Azala / Portada » Sobre las bicicletas en Donostia

Mikel Ubillos

Después de tres años de negociaciones y de 7 borradores el 31 de enero de 2006 se aprobó por consenso en el pleno del ayuntamiento donostiarra la nueva ordenanza de circulación de la ciudad, que se publicó en el boletín Oficial de Gipuzkoa el 15 de febrero de 2006.

En primer lugar quiero decir que estoy a favor del fomento y uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad, y me parece muy loable el objetivo de pasar de 3% al 7% de los movimientos que se producen en la ciudad, también estoy a favor de la construcción de nuevos bidegorris, para culminar con un circuito que permita conectar los diversos barrios de la ciudad, y ésta con los pueblos circundantes.

No obstante, cuando en la legislatura anterior se realizó la ordenanza de circulación, los que por aquel entonces estábamos en el ayuntamiento dimos prioridad al peatón sobre cualquier otro tipo de transporte en las áreas peatonales, por eso las llamamos «Zonas de Prioridad Peatonal», y regulamos en ellas el uso de otros tipos de transporte.

En relación con la circulación de las bicicletas, el artículo 46 dice: «Las bicicletas, vehículos sujetos a la normativa vigente sobre tráfico y circulación, circularán por las vías ciclistas o por lo itinerarios señalizados por las zonas de prioridad peatonal. Donde no existan circularan por la calzada» Con ello se pretendía que las bicicletas no circulasen por todas las aceras sino sólo por aquellas que el equipo de gobierno de la ciudad entendiera que debían hacerlo, y que para lo cual las señalizase (ejemplo: calles Elcano y Churruca, que llevan años con la señal). Se trataba de generar circuitos de circulación de bicicletas por aceras en zonas donde no hubiera todavía bidegorris.

Para regular como circularían las bicicletas por las Zonas de Prioridad Peatonal se redactó el artículo 48, el cual dice: «En los itinerarios ciclistas señalizados en zonas de prioridad peatonal podrán circular las bicicletas siempre que:

  1. Respeten la señalización existente.
  2. Respeten la preferencia de paso a los peatones.
  3. La velocidad máxima sea de 10 km/h, adecuándola en todo caso a la mayor o menor presencia de peatones.
  4. Deberán mantener la distancia de seguridad mínima de 1 metro al rebasar o cruzarse con un peatón.
  5. No realicen, maniobra, negligente o temeraria, que pueda afectar a la seguridad de los peatones.
  6. Los/as menores de hasta siete años podrán circular por las aceras en bicicleta, al cargo de una persona mayor de edad, a condición de hacerlo al mismo paso que los peatones, y sin causar molestias a éstos.»

Según el artículo 79 será infracción leve (sancionada con una multa entre 50 y 90 €) «circular las bicicletas sin atender a las condiciones de circulación previstos en el artículo 48.» Y según el artículo 80 serán infracciones graves (sancionadas con una multa entre los 91 y 300 €). «no respetar los vehículos motorizados y las bicicletas la prioridad peatonal en las zonas señaladas; circular en bicicleta superando las velocidades permitidas con grave riesgo para los peatones; y circular la bicicleta de noche sin foco ni reflectante.»

Estos son algunos de los artículos de la normativa vigente que regulan el uso de la bicicleta en la ciudad. Sin embargo, el gobierno de la ciudad no los ha puesto en práctica, y ya han pasado dos años desde la aprobación de la ordenanza.

En primer lugar, no ha señalado las zonas en las que las bicicletas puedan circular por las zonas de prioridad peatonal, por lo cual toda bicicleta que circule por las aceras no señalizadas está incumpliendo la normativa, y debería de recibir una sanción. En segundo lugar, la policía municipal no sanciona las infracciones a la normativa.

En consecuencia, el gobierno de la ciudad, no está cumpliendo con un acuerdo con la oposición que tanto costó lograr en su día, y en lugar de aplicar la normativa lleva la política del «laissez faire, laissez passer».

Durante estos últimos años he veraneado en ciudades alemanas como Friburgo y Münster, ejemplos de uso de la bicicleta para el transporte público, y he comprobado el respeto de los usuarios de la bicicleta con los peatones. En Donostia estamos a años luz de ese respeto, de esa educación cívica. Por esta razón, se planteó la idea de la defensa del peatón sobre todos los demás. Mientras no exista esa educación será necesario que existan esas restricciones para los usuarios de los bicicletas, y desde el gobierno de la ciudad se tendrá que hacer cumplir la normativa. ¿Cómo queremos que la ciudadanía respete la ordenanza de circulación, si el propio gobierno de la ciudad la incumple?

Partekatu sare sozalietan / Comparte en redes sociales

Gai honetako beste sarrerak / Otras entradas relacionadas

Un comentario en «Sobre las bicicletas en Donostia»

  1. Mikel, no te enfades, pero yo soy uno de esos ciclistas que no respetan los 10Km/h (sobre todo cuando veo que va a llover). Pero qué esperamos de los munipas, si creo que es el cuerpo más desprestigiado que tenemos, con bajas por doquier y una autoridad que ni chikilicuatre. La verdad es que si la gente aparca en cualquier lado (también es cierto, que no hay suficientes aparcamientos) pero sobre todo, para tomarse un pote usa la doble fila.

    Nadie respeta el 50Km/h dentro de la ciudad, la gente habla por el móvil mientras conduce (sólo hay que fijarse cuando vas de peatón en un semáforo). En fin, que yo creo que es un tema cultural, pero nos saltamos a la torera tantas cosas…

    La verdad es que tiene delito el bidegorri de Alderdi Eder. Ni que lo hubieran diseñado aposta para joder. Pero podríamos hablar de normativas de bares, del botellón, de los perros y sus amos, de Illumbe y otras historias.

    Eso sí, el «laissez faire, laissez passer» de Odon se aplica a cualquier cosa. Total, la cosa es aparentar, salir en los medios, y luego, si te he visto no me acuerdo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *