Azala / Portada » Aspiración última y marco de convivencia

Koldo San Sebastián (en su blog Gure Lurraren Deia)

La aspiración última del nacionalismo es conseguir que el Pueblo Vasco sea sujeto (y no objeto) de todas y cada una de las decisiones que le afectan. Pero, esta aspiración puede ser asumida sin dificultades por quienes no se consideran nacionalistas. ¿Qué ciudadano desprecia ser sujeto de aquello que le afecta?. ¿Qué los demás no decidan por él. Los vascos tenemos, en estos momentos,  dos instrumentos (mejores o peores) para avanzar en el autogobierno: el Estatuto de Autonomía (en el caso de la CAPV) y la foralidad plena. Dos mínimos en los que podrían estar de acuerdo nacionalistas vascos y constitucionalistas españoles.

Pongamos algún ejemplo: ¿quién preferiría que le gestionase las pensiones un vasco socialista de la Margen Izquierda?. ¿Por qué no se hace una encuesta?. Por otro lado, simultáneamente (y además) al debate sobre otras cuestiones, la plena autonomía constitucional permitiría adecuar el sistema de la financiación de las pensiones a la realidad económica actual (el envejecimiento de la población y la globalización de la producción). Se trataría de establecer recursos financieros y fiscales en un fondo siguiendo el ejemplo noruego. El Artículo 18.2 b del Estatuto de Autonomía establece claramente que “Corresponde (a la Comunidad Autónoma del País Vasco) la gestión del régimen económico de la Seguridad Social”. La mitificación constitucionalista de la “caja única” (que no afecta, por ejemplo, a políticos o militares) dificultaría, sin duda,  el traspaso de esta competencia. Por el contrario, se pueden establecer fondos forales de garantía social que, por un lado, sirvan para financiar servicios sociales y, por otro, como complemento de las pensiones. La dotación de estos fondos tendría un carácter mixto: a través de un impuesto y, por otro lado, de aportaciones individuales.

Desde hace muchos años (demasiados), el Tribunal Constitucional es una tercera cámara política. Sorprende que sus decisiones sobre cuestiones que afectan a la ley orgánica 3/1979 (Estatuto de Gernika) no tengan en cuenta algo que parece una verdad de Pero Grullo. Si quienes redactaron las Constitución de 1978 fueron los mismo que aprobaron, meses más tarde, el Estatuto de Autonomía, ¿no se dieron cuenta que esta última ley contradecía preceptos de la Carta Magna?. ¿Por qué todo el mundo comenzó a darse cuenta de cuestiones “irrenunciables” a partir del fracaso de la LOAPA?. Algunos textos sobre la “caja única” emitidos por el T.C. se basan, por cierto, en una “transitoria” de la Constitución. Por cierto, en estos días que se habla de la modificación de la L.O. del Poder Judicial (ley Ledesma) para adaptar esta norma al Estatuto catalán, era una buena oportunidad para recuperar la competencia estatutaria “laminada” por la citada ley.

El segundo elemento para avanzar en el autogobierno es la foralidad. Herrero de Miñón y Lluch dejaron escrito que “los Derechos históricos no son una reliquia arqueológica, más o menos curiosa, ni un concepto político(…) son una categoría jurídica positivizada por las cláusula definitoria contenida en la Disposición Adicional Primera de la Constitución. Esto es la norma suprema a la que están sujetos todos los ciudadanos y los poderes públicos, según su art. 9.1, puesto que carecería de sentido predicar de toda la Constitución y sobre la base del citado artículo su pleno y completo carácter normativo y excluir del mismo la Adicional Primera”.

Los constitucionalistas españoles deberían ser, por principio, los más interesados en que se cumplan sus propias normas, y, por supuesto, aquellos acuerdos parlamentarios que, con su apoyo “interpretaban” de forma amplia y plural el Estatuto.

