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Ander Muruzabal en su blog Nafar Herria
No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor. Plutarco

Vaya por delante que del XXXVIII Congreso del PSOE nadie podía esperar cambio alguno dado el perfil de quienes pretendían liderarlo, para cambiar no solo es precisa la intención sino la propia capacidad, y tampoco cabía confiar mucho en quienes les jaleaban haciendo caso omiso al sabio consejo de Plutarco que da comienzo a este artículo y que viene que ni pintado a las sombras de Rubalcaba y Chacón.

Quizás no eran tiempos de mudanza sino de reflexión, y el verdadero cambio haya sido pospuesto para mejores tiempos y circunstancias pero toda la parafernalia propagandística escasamente ha sido capaz de ocultar que Rubalcaba no era más que una vuelta a los cuarteles de invierno a “lamerse las heridas” a la espera de mejor oportunidad sin destruir lo poco que queda del proyecto socialista, y Chacón la representante más genuina de los responsables, o irresponsables, de la debacle.

Pero el problema más acuciante que tienen los socialistas no es, probablemente, de liderazgo ni siquiera de adaptación a los nuevos tiempos, algo que vislumbran pero no acaban de creer y mucho menos aplicar, y la mejor prueba de ello es el inmovilismo, cuando no involucionismo, triunfante de Rajoy y su cada día menos popular partido. El problema del socialismo español es que ha renunciado a su ideología, bien es verdad que esta no pasa por sus mejores tiempos, y ha confundido la táctica con la estrategia a base de apelar a sus principios y aplicar los de los demás, en un ejercicio de incoherencia que ha descolocado incluso a su propio electorado tradicional.

Parece evidente, a la vista de los resultados, que este XXXVIII Congreso no pasará a la historia del PSOE y que tiene visos de ser una mera plataforma para el desembarco del nuevo socialismo que afronte los retos pendientes, que una vez superada la, cada vez más, confusa “transición española” serán los que siempre han sido y que hace treinta años se obviaron para “tener la fiesta en paz”, es decir el modelo de estado, el modelo social y el modelo territorial, y tendrá que ser el socialismo español el que lo afronte puesto que la derecha popular hace tiempo que perdió su oportunidad histórica y se mece en los cómodos brazos del tardofranquismo.

Y no parece que figuras destacadas de uno y otro bando del recién concluido conclave, responsables directos de esos dos engendros que hoy se llaman Gobierno Vasco y Gobierno de Navarra, tengan ya nada que aportar al la superación de estos retos salvo dar paso a nuevas generaciones con ideas y con valentía suficiente para hacerlo.

Lo contrario solo será alargar la agonía  y condenar a su partido, no al cambio, sino a la refundación o a la simple y llana desaparición.

Ya no valen las recetas antiguas, la opacidad partidista, la disciplina como valor supremo o los clichés propios del S.XIX, estamos en un tiempo nuevo, no confundir con los nuevos tiempos que algunos nos quieren vender para seguir como siempre, en que solo desde la transparencia, la democracia participativa y la radicalidad democrática podremos construir los mensajes políticos nuevos que demanda una población mucho más informada, con un mucho más alto nivel de conocimiento, mucha mayor capacidad para acceder a él y acostrumbrada ya a trabajar y socializarse en red.

Pero nuevas construcciones político sociales del S. XXI no pueden partir de la asepsia ideológica o la falta de valores sino del rearme de las ideologías, no de su fin.

Ese es el reto, y no solo para los socialistas…

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4 comentarios en «El Congreso»

  1. El problema de los socialistas es que es un partido que Zapatero deja trufado de seudovalores. Y que los que venden esos seudovalores son la gente de la generación anterior, Rubalcaba y compañía, gente que tenía que estar jubilada por que su tiempo histórico ya ha pasado.

    El PSOE es un partido que sólo de poner en funcionamiento unos cuantos cocos cuya alternativa son unas cuantas operaciones de magia. La pérdida de credibilidad que han sufrido desde el mandato de Zapatero no creo que la vaya a levantar Rubalcaba. Para eso harán falta muchos años.

    La situación económica va a ser la preocupación dominante en los próximos años y nadie con dos dedos de frente va a votar a un PSOE cuyas recetas están siempre en función del encuestómetro. El PSOE tendría que adoptar bases sólidas de cara al futuro y ahora tiene tiempo. Pero Rubalcaba es una mala opción, a lo mejor Carmen Chacón no era mejor pero al menos hubiera sido una líder de transición y a lo mejor el PSOE se hubiera renovado sobre su cadáver político.

    El problema de Rubalcaba es que tendrá agarrado el aparato del partido con lo que sustituirle supondrá una nueva sesión de navajazos internos. Mientras tanto, a chupar gobierno pepero, lo que es bastante horrible.

