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¿Qué es el soberanismo? (y 5): Ollora, soberanismo y mundialización

Ion Gaztañaga

(Escultura «Non Violence» de Carl Fredrik Reuterswärd , 1985 Malmö, imagen de Wikipedia)
Non_violence_sculpture

Como vimos en el capítulo anterior, además de la búsqueda de la paz y la empatía con el «otro» Ollora veía necesario que el nacionalismo se transformara en un «nuevo nacionalismo». Una de las causas que cita, además de todo lo visto en el anterior capítulo, son los cambios mundiales que observaba en los años 90.

La mundialización o globalización, el nuevo mercado mundial, es la segunda razón para el soberanismo de Ollora después de la resolución del «conflicto». Parafraseando a  Kenichi Ohmae autor del «El fin del Estado-Nación» nos dice que «el derecho del estado-nación al manejo de los asuntos económicos se ha perdido, víctima de un inevitable ciclo». Según esta teoría, los Estados-región, como llamaría Ohmae a Euskal Herria según Ollora, se han convertido en económicamente viables al desaparecer el concepto de «masa crítica» y ser una zona económica-natural. Para reforzar este argumento, Ollora cita un artículo de Imaz con el título «Un pueblo en la sociedad de información» del año 96, cita que dice así:

«Este pueblo despegado entre el Adour y el Ebro constituye un conjunto urbano equilibrado. Es la Euskal Herria de Atxaga o el Euskópolis del Lehendakari Ardanza. Kenichi Ohmae lo llamaría zona económica-natural. Pequeña, bien gestionada, en una encrucijada de rutas terrestres, con buenos puertos y aeropuertos. Una red de universidades y centros tecnológicos. Probada capacidad de innovación. Con las ventajas estratégicas de conexión social y cultural con dos entornos cercanos y amplios como son el mundo español y el francés.»

El análisis económico de Ollora nos recuerda cómo desde los años 80 la economía de Euskal Herria se estaba mundializando y los ratios de exportaciones e importaciones con origen y destino España con respecto al resto del mundo estaba descendiendo. Una situación que según Ollora requería de un nacionalismo nuevo. ¿Y cuál debía ser este nuevo nacionalismo que diera respuesta a la mundialización y a la pacificación?

«Es hora de liberar la política del corsé de la violencia (…) Hay que elaborar un proyecto de Construcción Nacional de Euskal Herria que se perciba por la ciudadanía no como confrontación, ni división ni imposición (…) sino que se concrete en un proceso de integración social y nacional abierto al mundo y basado en la libre adhesión de un mayor número de voluntades ciudadanas»

Un nuevo nacionalismo bautizado como «soberanismo» que el autor resume en cuatro pilares fundamentales:

  • Autogobierno: «Los vascos deben decidir por sí mismos y otros pueden decidir por ellos será porque así se ha pactado». Por tanto, Ollora apuesta por la co-soberanía en los temas en los que los vascos así lo decidan.
  • Cambio: «Los cambios mundiales apuntan hacia la cooperación, la coordinación o la integración.»
  • Respeto: «El respeto al ámbito vasco de decisión o autodeterminación es fundamental». El ámbito territorial en el que se aplicaría sería la CAPV con un nuevo mecanismo de integración de Navarra menos «tortuoso» que el actual.

Y es posible que el último pilar cause sorpresa en aquellos que nos dijeron que no aparecía en el diccionario: la famosa «transversalidad».

  • Consenso: «Pensando desde la pluralidad y para la pluralidad. Intentando sumar y no excluir. Reconocimiento la importancia de la transversalidad en el funcionamiento de una sociedad cada vez más compleja y con más sujetos sociales (…)»

La pluralidad y transversalidad puede referise tanto al ámbito de adscripción nacional como al ámbito de la estrategia social, aunque Ollora no entra detallar de qué transversalidad habla, o si este proceso de soberanía pretendía incluír desde en fases posteriores a las del acuerdo entre abertzales a los partidos y ciudadanos españolistas o pretendía su integración en el movimiento soberanista desde un principio. La cuestión es que una vez establecidos los principios hay que dar el salto a los procedimientos que el autor estableció de la siguiente manera y que podemos comparar con el proceso que vivimos después:

