formas de vida de los pastores vascos y a recabar fondos para el Gobierno Vasco. Para ello se inicia en el estudio del euskera vizcaíno para poder conectar mejor con los pastores que en su inmensa mayoría eran de Bizkaia. En el fondo, todos los servicios prestados por J. Bilbao (incluida su Eusko Bibliographia) tuvieron como última meta la lucha por la libertad y el autogobierno de Euskadi en una época delicada y muy difícil.

    En septiembre de 1940 abandona Boise y marcha a la Universidad californiana de Berkeley donde pasa los años 1940-1942 siguiendo los cursos de doctorado. A impulsos de su vocación de trotamundos pasa al Este del país donde enseña como “instructor de español” en el Instituto de LingÁística de South Carolina (1942) y en Columbia University (1942-1944). Mientras tanto, en 1943, logra la ciudadanía estadounidense inscribiendo en adelante su nombre vasco Jon en el pasaporte. En 1944 su actividad se multiplica en New York: la continuación de los cursos de doctorado; las tareas de director y editor de su Eusko Bibliographia; la publicación de la revista Basques (en colaboración con M. de la Sota y A. Irala) como miembro de la Delegación Vasca; su participación prestada como representante vasco en la Oficina Belga para Iberoamérica en la lucha con el Fascismo, publicando para ello como editor asociado dos revistas: La Revista Belga (1944) y Ambos Mundos (1945-46). Por ello, finalizada la II Guerra Mundial, J. Bilbao fue condecorado como Caballero de la Orden de la Corona Belga. En 1945, tras acabar los cursos de doctorado es designado candidato para el Ph.D. o doctorado en la Universidad de Columbia. Sin embargo, el ingente trabajo de su Eusko Bibliographia y el nuevo rumbo que marcará a su vida le impedirán escalar los últimos peldaños en la obtención de ese título.

    En 1947, tras una larga década de exilio (1937-1947), J. Bilbao pudo volver al País Vasco continental y se avecindó en Sara (Laburdi) donde colaboró durante tres años (1947-1950) con el etnólogo J.M. Barandiaran ejerciendo de secretario en la redacción de las revistas Eusko-Jakintza. Revista de Estudios Vascos e Ikuska En 1949, gracias al pasaporte americano, J. Bilbao puede pasar la frontera y viajar a Madrid donde trabaja unos meses procesando sus fichas e investigando en las hemerotecas. En 1950 da por finalizada una parte importante de su bibliografía que un representante oficial del Instituto de Cultura Hispánica está dispuesto a publicar a condición de que suprima las menciones relativas al nacionalismo vasco. Obviamente, el bibliógrafo vasco rechazó tal oferta, pues aunque nunca fue un nacionalista “clásico” (lugar de nacimiento, religión, aficiones, gustos, etc.), jamás ocultó su patriotismo vasco ni su filiación al PNV, lo cual no le impedía, en ocasiones, mostrar desde la lealtad sus diferencias de opinión respecto a los de su partido.

    Obligado por las tareas de gestión de los asuntos económicos de su familia, J. Bilbao se traslada en 1950 a Cuba donde permanecerá durante el período 1950-1954. Escribe aquí el libro titulado Vascos en Cuba: 1492-1511, que será publicado en 1958 en la editorial Ekin de Buenos Aires.