Hay una buena base legal de convivencia. Para los nacionalistas vascos, todo lo que sea ser sujeto único de decisión en lo que les afecta (por ejemplo, la gestión de las políticas activas de empleo) supone un paso adelante. Seguramente, no es suficiente. Para los otros, motivo de alegría, porque se cumple la ley.

Sin embargo, no hay razones especiales para el optimismo. Han transcurrido treinta y un años desde que se aprobó el Estatuto de Autonomía y, antes de que naciese, ya comenzaron los recortes. Recordemos que el texto autonómico consensuado por los partidos en Euzkadi fue “lijado” en Madrid por Fernando Abril-Martorell y Alfonso Guerra. ¿Cómo no se habrían dado cuenta de “lo de la Seguridad Social”?. ¿Aceptaría el nacionalismo vasco mayoritario, sin renunciar a lo que dice la Disposición Adicional del Estatuto de Gernika, establecer un marco de convivencia basado en la plenitud estatutaria y en la actualización de los derechos históricos reconocidos en la Constitución de 1978?. ¿Y los constitucionalistas?. ¿Acabarán reconociendo el “hecho diferencial vasco” que es, no se olvide, un “hecho” constitucional?.

Partekatu sare sozalietan / Comparte en redes sociales

Gai honetako beste sarrerak / Otras entradas relacionadas

20 comentarios en «Aspiración última y marco de convivencia»

  1. Buen artículo. Es evidente que lo que Lluch y Herrero de Miñon dicen sobre la constitución española y los derechos históricos es congruente, mientras que las sentencias del TC no lo son.

    Es por eso que los talibanes del PP y UPD pretenden modificar la constitución: para mutilarla de los flecos que la hacen reconocer, como realidad previa y esencial, a los derechos históricos vascos.

    Koldo San Sebastián muestra también que el «encaje» de Euskadi con España puede ser incluso hacerse desde el acuerdo de principios, ya que el cacareado «derecho a decidir» se plantea en unos términos que cualquier vasco puede compartir, como es que determinadas competencias las gestione un poder local.

  2. Un poder local, que además, se demustra más eficiente que el poder español, y a los datos me remito. La vía del convencimiento del autogobierno vasco hasta los límites que quieran los vascos se va a dilucidar en el terreno práctico, que tiene parte simbólica-espiritual-cultural, pero una parte muy importante y poco explotada, de la parte económica.

    Esa parte económica es la que hay que hacer ver a los que más lejos se pueden sentir de la parte simbólica-espiritual-cultural. La pela es la pela.

  3. Hay un problema doble. Por una parte, se ha instalado en el nacionalismo una idea de que si no se puede conseguir completar el estatuto, se puede dar el salto a la independencia. La lógica dice que si no se puede lograr una acumulación de fuerzas para lo primero, dificilmente se va a conseguir para loo segundo.

    Por otra parte, el Estado español ha asumido que las leyes se pueden incumplir, no dar garantías y hacer lo que da la gana. Así, cuando la situación lo requiera (como este año para ZP) hay mochila para seguir tirando y no hacer nada.

    ¿Cómo se resuelve este entuerto? Pues por un lado con el mazo dando (como hace el PNV en estas negociaciones) y por otro lado con una activación popular de las bases nacionalistas que unan el estatuto y sus futuras modificaciones y conquista de derechos. No puede ser que el Estatuto haya pasado a manos de quienes lo incumplen.

    El PNV ha hecho un movimiento inteligente en la negociación de presupuestos, consiguiendo autogobierno, proclamándose de nuevo como el partido que realmente manda y dándole a López una patad en el trasero. Por otra parte, puede plantear nuevas demandas (presencia en Europa, derecho a decidir, etc.) apoyándose en el prestigio que le dará ser el impulsor principal del cumplimiento estatutario y dejando a López a la altura del betún.

    Para esto es indispensable, una actitud firme y exigente con el MLNV y con ETA, que es lo que apoya la inmensa mayoría de los vascos, incluyendo a los votantes del PNV, que están hartos de las mentiras del MLNV y necesitan un liderazgo fuerte real y no un liderazgo de marketing y cartón piedra estilo Basagoiti y López.

