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El debate sobre la lucha armada en el MLNV

Imanol Lizarralde

Afirmaba el colectivo Gakoa en referencia a la última hora de las reflexiones en el seno de Batasuna que ““En nuestra opinión, si no planteamos como tema de debate para la asamblea de militantes el tema de la lucha armada, el debate nacerá muerto”. Es con esa intención de abrir ese debate con la cual los conocidos presos de ETA Carmen Guisasola y Joseba Urrusolo Sistiaga (pertenecientes a dicho colectivo) escriben un artículo («Borroka armatuzaz argi hitz egin dezagun«, Berria, 26-11).

Tanto el escrito de Gakoa como este artículo poseen la virtud de traernos algo del eco de la idiosincrasia del MLNV en su funcionamiento interno. Gracias a ellos sabemos que la cúpula de Batasuna impide de forma denodada que el tema de la lucha armada se trate a nivel de base. También, según ellos, respecto a Loyola,

“tanto la mayoría de la base social de la Izquierda Abertzale la mayoría de los presos y hasta la Mesa Nacional de Batasuna, estaban deseando que dicho proceso fuera irreversible…En realidad fueron sólo unos pocos en ETA y otros pocos desde algunos aparatos de la Izquierda Abertzale quienes se empeñaron en seguir con la lucha armada”.

Es bueno que sepamos (para que no engañarnos al respecto) que el MLNV constituye un organismo en el que la mayoría no es la que toma las decisiones por mucho que opine de una forma determinada. Y esa mayoría además está dispuesta a consentir las decisiones de una minoría y seguir unida a esta. Esta es la esencia del centralismo democrático y del modo leninista de funcionamiento de un colectivo, en el cual la razón ideológica prima por encima de la representatividad de las opiniones. Y esto ha sido así hasta ahora y ahora que Rufi Etxeberria, el aparatchnik por excelencia, está en la dirección de la nueva cúpula, es evidente que tal principio queda reforzado para el futuro.

Por ello, las opiniones de Gakoa y de Guisasola y Urrusolo Sistiaga no son le expresión de esa mayoría, que disciplinadamente calla, sino de una minoría que quiere hacer público un debate que ya está resuelto en lo privado. Tengámoslo en cuenta para que podamos ver el trecho entre las intenciones explicitados de estos dos militantes y la realidad del MLNV.

Los presos de ETA siguen dándonos cuenta del estado de las cosas en el seno del MLNV. Pues refiriéndose a la llamada Propuesta de Alsasua del 14 de noviembre afirman que:

“No se entiende que ahora unos anden empeñados en proponer un cambio de ciclo sabiendo, deseando y planteando en privado que esto sólo será posible sin la lucha armada mientras que los otros siguen manteniendo que van a seguir practicándola. Las dos posturas no sólo son incompatibles sino que están enfrentadas”.

Los autores de este artículo demuestran a lo largo del mismo un excelente dominio de la dialéctica. Por ello sus afirmaciones poseen un doble sentido que hay que saber delimitar para ver lo que verdaderamente dicen. En este caso, nos dicen que los diplomáticos del frente político del MLNV transmiten “en privado” que el “nuevo ciclo” anunciado por el MLNV en Alsasua “sólo será posible sin la lucha armada”, mientras que ETA tiene la intención clara de que va a seguir practicándola. La incompatibilidad que plantean entre una postura y otra es una incompatibilidad teórica, ya que bien sabemos, tras tres procesos de paz, de que es necesario para la venta de un proceso de paz el que este se venda bajo los auspicios de un proceso político en ausencia de violencia. Pero una cosa es la venta de la propuesta  y otra cosa la práctica aparejada a la misma. Una cosa es la intención de Guisasola y Urrusolo (“las dos posturas… son incompatibles”) y otra la realidad presente, en la cual las dos posturas si son compatibles e incluso complementarias.