  2. «Socialismo es lo que hacen los socialistas». La famosa frase es perfectamente aplicable a la era socialista reciente, aunque más aplicable es otra: «Socialismo es lo que NO hacen los socialistas». Todo un programa electoral basado en el fuego de artificio, leyes de dependencia sin financiación, 400 euros por doquier sin dinero a las puertas de la crisis, y NO desarrollan la economía, NO ahorran, NO reducen la temporalidad, NO reducen la injusticia tributaria (rendimientos del capital a precio de ganga, SICAVs), NO frenan los oligopolios (ay, amigo Botin, cuantos favores te deben), en definitiva NO se hace nada util, NO se enfrentan a la crisis.

    Y cuando el humo ya no sujeta nada, atracan a la clase media, mandan al paro a las clases desfavorecidas y lloran, lloran y lloran que viene la derecha mientras presentan un candidato que ha estado en el gobierno haciendo el desaguisado.

    Una buena lección de humildad para aquellos que queremos recuperar la lehendakaritza y mandar a su casa al peligro mortal para la economia vasca que supone el Lelokari Lopez.

  3. Voy a explicar algunos puntos interesantes que como observador externo veo en este Comgreso del Partido Socialista Obrero Español, partido al que he apoyado en las últimas 10 elecciones (autonómicas y estatales).

    1) El PSOE ha elegido limpiamente al líder con el que intentará remontar sus derrotas. Su situación como partido es sumamente difícil. Pero lo que ha mostrado el congreso es la firme voluntad del PSOE para volver a situarse en la corriente central de la política española. Chacón representaba la insoportable levedad del ser del Zapaterismo, y una deriva muy peligrosa hacia la izquierda radical de pandereta.

    2) Creo que Alfredo Pérez Rubalcaba ha ganado la secretaría general del PSOE con un programa de rearme ideológico de su partido, presentándose como «un líder fuerte» y reivindicando la soberanía de la política frente al acoso de los especuladores económicos. Mientras Carme Chacón pretendía quemar etapas -«yo no vengo aquí a gestionar la travesía del desierto»-, Rubalcaba se apoyó en las señas de identidad representadas por los Gobiernos de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero, usándolas como palancas desde las que reconstruir un partido que trabaje tanto para los excluidos como para las clases medias, y que se mantenga como una organización federal, sin aceptar la deriva hacia una «confederación de partidos». Somos el partido socialista obrero y español, y ninguno de esos adjetivos nos sobra. Totalmente de acuerdo.

    3) Rubalcaba, tras haber contribuido decisivamente al fin de la violencia etarra, emprende ahora un nuevo combate a los 60 años. «A mí no me van a quebrar». Interesante. Sin ceder a la tentación de radicalizar al partido en los terrenos económico y fiscal -como sí apuntó Chacón ante los delegados al congreso socialista-, Rubalcaba trazó una línea roja en la defensa de las libertades y de los derechos cívicos conquistados a lo largo de 30 años de democracia, atribuyendo al PP el proyecto de romper la política de pactos y compromisos derivada del consenso constitucional.

    4) Además ha prometido que el próximo candidato a la presidencia del Gobierno será elegido en un proceso de primarias a la francesa, en el que van a poder participar ciudadanos simpatizantes, además de los militantes. Interesante.

    Salud

  4. Un par de cuestiones.

    1) queramos o no Rubalcaba es el candidato del PSOE que ha llevado su partido al resultado electoral peor de su historia. Eso mancha, y esa mancha no se quita por que el candidato ponga, tras ese bagaje, cara de poker vallecano.

    2) Rubalcaba era el portavoz el gobierno socialista en la época GAL. Tratar de recuperar las esencias de mastodontes corruptos como Felipe Gónzalez es un error en lo ético y en lo político. Y Zapatero no es ningún valor, es un presidente nefasto. ¿se va a apoyar en esos dos pilares?

    3) hay que hacer autocrítica ¿qué autocrítica ha hecho esta persona?

    4) el proceso de paz lo capitaliza el MLNV y ETA no está disuelta. Si se disuelve lo hará estando Rajoy en la presidencia ¿quién se quedará con el mérito? ¿quién se acordará de las milagrosas gestiones socialistas?

    5) el PSOE no tiene credibilidad, ese es su mayor asignatura, y Rubalcaba puede ser un gran prestidigitador pero no es un hombre al que nadie confiaría la cartera. Para esta crisis económica ¿qué soluciones tiene el PSOE?

    6) que uno de los máximos valores del PSOE sea Patxi Lopez es realmente dantesco. Ahora que no hace más que aumentar la falta de confianza que tienen los vascos de el. Empezamos con un 65 % luego con un 70 y pico y ahora un 80% de los vascos que no lo quieren ver ni en pintura. Su gestión por el Gobierno Vasco es lamentable, no sólo por que así lo piensen la mayoría de los vascos y las vascas.

    Yo no soy socialista ni español pero prefiero al PSOE. Por eso me da pena ver que no hay amplitud de miras, sino reincidir en el error como si la realidad catastrófica de España y Euskadi nada tuviera que ver con el PSOE, Zapatero y Rubalcaba.

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