  • «Establecimiento con precisión y detalle del cuadro de poder que desde el nacionalismo se desea para Euskal Herria»¿Se concreto después en Lizarra el cuadro de poder que quería el nacionalismo? Al menos públicamente no trascendió el modelo «preciso» por lo que debemos suponer que el proceso de Lizarra no pudo cumplir con este primer punto.
  • Establecimiento de una estrategia conducente a la soberanía: «juegos de alianzas, (…) deberá descansar en el juego de mayorías (…) a partir de ahí empezarán los procesos de contacto y negociación con (…) Madrid. (…) En caso de rechazo se abre una etapa de conflictos (…) en el que las acciones de respuesta, siempre pacíficas y democráticas, deben ser muy pensadas y donde no se excluye el recurso y la utilización prudente de procesos y actos plebiscitarios. (…) Sin excluir en el desarrollo de todo este proceso el cambio en el juego de alianzas políticas con repercusión institucional, de tal modo que se refuerce la conducción del proceso y se visualice la entrada en la nueva fase». Esta fase sí la podemos reconocer pues Euskal Herritarrok dio apoyo parlamentario al gobierno de Ibarretxe durante la fase de Lizarra y también apoyó al PNV en los municipios, hasta que una vez rota la tregua comenzaran los movimientos en Bizkaia para dar por finalizados estos acuerdos y se diera paso a la fase de tensión interna en el PNV.
  • «Establecimiento de una estrategia de explicación de respaldo ciudadano a la soberanía»
    Este paso didáctivo es para Ollora fundamental, una lección aprendida de Quebec que no era nada fácil de llevar a la práctica teniendo en cuenta la minoría mediático del movimiento soberanista.
  • Obtención de un entorno «ambiental» propiciador del proceso «soberanista»: Esto incluiría el apoyo internacional, la legitimidad democrática de las vías utilizadas, la existencia de un ámbito territorial definido, el respeto a las minorías, etc. Podemos reconocer esta fase en la envolvente sindical ELA-LAB, el mimetismo irlandés y por supuesto, la tregua de ETA.

Un ecosistema externo que también debería ayudar a un cambio interno en el PNV, apuntando cambios organizativos para «aumentar la participación de las bases» y la «distribución de la información». Pero también un cambio de actitud en la pugna interna:

«Desterrar la maledicencia como forma habitual de desacreditar al competidor político y dejar de considerar al disidente como un hereje y en el peor de los casos, un traidor».

Un deseo que todavía al final de la primera década del siglo XXI Ollora no ha podido ver desterrado de la actividad política, a tenor de lo que se puede leer todos los días, posiblemente víctima de un modelo de funcionamiento enraizado ya en la praxis.

Para finalizar, podemos decir que el «PNV experimental» de Ollora tuvo la oportunidad de convertirse en el «PNV real» mediante los pasos y movimientos que se intentaron para «lograr la paz», sostenible mientras ETA mantuvo la tregua y el movimiento soberanista creyó tener la llave de la última puerta que iba a conducir al fin de la violencia. La «vía Ollora» es la clave para comprender la visión con la que el nacionalismo se enfrentó los acontecimientos que ocurrieron a final de los noventa hasta que en las elecciones del 2001 el Lehendakari Ibarretxe volviera a coger las riendas de la política de pacificación de las manos del partido e iniciara una vía más personal hacia la «soberanismo» y la resolución del «conflicto». Pero esto ya es otra historia.

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12 comentarios en «¿Qué es el soberanismo? (y 5): Ollora, soberanismo y mundialización»

  1. Y entre tanto análisis de como no hacer esto y como no hacer lo otro….no cayó Ollora en como no hacer el manzanillo??? Porqué vamos la tomadura de pelo (aunque Ollora tenga tuviera poco y ahora supongo menos….) que supuso Lizarra es de película de José Luis López Vazquez y cia.

    Recuerdo que el libro de Mr.Ollora el pitoniso fue el libro más vendido en una Feria de Durango de finales de los noventa….supongo que para entonces la peña ya se había leído todos los «mortadelos», porque el libro en cuestión además de ser un latazo insoportable, se caracteriza por que su autor no tiene ni repajolera idea de lo que es la Izquierda Abertzale.

    Vamos, tener, de tener algo, el autor lo que tiene encima es una empanada gigante. Entre sus inolvidables frases recuerdo una que decía «No entiendo la kale borroka»…pues podía haberla puesto en la portada para que la gente no comprara su infalible pestiño.

    Un genio el Ollora éste. Si quiero hacer la primitiva prometo no llamarle. Supongo que estará haciendo otro libro de como la violencia está a punto de acabar, aunque todavía no entienda la kale borroka.