En este sentido, el artículo pretende explicitar aquello que la Propuesta de Alsasua no explicita y plantea una interpretación de la misma en su clave de enfrentamiento de posturas:

“Hay que hablar claro. Cuando se habla de “cambio de ciclo y de estrategia” se quiere decir dejar de utilizar la lucha armada y abrir una etapa exclusivamente política. Cuando se habla de “nuevos instrumentos políticos” se está queriendo decir que hay que dejar de utilizar el que ya no sirve: la lucha armada. Cuando se habla de “tomar decisiones de peso y con decisión” se está tratando de decir que hay que tomar la decisión de terminar con la lucha armada. Cuando se está proponiendo que “no hay otras garantías que la acumulación de fuerzas, el cambio de la relación de fuerzas y la construcción nacional” se está planteando que ETA no tendrá ese papel de garante que hasta ahora se suponía”.

Nuestros autores nos explican aquello que tendrían que decir de forma literal y clara los eufemismos y expresiones vagas que jalonan el escrito de la Propuesta de Alsasua. Pero la Propuesta de Alsasua no habla con la claridad exigida por esos autores, precisamente porque no dice lo que ellos quieren que diga, no dice que “lo previo, para que otros compartan compromisos a nivel político, es la garantía del fin de la lucha armada”. El que tal Propuesta pudiera interpretarse en esa clave no significa que esa clave exprese la realidad que es la realidad de las dos posturas, de aquellos que en privado hablan que hay que llevar el proceso democrático sin violencia y de los otros que siguen dispuestos a ejercer la violencia mientras se monta el proceso.

Esto es así, pues los autores reconocen que hablan desde el terreno de las intenciones y las hipótesis, en la clave de que “lo deseable sería que ETA decidiera el cierre de la lucha armada”. Sin tal cierre no existe la condición previa descrita por Guisasola y Urrusolo para compartir “compromisos a nivel político”.

Los autores del escrito, sin embargo, hacen también una serie de afirmaciones todavía más equívocas como que, “en torno a la lucha armada se ha fomentado una cultura política, una mentalidad y unas actitudes sectarias, cada día más alejadas de los valores fundacionales de la Izquierda Abertzale”. Difícilmente puede haber contradicción entre la permanencia de la violencia armada y los supuestos “valores fundacionales de la Izquierda Abertzale”, cuando es ETA con la unión entre teoría política revolucionaria y práctica armada la que funda la llamada “izquierda abertzale”. También afirman que:

“El problema es que en ETA no ha habido continuidad en los puestos de responsabilidad como ocurría en el IRA; donde la misma gente que comenzó a utilizar la lucha armada en los 60-70, con la experiencia que tenían, fueron los que decidieron y se comprometieron a terminar con la etapa militar y pasar a otra exclusivamente política”.

Tal cosa es incierta pues tenemos ahí, en la dirección de ETA y ejerciendo el dominio del aparato político e internacional, a Josu Urrutikoetxea, participante en la V Asamblea de 1967 y desde 1974 en la cúpula de la organización, que en estos momentos cuenta también con la presencia de su propio hijo, Egoitz. Una continuidad comparable a la de la presidencia del Partido Comunista de Corea del Norte.

Sin embargo, el ejemplo irlandés sirve para arrojar la sombra de otra hipótesis que los autores del escrito plantean como una posibilidad para el futuro:

“Si en lo que queda de ETA siguen como hasta ahora, es a la Izquierda Abertzale a quien corresponde plantearlo claramente, convenciendo a los que tengan que convencer o imponiéndose de facto (…). Y si hubiera choque, ocurriría como en Irlanda: la inmensa mayoría de los que han representado la militancia de ETA, de la Izquierda Abertzale y la inmensa mayoría de los presos se posicionaría por el cambio de ciclo y sólo una minoría estaría tentada por continuar como hasta ahora. Algo preferible en todo caso a que sea ésta minoría la que arrastre a todos los demás”.

Los autores del escrito plantean aquí, sin ambages, la posibilidad de la división dentro del MLNV, entre los mayoritarios, partidarios de las vías exclusivamente políticas, y los minoritarios, partidarios de usar también la lucha armada. De esta manera, podría plantearse un nuevo ciclo político, con la “mayoría” del MLNV apostando por una operación política determinada, mientras la “minoría” seguiría usando la lucha armada.

