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La caída del arabismo revolucionario (*)

Joxan Rekondo Pyrenaeus-eko Talaian

arab_revolutionLas ‘primaveras’ que han hecho caer los regímenes árabes mediterráneos no solo no han producido evoluciones democráticas (con la excepción de Túnez), sino que han afianzado la convicción de que ninguna de los actores en pugna desea que se produzca tal proceso.  La agitación (o los enfrentamientos bélicos) haN sido llevados a cabo por el mismo elenco de protagonistas que actúan desde hace décadas sobre el escenario político de los países del Mediterráneo africano y del Oriente próximo. Las fuerzas que, desde Argelia a Siria (Irak merecería otra consideración), se disputan la hegemonía política son las mismas que fueron configurándose bajo la colonización de Gran Bretaña y Francia.

Aquella intervención de los europeos había provocado dos reacciones conectadas en cierta medida, pero diferentes. Por una parte, resistencia. Por otra, imitación. De ahí que cada una de las reacciones se expresara de forma diferente. La de los que prefirieron recogerse hacia la ‘umma’ o comunidad islámica. Y la de los que quisieron transponer el esquema europeo de revolución nacional, abandonando modelos islámicos tradicionales y apostando por las propuestas de nacionalismo panarabista y una relativa secularización.

Los regímenes resultantes en los estados surgidos tras la partición colonial evolucionan hacia uno u otro de los modelos. El arabismo revolucionario que resultó triunfante en el borde del Mediterráneo y en Siria e Irak. Las monarquías que apelaron a la legitimidad de la tradición islámica, en algún caso a la descendencia directa del profeta (Jordania y Marruecos) y en algún otro al pacto entre el principado y los ulemas en torno al rigorismo wahhabita (Arabia Saudí). Pero, la oposición entre ambos se produce también en el seno de los nuevos estados. El caso egipcio es acaso el ejemplo más claro de la actual permanencia de las dos visiones, cuyo enfrentamiento –compatible con algunas fases de colaboración- evolucionó rápidamente hacia una oposición irreconciliable, que se mantiene sin tregua.

El arabismo político apostó por un tipo de relación entre la política y el Islam que pudo ser entendido de manera ambivalente. Por unos, como vía de secularización. Por otros, como actualización socialista del humanismo islámico. Según la especialista Gema Martín Muñoz (El Estado Árabe,…), “la cuestión radicó en que la arabidad predominaba sobre la religión, pero el islam sería considerado como la expresión más elevada del espíritu árabe, cuyo destino está estrechamente unido al del arabismo. Michel Aflaq, padre fundador del movimiento ba’zista, lo expresó con una ilustrativa imagen al definir la arabidad como el cuerpo y el islam como alma de ese socialismo que tan específicamente elaboró”.

Internamente, las repúblicas árabes cooptaron el islam y lo institucionalizaron, de tal manera que sirviera para apuntalar la legitimidad social del estado. A partir de ahí, la religión es una actividad nacionalizada y el colectivo de ulemas, un cuerpo funcionarizado, cuyas fatuas sirven para respaldar las decisiones del régimen. Gilles Kepel (La Yihad,…) señala así esta aspiración de control de islam apartado de la esfera pública por parte del nuevo estado:

“en los países del ‘socialismo árabe’, la legitimación religiosa del régimen era una cuestión que se trataba con mucha delicadeza, aunque no tuviera mucho relieve en el debate público, centrado sobre todo en la lucha antiimperialista, antisionista, etc. Así, por ejemplo, los manuales escolares egipcios, sirios e iraquíes de los años sesenta pretendían inculcar a los niños que el socialismo no era más que el islam bien entendido, y los folletos en los que se alardeaba del carácter socialista inherente al islam eran legión

Como se puede ver, el estado nacionalista o socialista árabe viene a adoptar la forma de ‘estado islámico’ como fórmula de integración con las masas, aunque no tarda en defraudar las expectativas creadas en torno a él. Esto se produce por razones de política interior, pero también de política exterior.

Tras la Segunda Guerra, los gobernantes árabes se situaron en el cuadro de fuerzas de la ‘guerra fría’ en función de sus modelos y de sus propias rivalidades internas al lado de las grandes potencias rivales, EEUU y la Unión Soviética que les proveían de recursos a cambio de su amistad estratégica.  El fin de la ‘guerra fria’ acarreó también el fin de los beneficios económicos ligados al alineamiento que les permitían mantener el bienestar de sus estados sin peligro de quiebra y enfrentarse a su oposición interna con la solvencia de los resultados de su gestión política y económica.