    Para avanzar, el País necesita un líder y ese líder debe ser el nacionalismo. Y ser líder requiere de una responsabilidad y prudencia muy importantes.

  4. Botelaster: Tienes mucha razón. Sin embargo, yo optaría por la prudencia. En la línea de Koldo: exijamos el cumplimiento íntegro del Estatuto (hasta sus últimas consecuencias). Yo pediría a todos, incluidos lo que exigen la independencia para dentro de media hora, que se lo lean. Y, al mismo tiempo, reclamemos la REINTEGRACION FORAL. ¿En qué situación estaríamos con autonomía plena y con los derechos históricos activados?. Yo no entendí el texto de Nuevo Estatuto. Tampoco entendí por que Ibarretxe no basó su plan en la Reintegración Foral. Todo ello sin contar que mientras él se daba cabezazos contra la pared, el Loiola se negociaba otra cosa.

    Lo dicho aprovechemos lo que tenemos y dejemos sin argumentos a quienes no quieren cumplir el Estatuto: el PP y el PSOE.

  5. El problema, Koldo, es que el concepto de reintegración foral es muy peligrosa para España. Primero, porque pone de manifiesto que la soberanía española sobre las decisiones vascas es consecuencia de una conquista militar (en este caso, la guerra carlista).

    La segunda, que la reintegración foral (actualizada) supondría que el parlamento español no tendría potestad alguna para legislar sobre los problemas vascos sin su autorización (pase foral), ni para nombrar magistrados, ni para tratados internacionales. Es decir, sería mucho más que el nuevo estatuto, sería una confederación de-facto en la que los vascos compartirían con españa la jefatura del estado (que ahora, en estas circunstancias es meramente simbólica, no como era antes en el caso del rey).

    Y el problema más gordo aún, es que la reintegración foral conectaría mucho en Navarra, cosa que pone los pelos de punto a los españoles, porque como ya dijo Sabino, cuando navarra sea patriota…

  6. Hay mucho constitucionalista español que es vasco, y mucho, pero mucho mucho, nacionalista vasco que es apañol… como para comprar los códigos binarios con los que se explica el mundo el tal Koldo Donosti.

  7. (En otro sitio he escrito esto, y ya que lo tengo espero que no les importe que lo plante por aquí. Un saludo y gracias.)

    El estereotipo como forma de gobierno.

    Al margen de Labordeta, me interesa la percepción que tiene el público de la persona. Los personajes populares son muy interesantes para estudiar los códigos de aceptación de una sociedad. La gente tiende a instrumentalizar a estos seres, a reducirlos a sencillos estereotipos que ellos puedan utilizar. Así, una mujer, en este youtube (http://www.youtube.com/watch?v=D0nqItkNDWY&feature=player_embedded) dice:

    “Me gusta cómo canta, me gusta cómo habla, cómo se expresa… es un aragonés… sí, como tiene que ser un aragonés, de pura cepa. Con genio, cabezota…”
    “Representante de todos los aragoneses de bien, además”

    Ha entendido bien el rol. Ya sabe lo que tiene que hacer. Como Labordeta era querido, si yo quiero ser querido tendré que parecerme a él y ser como “tiene que ser un aragonés de pura cepa”, tendré que pretender ser cercano y campechano, tosco y tierno, vestir con colores terrosos, botas y panas… y ser cabezota.

    Tampoco es extraño que los estereotipos de aceptación, vasco y aragonés, sean tan similares. Uno entra en un bar de Azpeitia, o en cualquier plaza de pueblo, o mira la ETB… y se encuentra con un montón de gente que comparte la misma gestualidad campechana, la misma estética y hasta la misma opinión. Aunque sea de una uniformidad que aterra no deja de producir asombro el maravilloso mimetismo. ¿Cómo puede ser esto así? Porque todos están siendo coordinados por el mismo estereotipo de vasco, el estereotipo que les han dicho que es el más rentable para ser aceptado.