De esta manera, las vías políticas y la lucha armada podrían nuevamente compatibilizarse, sin que la rama política tuviera que soportar el lastre de los efectos contraproducentes de la lucha armada; y ETA podría matar y destruir más a su aire. Tengamos en cuenta, asimismo, que hoy en día en Irlanda existen un IRA y un Sinn Fein escindidos de los oficiales que siguen planteando la componenda político-militar y cuya acción ha supuesto un número determinado de muertos. Recordemos también que fue la rama escindida del IRA, la que siguió ejerciendo la lucha armada y la que en Omagh causó decenas de muertos, la que se quedó con el arsenal de la organización. Del mismo modo que cuando en 1982 ETApm anunció su disolución la mayoría de sus militantes, arsenal e infraestructura pasaría a ETAm.

Finalmente, los presos de ETA se muestran fervientes partidarios de la operación del “polo soberanista” sin el PNV:

“Es imprescindible hacer realidad una nueva alternativa de Izquierda Independentista amplia contando con los distintos sectores en los que hoy se siente representada su base social en AB, NaBai, Batasuna, Aralar, EA, ELA, LAB…”.

El planteamiento de Guisasola y Urrusolo se muestra así en toda su fuerza dialéctica. Pues mientras plantean la cuestión crítica previa del cese de la lucha armada, y de la escisión, si es necesario, del MLNV para que ello se de a cabo, muestran también su apoyo a una operación que se encuentra en curso y en la cual aquellos que en privado dicen que el “proceso” no es compatible con la lucha armada ponen todas sus fuerzas, sin que ETA deje de ejercer su función. De esta forma, también la crítica a la lucha armada puede complementarse con el ejercicio o la inminencia de la lucha armada.

Los autores de la carta consiguen, así, vehicular su crítica de tal modo que es beneficioso para la estrategia del MLNV, aun sin que ETA haya renunciado a la lucha armada. Mientras los líderes oficiales de Batasuna opinan en privado en contra de la lucha armada y en lo público construyen las mimbres del “polo soberanista”, y afirman la unidad del MLNV para que “todos” sigan el mismo camino, los críticos Guisasola y Sistiaga proponen la renuncia a la lucha armada e incluso la división del MLNV, entre mayoría y minoría. Cualquiera de los dos casos, de una forma u otra, son vías de compatibilizar lo político y lo militar y, por tanto, son formas diferentes de engaño dialéctico.

La urgencia de estos presos de ETA en clausurar la lucha armada es una urgencia encaminada a clausurar las consecuencias negativas de esa lucha; esa es la parte de crítica que la cúpula del MLNV tomará en cuenta, mientras sigue montando su operación política para sustituir al PNV y ETA adapta la lucha armada al grado de conciencia popular de cada momento.

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6 comentarios en «El debate sobre la lucha armada en el MLNV»

  1. Imanol laguna,
    Beti irakurtzen ditut zure artikuluak eta oraingoan ere horrela egin dut. Ia beti izaten naiz idatzitakoarekin ados, bainonoraingoan, ez dakit zerrekin egon behar dudan ados.

    Alegia, «Es bueno que sepamos (para que no engañarnos al respecto) que el MLNV constituye un organismo en el que la mayoría no es la que toma las decisiones por mucho que opine de una forma determinada.» Hori oso ondo dago. Baino gero ez dator bat beste honekin. «Por ello, las opiniones de Gakoa y de Guisasola y Urrusolo Sistiaga no son le expresión de esa mayoría, que disciplinadamente calla, sino de una minoría que quiere hacer público un debate que ya está resuelto en lo privado.»

    Porque al fin y al cabo, la izquierda abertzale sigue sufragando la lucha armada. Entonces, esto por que se da? Por que la mayoria está en esa clave -lo que lo que entra en contradicción con la primera frase que cito del artículo? o por el contrario porque cuando esa supuesta mayoria que citan urrusolo y gisasola calla ante parte del aparato del MLNV?