Internamente, la erosión a la legitimidad de los Estados árabes se precipita a lo largo de los años ochenta desde tres frentes distintos. En la cultura islámica, hay una idea de la justicia social muy arraigada. Es importante para la legitimidad del poder el ejercicio justo del mismo. Los costes sociales de la política de sus gobernantes recaen, sin embargo, sobre una base social pauperizada y mal urbanizada. Una de las fuentes de legitimidad de los nuevos regímenes, la promesa del desarrollo económico y social, fracasa. Por otra parte, cunde asimismo el malestar por la falta de representación y participación social en regímenes que son, de hecho, dictatoriales. Y, por último, se produce un intenso choque entre quienes creen que son los valores islámicos los que deben legitimar el estado y los que, desde la posesión del poder estatal, ofrecen la nación como sustituto de una identidad que amplias masas sociales creen que debe ser islámica.

Si al fracaso de las promesas de los regímenes poscoloniales se une la ruina del modelo socialista árabe y a ese cóctel se añade el triunfo de la revolución de Jomeini (1979) no extraña la aceleración que adquiere la movilización islamista. Podría esperarse que, debido al impulso de los gobernantes socialistas árabes, hubiera retrocedido el apego popular a las creencias de un islam dominado, vaciado, insignificante. Pero, no parece ser así. Aunque también haya tenido sus teóricos musulmanes incluyendo algunos eruditos religiosos que han sostenido que el secularismo se halla incluido en el Corán y la experiencia de Medina, éste no ha arraigado en la sociedad musulmana. La fe es realmente crucial para un segmento reducido de la sociedad, pero la penetración de la religión en lo social se va incrementando de manera relevante. Así, las creencias religiosas siguen manteniendo su centralidad y el impulso de lo religioso promueve, en palabras de Gilles Kepel, “la fase de negación de la época anterior, la del nacionalismo”.

Los gobernantes, “al instituir procedimientos de legitimación a través del islam, han reconocido implícitamente la posibilidad de deslegitimación desde ese mismo orden” (Nazih Ayubi, El Islam político,…). Es un estado que domestica al islam, que lo vacía de toda finalidad terrena y que lo excluye de la esfera pública. Un islamismo cada vez más fuerte consigue que se asiente la creencia de que un islam separado del estado es un pueblo apartado del poder; un islam subordinado a las necesidades del poder es un pueblo dominado, sometido a los intereses de las elites gobernantes.

En estas condiciones, no es extraño que sectores populares de diferente extracción (no solo los islamistas) unieran sus fuerzas y derribaran a los regímenes norteafricanos que surgieron de distintos acontecimientos revolucionarios que germinaron entre los 50 y 60 del siglo XX. Ni es extraño que fuera el islamismo más radical el que se aprovechara y sacara tajada de la deslegitimación y caída de los regímenes dictatoriales. En Egipto, el retorno del ejército al poder (como ya sucedió en Argelia en 1991) está evocando el punto más duro del enfrentamiento entre el régimen de Nasser y los Hermanos Musulmanes, con diversos tipos de represalias a miles de personas y múltiples condenas a muerte ejecutadas, entre ellas la de Sayyid Qutb, fuente de inspiración y punto de inicio del yihadismo terrorista que ahora mismo está sacudiendo los territorios de Mesopotamia.

(*)NOTA SOBRE EL TÍTULO: A todos estos regímenes norte-africanos les llamo, seguro que simplificando en exceso, arabismos revolucionarios. Hubo un panarabismo revolucionario, representado sobre todo por el nasserismo y el Baazismo inaugurales, que representó un modelo para todo el borde mediterráneo, pero que fracasó y evolucionó, en el contexto de la política de bloques, de manera muy evidente en Egipto. Aun así, la estructura de los regímenes siguió siendo muy similar: concentración de poder en un líder y partido único, penetración en las instituciones sociales, legitimación del ejército, y dirigismo económico.

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12 comentarios en «La caída del arabismo revolucionario (*)»

  1. con la excepcion de la especificidad del conflicto israel/palestina, al final parece que todo se esta canalizando a un «simple» conflicto atavico entre sunies y chiis. se puede liar parda si arabia saudi se enfrenta a eeuu, ya que los yankees ahora estan colaborando ni mas ni menos que con iran antes la amenaza de los sunies del ISIS.