    El estereotipo de aceptación es un elemento fundamental para la coordinación del mimetismo. El estereotipo protocolariza la “naturalidad”, así que tampoco extraña que todos sepamos interpretarlo y hacernos lo que somos, o no somos. Porque nos encantan la repetición, sobre todo a los vagos. Uno quiere seguridad, reducir las incertidumbres en los encuentros sociales y mecanizarlas con rígidos guiones que se repiten una y otra vez, así que, uno sabe, que si interpreta el rol más popular tiene muchas más probabilidades de éxito, en todos los sentidos.

    A algunos parece que les basta como forma de “ser” lo que sólo es un mimetismo institucionalizado, o sea, manipulado. El estereotipo institucional reglamenta la obediencia. Ya ven, ciertos supuestos rebeldes aparecen así como los más obedientes a ese estereotipo social definido por el o los hechiceros de la identidad. Es inevitable, cuando los nacionalistas hablan de identidad, de cultura, están hablando en realidad de personalidad. Una personalidad colectiva es indefectiblemente eso, un estereotipo. Pero ese estereotipo tiene una importancia social inmensa, porque somos gobernados por este modelo.

    Por supuesto que todos estos estereotipos regionales de desafeitados, cercanía y humildad son frutos, podridos, del estereotipo con el que los anteriores gestores del estereotipo, padres de los actuales, gobernaban su mundo mimético: Cristo.

    *Al menos Cristo era universal, no era un borono. Se sacrificaba a sí mismo, mientras que los etarras, los más fieles al estereotipo gestionado por el regionalismo, sacrifican a los demás. Pequeñas diferencias.

  8. La autonomia del «estado de las autonomias español» no es sobernia, ya que se reconoce a un sólo sujeto soberano y una sola constitución.

    De hecho es a la vista de la breve experiencia española durante la II Republica Española que desde Italia se impota el modelo y se teoriza, llamandolo «Estado Regional», como un tertium genus entre el Estado Federal y el Estado unitario Centralista, ya que se constituye como un Estado unitario o Integral descentralizado que reconoce no sólo el derecho a la autonomia local, sino que reconoce además el derecho a la autonomia regional.

    Desde luego más vale algo que nada, y lo que tenemos, además, es mucho. Tengamos siempre esto claro y «pensemos más en los que podemos hacer con lo que tenemos que loque podemos hacer para tener lo que no tenemos».

    La Foralidad por contra sí es soberanía, aunque limitada, y presupone el reconocimiento de un regimen constitucional preexistente.

    Se tiende a leer el primer párrafo de Disposición Adicional Primera de la CE que habla de derechos históricos y que se presta a lecturas interesados por la ambiguedad del termino derecho en castellano, que denota tanto a los derechos sujetivos como al Derecho objeto, y sin embargo se olvida del 2º párrafo.

    Y es en el 2º párrafo de la Disposición Adicional en donde se habla abiertamente de actualización «régimen foral», sin bien con esa coletilla tan limitadora.

    El reconocimiento de un «regimen Foral» presupone el reconocimiento de un sistema legal preexistentente y de un sistema institucional preexistente tambien Ley Foral +Institución y autoridad foral= Regimen foral = Orden Foral

    Para mi es aquí en donde tnemos un campo para avanzar, ya que en mi opinión se ha producido simplemente un reintegración de aspectos institucionales de aquella foralidad como las Diputaciones Forales y Juntas Generales etc, y sin embargo no se ha producido propiamete una reintegración del sistema legal comptencial que regia las relaciones de los Territorios Forales con el Reino de España.

    Es decir que hemos tenido una reintegración parcial de aspectos institucionales forales, pero tenemos por desarrollar la reintegración de aspectos comptenciales de auqel regimen foral que sin duda habría que adecuarlo a los tiempos.

    siendo esto así, soy sin embargo exceptico al respecto visto Setencias del TC como la STC 76/1988 que han huido de explorar y reconocer más potencialidades.