    Eskertuko nizuke aklarazioa. Eta argi utzi nahi dut ez dela kritika bat, ezta gutxiago ere. Artikuluaren nondik norakoak ulertzeko azalpen bat besterik ez naiz eskatzen ari. Eskerrik asko aldez aurretik eta zorionak aurreko artikuluengatik. Hau azaltzen didazunean, artikulu honengatik ere zorionduko zaitut.

    Adio t’erdi Imanol laguna

  2. Adiskide agurgarria:

    Nik adierazi nahi nuen MLNV barneko kontraesanak beti bideratu nahi direla mugimenduaren onerako, nahiz ildo ofizialetik ala ildo kritikoatik etorri.

    Gauza bat da MLNVren gehiengoa borroka armatuaren kontrako iritzia edukitzea. Beste gauza, ideologikoki ez dagoela borroka armatua baztertzerik, MLNVko zeinu ezinbestekoa delako eta, beraz, bere aldekoek zilegitasuna dute, mugimenduaren ideologiaren muina aipatzen dutelako, gehiengoaren iritziaren kontra beren iritzia inposatzeko.

    Gehiengoak dinamika hau onartzen du arrazoin ideologikoengatik; ideologiaren parte bat da horrela jokatzea. Beraz isildu egiten dute beren iritzia eta onartu gutxiengo horren mandatua.

    Artikuluaren egileek, borroka armatuaren arazoa eztabaida publiko bihurtzean, gehiengoaren iritzi hori zapuztu egiten dute, nahiz eta gehiengo horren borroka armatuaren kontrako iritzia ahozgoraz adierazi. Baina ez dute gehiengo horren isiltasunarekin bat egiten.

    Eta nahiz eta disziplina hori zapuztu, egileen kritika ere MLNVren onerako bideratu daiteke, isilean dagoen iritzi hori kalera atera delako. Urrusolo eta Gisasolaren kritikak badu aspektu ezezkorra, borroka armatua kolokan jartzea; baina badu aspektu baikorra, borroka armatuaren kontrako iritzia agerian uztea. Eta «polo soberanista»ren operazioarekin bat egitea. Beraz, operazio politiko horrekin bat daudela adierazten dute egileek, ETAk arma utzi behar ez baditu ere, beraiek esan bezala.

    Borroka armatuaren kontrako kritika eta borroka armatua batera doaz, beraz, bide beretik.

    MLNVko kontraesanen jokua beti izan da joku korapilatsua baina beti izan da onuragarria MLNVren interesentzat. Baita kasu hontan ere.

    Agur bero bat.

  3. Imanol lastana,

    Hay que ver cuanto sabes y quien aclaras las cosas a las personas que precisan aclaraciones.

    Pero es que la realidad es…terca. No podemos pretender cambios importantes en la sociedad vasca, mientras los responsables políticos en general y los Nacionalistas Vascos en particular no se sientan lo suficiente responsables para tomar en juego las estrategias Chino-Sovieticas magistralmente desarrolladas por pensadors como MAO y probadas en distintos campos de batalla o mejor dicho lucha?
    En casa tenemos el ejemplo de BIETAN JARRAI, el hacha y la serpiente que nos llevan tomando el pelo con su concepto de ABERTZALISMO (patriotismo en sentido marxista-maoísta) 60 años y sin embargo EAJ / PNV por ejemplo no acaba de pegar fuerte en la mesa y tomarse el tema en serio de al menos intentar ver lo que hay al otro lado de la cortina. Claro que a la vez de dejación, deja a monaguillos del Papa Arzalluz como Egibar campar a sus anchas.

    En fin, perdona pero no estoy muy sana hoy que se dice, además con mis > 80 años per es normal que tenga bajones.