  2. El articulista no comenta los regímenes de Qatar, Emiratos y Oman donde se combinan saludablemente la concepción rigorista del islam con el capitalismo liberal que ha conseguido un bienestar creciente para sus ciudadanos y las primaveras árabes (mejor inviernos….) no han tenido ninguna influencia.

  3. Los americanos apoyaron al régimen dictatorial de Sadam Husein cuando se trataba de atacar al régimen iraní del ayatolá Jomeini.
    Entonces , Sadam era un auténtico hijo de puta , que se lo pregunten a los kurdos y los chiíes , pero era su hijo de puta , como cara picada Noriega , Somoza, Hassan , Pinochet , Franco , Marcos , etc …
    En la guerra fría formaron y atiborraron de armas a los señores de la guerra de Afganistán para que putearan a los soviéticos con el resultado de todos conocido , advenimiento de los musulmanes radicales , guerra , miles de muertos y retirada con el rabo entre las piernas después de miles de bajas y dilapidar miles de millones de dólares. ( Entre tanto más de 60 millones de pobres en los EEUU )
    Pero estaban obligados a hacerlo porque los díscolos hijos de puta de Sadam , Gadafi , Ahmadineyad , Chaves y cía se estaban planteando abandonar el dólar como divisa para el pago del petróleo.
    Gadafi , Sadam , Chaves ya no existen , qué curioso no ?
    Lo de la implantación del estado gendarme judío en medio del océano de petróleo , ya sabemos la deriva que ha llevado , y lo que te rondaré morena.
    Esta es la política esterior de los EEUU en estado puro para todo aquel que quiera verla.
    En lo que se refiere a Celtiberia , apoyo decidido al régimen dictatorial del genocida Franco , aunque los chicos del PNV se aplicaban con denuedo en la denuncia del bolches con la esperanza de que les mirasen lo suyo de Euskadi ( Qué pardillos )

  4. Los soviéticos, sin embargo, llevaron una política de grandes avances sociales y libertades en Afganistán. Sólo que mataron un millón de afganos, ese era el precio, y dejaron el país sembrado de juguetitos bomba que convirtieron a Afganistán en el emporio de los mutilados de guerra.

    Aquí en Euskal Herria los de ETA y los tolosarras de turno tomaron el signo de apoyar a los bolches de todo el mundo con el resultado que ya conocemos (derrota político-militar, criminalización de lo vasco, cientos de presos de ETA).

  5. En las monarquías que he citado los ciudadanos viven bien. Eso es lo importante, no los inviernos revolucionarios egipcios, sirios o libios.

  6. Los habitantes de esos estados viven bien… sometidos. No los llames ciudadanos. La ciudadanía es una condición que provee de derechos civiles y políticos.

  7. Es llamativo lo de las dos varas de medir.
    O mejor dicho solo usar una y de la otra se olvidan algunos.
    Es el caso de Venezuela.

    «Es una constante en la narrativa del establishment (es decir, la estructura de poder) político y mediático español denunciar al gobierno venezolano, durante el mandato del gobierno Chávez, por sus supuestas violaciones de los derechos humanos. Se presenta a Venezuela como una dictadura cruel y sangrienta, la más oprimente existente en América Latina.» ( Y el vasco añadiría yo)
    «El establishment político y mediático español y sus portavoces han guardado, mientras tanto, un silencio ensordecedor sobre lo que ocurre en Honduras.»
    «¿Qué pasa en Honduras?
    Si usted es lector de estos medios, la conclusión a la que llegará es que no pasa nada. La atención se centra en Venezuela, gobernada por un partido de izquierdas. Honduras no tiene ninguna cobertura mediática, y ello a pesar de que hoy es uno de los países más violentos en el mundo, con mayores violaciones de los derechos humanos. Está gobernado por las derechas, por partidos (conservadores y liberales) que pertenecen a la misma sensibilidad y familias políticas (pertenecen a las Internacionales Conservadoras y Liberales) que las derechas españolas, es decir, PP, CiU, UPyD y C’s (1). Honduras (país con algo más de 8 millones de habitantes) es definida como la capital mundial de asesinatos políticos. Los siguientes hechos están siendo silenciados por los establishments políticos y mediáticos españoles (incluyendo los catalanes)»
    1( Grupo al que se adscribe el PNV)

    Y pasa a describir la situación :

    1. Una mujer es asesinada cada 13 horas. Según un informe de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, el feminicidio ha aumentado un 92% desde que tuvo lugar el golpe militar en el año 2009 liderado por un partido liberal. El equivalente en España serían 3.623 feminicidios.