    Entiendo que un encaje normalizado de esta Foralidad solo será posible en el marco de un estado Federal como mínimo, y no veo ni consenso ni madurez en el Estado Español para abordar esta empresa, aunque desde filas socialista catalanas se reclame.

    Sin embargo comparto la confianza en que es la foralidad en donde la diversidad que caracteriza a la sociedad vasca puede encontar su punto de equilibrio y de consenso necesario.

    El fin de un abertzale comprometido no es la defensa a ultranza de sus posiciones, sino la consecución en la sociedad vasca de un patriotismo vasco comumente compartido en torno a nuestros valores, instituciones y culturas vernáculos dentro de una actitud siempre abierta al mundo.

    La idea de un patriotismo foral vasco como ejemplo vernáculo de un patriotismo constitucional autoctono, creo que es lo que nos debería de inspirar de cara a un mayor conseso y superación de nuestras diferencias.

  9. ¿Antes de las guerras carlistas el Gobierno Vasco tenía las competencias en turismo que ahora están pendientes de transferir?

  10. Interesantes tus reflexiones sociologicas sobre el comportamiento humano, de verdad muy interesantes, Benja.

    Fue un vasco de Eibar, el pintor por excelencia de los toreros y las manolas, con mantilla y esos grandiosos begi beltzak.

    No olvides que tan abertzale como un txabal de azpeitia con el look de su tribu, ropa de montaña etc, lo puede ser el bilbaino con corbata, engominado y esas camisas llamativas y esas corbatas, que las ves a 50 metros en tla misma acera de la GRAN VIA.

    Es interesante el fenomeno de aquellos,, los cuales no teniendo ninguna apellido euskaldun, o teniendo solamente algunos, y otros ESPAÑOLES, de Castilla por ejemplo, son los mas averchales y los mas radiKales, mimetismo será,u otra cosa.

    Somos vascos pero tambien es nuestra patria nuestra persona y nuestra familia, donde a veces tenemos poco poder decision por circusntancias contextuales, variopintas.

    es que a mi no me cuesta nada convivir con el resto del estado ni con los europeos en general, aunque tenga más lazos historico culturales con un uno de Tudela que con un txekoslobako.

    Sr Koldo, su reflexion es muy conocida ya, pero tenga en cuenta a mutxos baskos y baskas, les interesa bstante más su futuro laboral o su hipoteca, que a Vd, LA PATRIA.

    Sepa tambien que a mutxos que habaln de independentzia, lo hablan GRATUITAMENTE, por que es gratis, y queda muy bien, en ciertos hambientes, pero que no no dan un duro o un euzkoeuro por la indpendentzia, a todos nos gusta vivir bien y a los vascos mogollon, y para que unos vivan bien otros tenen que vivir peor.

    Todos vascos iguales y por ende independentistas, ES IMPOSIBLE, yo no veo manifestaciones multitudinarias por el derechoa decidir, cuando un hombre vasco se afeita por la mañana, si piensa en la INDEPENDENTZIA, es en octavo lugar de sus preocupaciones diarias, BUENO LA INMENSA MAYORIA.

    Un abrazo Benja, jarraitu y otro abrazo DON KOLDO, jarraitu ere bai.

  11. Debido a mi pobre intelekto y mi afinada ortografia, solo puedo aportar algo simple xo k a la peña se le olvida kon 1 facilida pasmosa: el nacionalismo vasko debe ser ad+ d intelektualmente kreativo e innovador, PRAKTIKO.

    El abertzale d postal s pasa la vida hablando d indpendencias, d mega-manifas imposibles, d plantes y d torres d babel. El nacionalismo vasko, el historiko-institucional, etc.. k es el genuino nacionalismo vasko y no ese bodrio sekta-tercermundista del MLNV, es el k tiene agarrado d los huevos a ZP y aprieta xa avanzar y konseguir kosas TANGIBLES y no se detiene y va dando seguridad a la peña d k + autogobierno es mejor y no hay incertidumbre en seguir avanzando.