    En 1954 retorna a Getxo con su familia (esposa y dos hijos) incorporándose a la resistencia vasca a través de amigos cercanos al PNV. Por razones de preparación de su bibliografía, trabaja desde 1957 en Bilbao donde es detenido en 1958 por la policía franquista. Gracias a su pasaporte americano no es encarcelado pero en 1960 se le declara “persona non grata” y es expulsado del país. Dejando la familia en Getxo, fija su residencia en Biarritz, pero, al cabo de un año, es expulsado también por la policía francesa. Por ello, el 8 de diciembre de 1960 decide volver a EE UU y pasa ese año investigando en la prestigiosa Biblioteca del Congreso de Washington. Viajero impenitente y visitante asiduo de bibliotecas y archivos, J. Bilbao vuelve en 1961 a Biarritz y durante los años 1961-1964 investiga en varios países: Francia, Gran Bretaña (Oxford), Alemania, Austria, etc., buscando más información para su bibliografía.En 1964 participa en el famoso “Contubernio de Munich” por lo que su esposa será expulsada de España y a J. Bilbao no se le permitirá entrar en ella durante seis años. En tales circunstancias decide volver a los EE UU y, en el resto de los años que le quedan para jubilarse, su quehacer diario se centrará en dos objetivos: la enseñanza y, sobre todo, el procesado del material bibliográfico. Enseña español en la Universidad de Georgetown (Washington) en 1964-1965, en la Academia Naval de Annapolis (Maryland) en 1966-1968. Además, durante los años 1965-1968 comienza a preparar para la imprenta el material procesado en tantos años.

    El año 1968 es una fecha clave en la vida de J. Bilbao pues es invitado por el director del Basque Studies Program de Nevada, Reno, el joven antropólogo W.A. Douglass, quien un año antes había inaugurado este centro. Entre sus obligaciones universitarias consta la enseñanza de un curso de Historia del País Vasco como profesor de Estudios Vascos, y, sobre todo, el establecimiento de las bases de la “Basque Collection”, la mejor biblioteca en la diáspora vasca. Esta joya de la “Special Collection” de la UNR es en gran medida fruto del esfuerzo pausado, silencioso y constante de este bibliógrafo autodidacta; si en 1968 la biblioteca del BSP contaba con unos 3.000 volúmenes, en 1980 (año de la jubilación de J. Bilbao) esta cifra subió a unas 25.000 entradas. Por otra parte, en el verano de 1970 publica en la Editorial Auñamendi (Donostia) de los Hnos. Estornés Lasa, el primero de los diez volúmenes de su Eusko Bibliographia, proyecto que abarcará unas 400.000 entradas y cuya publicación durará varios años (1970-1977). Se llegarán a vender 10.000 unidades de cada uno de los diez volúmenes alcanzando la cifra total de 100.000. Más tarde, en 1984, la UPV/EHU publicó otros tres volúmenes comprendiendo la producción bibliográfica que abarcaba los años 1976-1980.

    En otro orden de cosas, J. Bilbao fue nombrado en 1970 director de los “Cursos de Verano de Estudios Vascos”; en la década 1970-1980 organizó cinco de ellos en Ustaritz, Arantzazu, Loiola, Vitoria-Gasteiz y Oñate. Fue asimismo uno de los organizadores de la NABO (North American Basque Organizations, 1972). En el verano de 1971, en compañía de su colega y amigo W.A. Douglass, recorre ocho países latinoamericanos visitando universidades, bibliotecas, “euskal-etxeak” o centros vascos en busca de un abundante material que tres años más tarde se plasmará en el libro Amerikanuak. Basques in the New World (1974, Vascos en el Nuevo Mundo). Se trata de una historia de los vascos en el Oeste Americano; obra que marca un hito en la larga lista de libros publicados por la prensa universitaria de la UNR en la serie vasca, y presenta el mundo vasco sin limitaciones geográficas. Iniciador contumaz de nuevos proyectos, logra además en 1977 una beca para estudiar la emigración vasca en Filipinas adonde se desplaza para investigar en los archivos de aquellas islas. Tanto esfuerzo no podía quedar sin reconocimiento oficial y en 1977 con ocasión del homenaje tributado por la UNR se publica en Reno el libro-homenaje Anglo-American contributions to Basque Studies: Essays in honor of Jon Bilbao.