    Y lo peor de todo es que cuando nuestros otros «amigos» los españoles como Ares dicen una verdad (tal vez bajo punto de vista metafísico) en el sentido que EA debería de alejarse de los cantos de sirena de «polo soberanista» que no es otra cosa que lo aqui se ha llamado por algunos como itsauz, la GRAN CONVERGENCIA, o incluso por gente como Alain Badiou, Mao Ze Dong y Anton de Irala como el FRENTE UNIDO.

    en fin, non volare parlare di piu alora.

  4. Imanol,

    Quiero creer que influyen las fechas en las que estamos, cuando observo la mínima reacción que hay a un tema de importancia capital para el devenir de nuestra patria.

    Espero que despues del puente, aqueducto o según como cada persona se lo haya montado, tengamos unas cuantas aportaciones mas.

    Porque, que duda cabe que el debate del MLNV está aplicando el «recomienzo del marxismo».
    Están planteando por un lado cambiar para no cambiar.
    Están planteando por otro lado cambios de forma para cambios de contenido.
    Pero siempre para que el enemigo o sea, nosotros tengamos una percepción única o metafísica de lo que dicen, en lugar de emplear su arte dialéctico que consiste en la visión dual de las cosas y saber lo que REALMENTE quieren decir y no tanto lo que dicen.

    Al fin y al cabo solamente llevamos 60 años de marear la perdiz por parte de los social fascistas.

    Siempre «jugando» con la visión dual de las cosas y las aparentes críticas antagóica y no antagónicas, ambos tipos confundidos por la gente de a pie, de la calle.

    Desde la época de las famosas asembleas, dese las Milis, los Polimilis, los Felipes. los duros y los blandos. los «nego gudari» de ETA y su brazo político.
    El distanciamiento «dialéctico» de Aralar del resto de la manada.
    Las múltiples mal llamadas NEGOCIACIONES.
    Lizarra-Garazi-Anoeta….

    Como bien nos indica sorkunde mas arriba desarrollando el ideario de BIETAN JARRAI a sabiendas que puede durar muchísimas decadas mas.

    Siento cierta zozobra, porque observo que a nivel de nuestros (nacionalistas vascos) responsables políticos poco se está moviendo para destapar de una maldita vez la trampa con la que nos están toreando desde el MLNV.

    Debemos acumular fuerzas pero …el empujon debe de venir desde arriba desde los burukides, y ser capaces de llegar a la sociedad, a la calle con un lenguaje sencillo, fácil, rozando la metafísica pero de manera que la sociedad sea capaz de captar lo que realmente está cociendose detras del afan «lieberador» del MLNV (Aralar incluído).

    besarkada bat Imanol,

  5. En la misma línea que la carta de Urrusolo y Gisasola habría que colocar, a mi entender, las declaraciones de Txema Montero (Deia 05/12/09), de las que entresaco estos dos parrafitos:

    «Sobre el debate interno en la antigua Batasuna, usted cree que es sincero en que «esta vez sí».

    El debate en Batasuna es sincero pero al mismo tiempo muy limitado porque lo que haría que fuese realmente sincero es que asumiese su particular precio político por la paz. Hay cesiones, incluso traiciones, que los que están en conflicto tienen que estar dispuestos a aceptar.

    ¿Y cuál sería ese precio?

    El de la propia escisión. Estar dispuesta a hacer un proceso de paz incluso aunque haya una parte de ETA que se descuelgue. Cuando se lo planteas te contestan que entonces no tiene sentido el proceso por la paz, que quieren todos a una, ETA incluida, seguir adelante en el proceso y comprometerse. Mientras, los acontecimientos les están sobrepasando, con ETA cada vez más reducida a su mínima expresión y Batasuna clandestinizada.

    Y yo me pregunto ¿para qué hacer un «proceso de paz» que no va a traer la paz porque una parte de ETA probablemente se descuelgue y siga con la «guerra»?; la respuesta parece más que evidente, para seguir con el bietan jarrai durante tiempo indefinido y, de paso, volver a pillar cacho institucional y robar apoyo social por la base a las formaciones nacionalistas. Ni más ni menos, pero, como lo dice el converso Montero, a todo el nacionalismo le parece bien…

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