  12. Se habla muchas veces de la margen izquierda como zona de trabajo dura para el nacionalismo. De lo que nadie habla es que la situación en la margen izquierda ha mejorado mucho si lo comparamos con el problemón existente en Vitoria y las principales localidades giputxis.

    He leido que la pela es la pela, y eso es innegable. El debate sobre el marco de convivencia va a estar condicionado por la capacidad de miedo han querido generar los partidos españolistas con la «amenaza» de la «no-españa» (no me refiero a lo irrisorios «estudios», por llamarlos de alguna manera, de Mikel Buesa) si no a temas reales como las pensiones y el envejecimiento poblacional.

    En este sentido, el camino de sucesivas reformas (bien sea vía transferencias adicionales) es para el ciudadano mucho más tranquilizador pero más problemático para la movilización por parte de las personas más ideologizadas.

    Lo importa suele ser hacer balance. Los últimos diez años ha habido una importante apuesta por el reinvindicacionismo y el resultado no ha sido exitoso. El nacionalismo está fuera del gobierno y no ha ocurrido ninguna conquista de autogobierno. ¿Era incorrecto dicho camino? ¿Se necesitaba más tiempo? Cada uno tendrá sus posicionamientos. Lo que no se puede consentir es una actitud de despreciar totalmente la consecución del estatuto de gernika por intangibles, de la misma forma que tampoco sería correcto aspirar a la simple consecución del estatuto.

    EA decía hace poco que lo que hacía el PNV en relación con las negociaciones presupuestarias era «devaluar» y «mercadear» con una ley que debía cumplirse. Son ese tipo de actitudes de pose, que desprecian un avance para apostar por un intangible (polo soberanista) que no va a conseguir nada (para el país, para HB ya veremos) lo que no se puede admitir. Hay que tener proyectos a corto y a largo plazo y ejecutar ambos decididamente.

  13. 1. Hay una cuestión general: el nacionalismo vasco debe trabajar para que sus ciudadanos vivan cada vez mejor (ciudadanos nacionalistas o no). Que los vascos puedan compararse con sus vecinos y que, en algún momento, tengan que responderse a la cuestión: ¿quiere Ud. vivir como ellos?.
    2. En una economía globalizada, donde la producción se traslada a aquellos lugares donde resulta más barata. Resulta difícil hacer «crecer» la población para que, por ejemplo, los «jóvenes» paguen las pensiones de los «viejos». Por otro lado, si queremos desarrollar una economía basada por el I+D+I, pues razón de más. Habrá que buscar una solución a la noruega. Un gran fondo de pensiones.
    3. Los estudios de Mikel Buesa, efectivamente, producen hilaridad. Además, los experiencia nos dice que, de forma urgente, debemos vincular la economía vasca, por un lado a las economías emergentes, por otra, a las de los países europeos que, no solamente remontan las crisis antes, sino que estas, además afectan relativamente al empleo.
    Hika-mika: estando de acuerdo con lo que dices, me gustaría llamar la atención sobre la Disposición Adicional del Estatuto que convierte a este texto en un medio, no en un fin. Lo que no tenemos derecho es a no intentar exprimirlo.
    4. Sobre la última década: yo espero que se me explique porque, cuando se estaba en Loiola, se puso en marcha el plan.

  14. Koldo, suponiendo que el nacionalismo se centrara en el camino de la reclamación y recuperación del constitucionalismo vasco (llamémosle derechos históricos, fuerismo, reintegración foral, etc.), ¿cuál es la practicidad de esta apuesta?

    Si España (no digamos Francia, que abolió en su revolución las libertades vascas) no quiere oir hablar de fuentes del derecho anteriores a la constitución del 78 (que es una reforma del régimen franquista, no lo olvidemos, no una ruptura y recuperación de la república), ¿qué virtualidad tiene una apuesta constitucional vasco?

    ¿Tendría capacidad de lograr, a pesar del rechazo del Estado, un apoyo y legitimidad entre los vascos que pudiera convertirse en un acuerdo transversal y en un marco de convivencia de referencia para el futuro? ¿Acercaría o alejaría aún más a los vascos de la CAPV y CFN?