    Tras su jubilación en la Universidad de Reno en 1980 es distinguido como “profesor emérito” en 1981. Vuelve al País Vasco lleno de ilusión para emprender dos nuevos proyectos: el Instituto Bibliográfico de Estudios Vascos y el Instituto de Estudios de la Diáspora Vasca. Durante los dos primeros años los vientos le fueron favorables gracias a las ayudas de varias entidades vascas: las tres Diputaciones, el Gobierno Vasco, las Universidades de Reno y del País Vasco y la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria que generosamente le permitieron ubicarse en la Institución Sancho el Sabio. Se establece en su caserío-biblioteca de Getxo y semanalmente va alternando la jornada laboral entre su pueblo y Vitoria. Con el transcurso del tiempo, el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco va disminuyendo la ayuda económica y J. Bilbao crea la “Asociación Internacional de Bibliografía Vasca” con la colaboración de destacadas personalidades de la cultura vasca. Por otra parte, en 1987 funda también la “Asociación Harrilucea de Estudios de Historia” con el deseo de abrir un museo y una biblioteca en Getxo. Desgraciadamente algunos de estos planes quedaron sin acabar como la sinfonía “Inacabada” de Schubert. A las ilusiones y esperanzas iniciales les sucedieron la tristeza y la decepción en él y en algunos de sus amigos y colaboradores.

    El 30 de marzo de 1994 J. Bilbao sufrió el primer derrame cerebral mientras trabajaba en Vitoria y fue ingresado en el Sanatorio de Górliz en un programa de rehabilitación. Desgraciadamente, tras un segundo ataque del que no pudo restablecerse, falleció el 23 de mayo a los 79 años de edad. Goian bego! .

    Jon Bilbao Azkarreta fue un hombre singular en el sentido pleno de la palabra y estuvo dotado de una personalidad muy particular: profesor, político y bibliógrafo; gran conversador; iniciador de múltiples proyectos; trabajador “gautxori” o noctámbulo con un horario diferente del de los demás; viajero empedernido que aparecía y desaparecía en permanente transitoriedad como el curso del río Guadiana; vasco con apariencias de gentleman inglés; servidor de sonrisa acogedora de cualquier investigador que necesitara de su ayuda; patriota vasco con un amor profundo a Euskal Herria y a su cultura; perfeccionista y pausado en su trabajo como si el tiempo no discurriera en su vida.

    Su labor fue reconocida por las instituciones vascas y J. Bilbao fue distinguido en varias ocasiones: profesor emérito de UNR en 1981; miembro correspondiente de Euskaltzaindia en 1973 y socio de honor desde el 19 de junio de 1987; socio de número de la Sociedad Bascongada de los Amigos del País desde el 20 de noviembre de 1981; miembro del Hall of Fame en 1988 por la Sociedad de Estudios Vascos en USA; doctor honoris causa por la UPV/EHU desde el 9 de noviembre de 1995. Eskerrik asko, Jon.

  5. Si , Larburu , bla , bla , bla , mucha paja , pero ¿ qué hizo por la independencia de su patria ?
    Este sujeto también era abertzale mental , virtual , difuso , descolorido , de chichinabo , esmirriao , como sus sucesores Obelix Ortuzar o Sosoman Urkullu ?

  6. Jon Bilbao. Eusko Bibliographia (10 volúmenes). Donostia. Ed. Auñamendi. 1970-1981.

    Jon Bilbao. Eusko Bibliographia (1976-1980) (3 volúmenes). Leioa. UPV/EHU, 1985.

    Jon Bilbao. Eusko Bibliographia 1981-1985. Leioa. UPV/EHU, 1996.

    Jon Bilbao. Anuario de Bibliografía 1981. Vitoria-Gasteiz. Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava. 1983.

    Jon Bilbao. Vascos en Cuba 1492-1511. Buenos Aires. Ed. Ekin. 1958.

    William A. Douglass, Jon Bilbao. Amerikanuak. Basques in the New World. Reno. University of Nevada. 1975.

    Jon Bilbao. “La cultura tradicional en la obra de Lope García Salazar”, Eusko Jakintza, 1948, II: 229-264.

    Jon Bilbao. “Pierre Loti y el País Vasco”, en Gernika, 1950, nº 11: 64-67.

    Jon Bilbao. “Tres cartas de Unamuno sobre el habla de Bilbao y los “maketos” de Vizcaya”, en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1955, VI, nº 21: 67-79.

    Jon Bilbao. “The Basque Library of the University of Nevada”, en Basque Studies Program Newsletter, 1969, nº 2: 7-8.

    Jon Bilbao. “First Basque Studies Summer Session Abroad” en, Basque Studies Program Newsletter, 1970, nº 4: 3-4.

    Jon Bilbao. “Conferencia pronunciada por Jon Bilbao Azkarreta en la Biblioteca Nacional”, en Bilduma, 1994, nº 8: 119-137.

    Jon Bilbao. “The Basque Governors of California”, en Basque Studies Program Newsletter, 1970, nº 3: 3-5.

    Jon Bilbao. “The Basque Library Collection”, en Basque Studies Program Newslett
    ……

  7. Sí , muy citado en los anuarios y boletines de las euskal-etxeas , pero qué hay de su labor en pro de la independencia ? , ¿ propuso como Irujo un proyecto de constitución vasca para la creación de un estado vasco ?
    Yo lo que quiero saber es si hizo algo pro libertate patria , ya sabes el famoso lema de los infanzones de Obanos.
    Fíjate que hasta los masones navarros lo hacen suyo , mientras vosotros andáis liados con los fueros carlistones y sacando del baúl de los recuerdos a personajes mediocres en color sepia.

    http://www.prolibertate.es/

  8. Primero le descalificas y ahora preguntas, «Yo lo que quiero saber es si hizo algo pro libertate patria «. Una actitud muy acorde de la IA, así os luce el pelo en las demandas contra el PNV, pero vayamos a lo que estamos:

    «Pregunta-Cuando hablamos de Centros de Estudios Vascos, a la gente enseguida le viene a la cabeza el de Reno.

    Respuesta- de Mari Jose Olaziregi Alustiza directora de Promoción y Difusión de la Lengua Vasca en el Instituto Etxepare)

    -Si una de nuestras cátedras se llama JON BIlBAO , y la otra MANUEL IRUJO, es porque en el exilio tenemos un espejo donde mirarnos. Esa gente tenía, además de un nivel intelectual incuestionable, una agenda diplomática y cultural impresionante. Etxepare debería recoger ese testigo con la creación de cátedras y centros de estudios vascos, no de ladrillo, sino mediante secciones en universidades ya existentes. En este momento, por ejemplo, estamos negociando la creación de un programa de estudios vascos en una universidad de prestigio de Asia.»
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    «Historia.ikasten harrapatu zuen gerrak Jon Bilbao. 1936ko ekainaren 1ean joan zen Bilboko Garellano koartelera soldadu tza egitera eta 1936ko udazkenean Eusko Gudarostean dugu Jon soldadu, Otxandioko borrokaldian boluntario gisa parte hartuz teniente zula tzaile graduarekin. Nazionalek Bilbo hartu eta hurrengo egunean ihes egin zuen erbestera Sagrada Familia izeneko txalupan. Bi hilabete geroago, Bordeletik abiatu zen Karibeko Guadalupe irlara eraman zuen itsasontzian eta, hortik, Puerto Ricora 1937ko irailean. Beste hainbat erbesteratuk bezala, ez zituen hamar urtetan bere guraso eta lagunak ikusiko(..). » (1936ko gerra eta Bigarren Mundu gerraren Hasiera.- Xabier Irujo Ametzaga )

  9. Jon Bilbao hizo por la independencia de su patria más que todos los monzones, milis, los txapotes, los arnaldos, …juntos. Subió al frente en 19 de julio de 1936, fue herido en combate (de los de frente a frente, no de los de tiro en la nuca),…Se exilió en tres ocasiones…fue detenido y encarcelado por su defensa de la ikastola de los franciscanos de Iralabarri (clandestina)…¡en 1958!, ayudó a fugarse a los presos políticos de verdad (por ejemplo, Uzturre), …En fin, los mierdecillas de la autodenominada «izquierda abertzale» no le llegan ni a la altura de los cordones de los zapatos.

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