    Con amigos así, para que quieres enemigos.

  2. Es interesante, lo más la contradicción entre las buenas intenciones y la práctica. Porque si se aprecian las consecuencias reales que supuestamente han tenido la aplicación de estos principios no queda menos que pensar que el PNV está petado de inútiles e incapaces de valorar la realidad. Preocupante.

    A no ser que con toda la palabrería de tolerancia y comprensión hacía el otro, Ollora se estuviera refiriendo a ETA y su mundo. Si no, no se entiende. Porque jamás la sociedad vasca ha estado tan tensionada ni ha sido más intransigente.

    *Lo que es para echarse a temblar, conociendo el percal y la obsesión que esta tropa tiene por el control del entorno es eso de: “Obtención de un entorno “ambiental” propiciador del proceso”. Vaya panda de ingenieros sociales. Está hablando de la manipulación de los idiotas. Esta es la consideración que tiene por sus seguidores. “Son maleables y muy atentos a nuestros dictados” Tiene razón.

  3. El PNV no tiene la medalla de honor de los inútiles, aunque gente como Egibar y Ollora estuvieren en foto finish con los necios más necios del concurso de Boris Grushenko en la peli de Woody Allen.

    En un momento de hostias, el MLNV siempre ha tenido a, por usar el término de O ´llora, manzanillos dispuestos, gentes que le han hecho caso a que pese a las hostias había gente muy buena y que querían la paz. El último O ´llora de hoy, el contempóraneo, resulta que es socialista, como es Jesus Egiguren, de la escuela olloresca.

    Es un alivio ver que los españoles también caen en el manzanillismo.

  4. La vision de Ollora es la vision que compartian muchos nacionalistas que veian como el proceso de irlanda iba a ser la panacea para el proceso vasco y que aprovechando la ocasion, con el fin de ETA se iba a conseguir la autodeterminación, con un frente unido que le iba «a plantar cara al Estado» confiando que el MLNV iba a pasar a planteamientos realizables.

    En la tregua seguía la kale borroka como sustitutivo de ETA y pronto los manzanilleros empezaron a proponer temas tan realistas como cajas de carton en los 7 herrialdes para hacer una asamblea constituyente y la desobediencia civil, sabiendo que era imposible.

    Pero lo grave es que una vez rota la tregua, habia que ver como se agarraban algunos a un clavo ardiendo para no romper los acuerdos de con HB en los ayuntamientos, y los problemas que hubo internamente en el PNV cuando los vizcainos rompieron con HB y Arzalluz empezo a llamar michelines a los Atutxa & co.

    Todavia hay quien nos quiere vender la misma moto con un nuevo proceso pero creo que la gente ya no se chupa el dedo y no se cree nada.

  5. Cada vez me parece mas correcta la distinción de soberanistas frente a unionistas en lugar de la ya tan manida de nacionalistas frente a constitucionalistas (nacionalistas españoles). Sinceramente creo que estos años de gobierno unionista, con su intento de intento de ingeniería social para reconvertir a los vascos en buenos españoles, puede ser tomado como una gran oportunidad para lanzar al soberanismo hacia la meta natural que no es otra que la constitución de una republica vasca. Se me olvidaba un «pequeño detalle» que ayudaría mucho: la desaparición de ETA.

  6. Sobre este peliagudo tema, mi reflexion es la siguiente, una vez que la organizacion ETA, diga que quiere dejar las armas, como lo hizo ETA PM, puede haber o no puede haber dialogo.

    No estamos todos de acuerdo con que ETA ABANDONE las ramas y hb CONDENE la violencia.

    Pero calro no hace falta ser muy avezado, para darse cuen, de lo que manifestaron con su voto los TREINTA PARLAMENTARIOS DEL PNV, sobre lo de acabar ETA Y EL NACIONALISMO, y lo que dijeros los JUNTEROS DE GIPUZKOA, cuando OLANO DIJO que el gobierno PSOE PP, es contario al PAIS VASCO, TODOS LOS JUNTEROS LE apoyaron, los del pnv, los de hbat y los de EA.

    AQUI ESTA EL POLO SOBERANISTA que no es el de ETA, es el OLANO EGIBAR y el `presidente del ABB, GERENABARRENA,ARZALLUZ, E IBARRTXE.