    2. 116 miembros de movimiento sociales han sido asesinados desde el golpe del año 2009. El equivalente en España serían 668 asesinatos.

    3. Más de 30 periodistas han sido asesinados desde el golpe, sin que –según Reporteros sin Fronteras- ninguno de los asesinos haya sido imputado. El equivalente en España habría sido de 173 periodistas.

    4. 74 abogados, conocidos defensores de los derechos humanos, han sido asesinados desde el año 2009. El equivalente en España serían 426 abogados.

    5. 18 miembros del partido del Ex presidente Manuel Zelaya, (depuesto por el golpe militar) han sido asesinados. El equivalente en España serían 104 miembros.

    6. 100 activistas del movimiento campesino de protesta frente a la Dinant Corporation han sido asesinados, y sus tierras expropiadas, durante este periodo. El equivalente en España serían 576 campesinos.

    El clima de terror ha sido generalizado, pues sostiene una de las estructuras sociales más injustas de las muchas existentes en América Latina. La pobreza es sangrante y ha empeorado desde el año del golpe.

    Concluyendo:

    «Estamos viendo, pues, el intento de destruir por todos los medios imaginables un movimiento que se considera amenazante a la estructura de poder financiero, económico, y por lo tanto político y mediático, de este país. Y el establishment responsable de tal agresividad tiene la osadía de justificar sus manipulaciones y falsedades bajo el argumento de que son ellos los defensores de los derechos humanos. El grado de incoherencia, por no decir hipocresía, del establishment español[2] alcanza niveles auténticamente hiperbólicos.»
    [2] Sólo el español ?

  8. Los dos regimenes el de Honduras y el de Venezuela son dirigidos por dictadores asesinos uno es fascista y el otro social-fascista.

    El PNV censura el golpe de estado en Honduras.

    http://www.eleconomista.es/interstitial/volver/aciertoj/espana/noticias/1365704/06/09/El-PNV-censura-el-golpe-de-Estado-en-Honduras-Es-anacronico.html

    La IA (Sortu) apoya al gobierno de Venezuela.

    http://www.gasteizhoy.com/la-izquierda-abertzale-apoya-a-nicolas-maduro/

    Los nacionalistas humanistas aborrecen los dos. ¿Tú también?

  9. Ah muy bien, en Venezuela hay un dictador ??
    Lo que sí hay es una oposición bastante golpista que como pierde elección tras elección sigue a lo suyo.
    «¿Está entonces en riesgo la democracia en Venezuela? Sí, amenazada, una vez más, por el golpismo de siempre.»

    http://www.jornada.unam.mx/2014/02/23/opinion/022a1mun

    Bien por lo de «anacrónico» un calificativo muy suave para definir lo de Honduras.
    Así hasta Franco sería anacrónico.Y se queda tan ancho.

    http://www.hrw.org/es/world-report/2014/country-chapters/122020

  10. De riguroso analísis se puede considerar el artículo de JR.
    Muy importante para poder comprender lo que está en juego en esa zona con prevalencia de auténticas fallas y epicentro geopolítio donde lo hay.
    Interesante paralelismo entre:
    arabidad=cuerpo; islam=alma
    y
    nacionalismo vasco-abertzalismo=cuerpo;
    socialismo de siglo XXI, dictatorial=alma.
    Aquí se pretende adoptar la forma de estado abertzale formula pretendida de integración con las masas, todo ello liderado por el MLNV.

    Comparto parcialmente la idea de que «la fe es realmente crucial para un segmento reducido de la sociedad, pero la penetración de la religión en lo social se va incrementando de manera relevante».

    Parcialmente porque pienso que la fe es realmente crucial para un segmento si no mayoritario al menos muy importante de la sociedad. La adherencia de la religión (su práctica) a lo social es indiscutible.
    Cuanto mas paupera es la persona más se agarra a lo religioso a lo espiritual cumpliendo con los cinco rezos del día, prometiendo ir a la meca al menos una vez en su vida, etc.

    ¡Ham duli aála!

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