    Lo de ETA es otra cosa, llamemosle, POLO VIOLENTO RUPTURISTA CON EL SISTEMA, con todo el sistema autonomico y central, CLARO QUE PARA MANDAR ELLOS, y nos a obedecer.

  7. Entonces etxarte, qué término es el más adecuado, en tu opinión, para los que sostenemos que no existe ninguna «mayoria central» (gobierno, cortes y tribunales españoles) fuera de las instituciones vascas que tenga legitimidad y derecho a restringir (por la ley o por la fuerza) unilateralmente y sin acuerdo entre partes iguales el futuro de los vascos?

    Ya sabemos que el españolismo político ha encontrado (y se ha apropiado) el término constitucionalismo para imponer esa «mayoría central» (escecialmente hooligans son los de upyd), basta con ver el rechazo parlamentario a la modificación del estatuto que presentó Ibarretxe en Cortes o la sentencia del tribunal constitucional contra la ley de consulta (no se están dando tanta prisa con el estatuto de Cataluña, por qué será?)

    Usar unos buenos términos no es una tontería, ahora vemos como constitucionalismo es sinónimo de «mayoría central», «soberanía española» y «café para todos» frente a la realidad del texto constitucional que es (leido como un todo) más ambiguo y lleno de resquicios (derechos históricos, etc)

  8. El término soberanismo es desde el punto de vista de filosofía política un auténtico horror, ya sólo por la alusión al soberano o rey absoluto que los jacobinos asimilan a sus nuevas estructuras también absolutista.
    Los vascos no hemos tenido nunca una visión así del poder, sino como los anglosajones siempre hemos visto el poder político como un juego de poderes y contrapoderes, como un equilibrio y con la bilateralidad y la corresponsabilidad.
    El término vasco es burujabetza que los del MLNV traducen del español como independencia pero que es más que independencia en cuanto a creación de un poder político pleno.

  9. KEPAIGEA, me encanta tu ficticio razonamiento de IGUAL A IGUAL, pero una cuestion nada valadí en la vertebracion de Euskalherria, el pacto de ARABA con el GOBIERNO VASCO para hacer la autonomia la CAPV, es de IGUAL A IGUAL, tiene derecho ALAVA a secesionarse de una CAPV con un gobierno soberanista independentista, claro,esta bien reivindicar la descentralizacion respecto a MADRIT, pero con respecto a VITORIA, qie ocurre?. YA se que me diras lo del AMBITO VASCO DE DECISION.

  10. Sí Arrano, ese de igual a igual suena algo ficticio, como en las relaciones laborales trabajadores-patronal, donde el acuerdo es el ámbito de decisión.

    Respecto a Araba, no hay ningún movimiento «secesionista» claro y continuado en el tiempo (la vitoriana UA se evaporó), donde sí lo hay es en Navarra, con bastante éxito, y así están las cosas (aquí desde donde escribo y pienso) de manera que hablamos del ámbito navarro de decisión (aunque ya sabes que Sanz presidentea no está muy de acuerdo porque los navarros podrían volverse locos). En Bizkaia también Careaga lanzó su agrupación «Unidad Vizcaina» pero sin éxito (creo que incluso Jon Juaristi le apoyó)
    Pero retornando a Alava, en la época republicana Oriol intentó seguir el camino de las derechas navarras e intentar desligar «la provincia» de la autonomía vasca, y cuando fué? Cuando se aprobó en plebiscito el estatuto vasco según lo exigido por la ley: la mitad del CENSO +1 (en Araba se aprobó por una abultada mayoría pero Oriol «exigió» el ámbito alavés de decisión porque no se alcanzó allí la mitad del censo). Entonces el ámbito de decisión reconocido fue el vasco vascongado del «irurac bat». Mientras alguien no se curre otro ámbito de decisión, esa es la referencia para Araba Bizkaia y Gipuzkoa.

    Pero, por aclarar querido Arrano, kepa igea prefiere la cohesión entre territorios y entre vascos de aquí y alla a la «República independiente de Bizcaya». O dicho de otra forma: la autodeterminación hacia dentro, qué queremos los nacionalistas vascos hacer con/para nuestro país desde las instituciones y la acción política, social o cultural. Respecto a la Autodeterminación hacia afuera, pues lo de siempre, ser lo menos dependientes posible de instituciones y ámbitos de decisión «peninsulares» y acceder directamente a los ámbitos de decisión «constinentales», vamos, mejor discutir/acordar en Bruselas de ficticio «igual a igual» que en Moncloa.

    Zuk zer uste?

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