  15. A Antzeko Parecido:

    Te recomiendo que leas «Derechos históricos y constitucionalismo últil» (ed. por Herrero de Miñón y el pobre Ernest Lluch) y, si tienes tiempo, hay un libro de Castells sobre el «hecho diferencial». Por otro lado, es la foralidad el hecho común entre las dos comunidades a las que citas. Por cierto, yo considero que los derechos anteriores a la constitución de 1978 (los «derechos históricos») son constitucionales , ¿no?. Por otro lado, cómo si explicaría sino el Amejoramiento.
    Seguriremos hablando.

  16. Acertado artículo Koldo.
    Pero me surge una pregunta: ¿Por qué en aquellas competencias que ya poseemos y nos permiten ser sujeto, nos limitamos a hacer seguidismo de lo que se dicta desde Madrid, como en el caso de la Fiscalidad?

  17. Es claro que lo foral une a Navarra, la CAV e Iparralde, tanto en su vertiente consetudinaria como legislativa. He leído los libros que cita Koldo San Sebastián, y realmente son irrefutables las alegaciones de que el derecho histórico es anti-absolutista como da una muestra Txema Portillo en su reflexión sobre el licenciado Poza haciendo una interpretación republicana del fuero de Vizcaya.

    En todo caso, lo foral, al estar inserto en la constitución española como reconocimiento de algo previo, vivo e existente, como la monarquía y otras instituciones previas, lo que hace es dar un tracto contínuo a un sentido vasco de la política, basada en el pacto y el pase foral.

    ¿Cuál es su aplicación hoy en día? Es evidente que la filosofía foral puede ser interpretada como la aplicación de los principios del pacto y del pase foral en los términos de práctica política. Así es posible simultanear la fidelidad a la legalidad y las instituciones y el sentido político de poner siempre que es posible el principio de decisión que depende del poder que tengamos como vascos y como nacionalistas.

    Todo eso depende del poder que tenga el nacionalismo vasco dentro de la sociedad, en términos de poder institucional y de poder social e ideológico. Los vetos españoles se basan en una insuficiente representatividad de los nacionalistas. La única forma de superarla es conseguir nuevamente el corazón de los vascos, para que tenga confianza en quienes son sus verdaderos defensores.

  18. Koldo, al autogobierno basado en los «derechos históricos», nombre poco apropiado en mi opinión, pueden o no ser «constitucional español» (es decir, con respecto a la constitución del 78) y no ayuda a que sea el Tribunal Constitucional y su composición política la que lo vaya a juzgar.

    De lo que no tengo ninguna duda es, siguiendo la línea trazada por los las diputaciones forales en tiempos de la creación del constitucionalismo español, los fueristas vascos, Agirre e Irujo, etc. que las lagi-zarrak son «constitucionales vascas», el referente de un Constitucionalismo Vasco anterior, mucho más arraigado y potente que lo que queremos creer.

    Si eso es o no «constitucional español» puede ser más o menos práctico, pero no es una cuestión de principio.

  19. Vamos a ver LA FORALIDAD y el hijo suyo más`preclaro EL CONCIERTO, piedra angular del atogobierno vasco, es el ACUERDO DE TODOS LOS PARTIDOS, y de los que gobiernan en Madrid,
    TOTUS TUS.

    Es decir que Basagoiti, defiende el CONCIERTO, al igual que Ibarrtxe, y a dios gracias que somos pequeños, y ha pasado por el TAMIZ de la CEE.

    Confunde algun interveniente el termino FORAL, gure legeak, con LIBERTAD ABSOLUTA, es decir que cuando yo negocio con la telefonica, no tengo libertad absoluta, al igual que cuando compro gasolina de la marca REPSOL IMAZ, es una igualdad seudoformal.

    No es lo mismo que GRAN BRETAÑA O FRANCIA negocien, su «dejacion de competencias» con la CEE, que Portugal o Txekoslobakia.

    Herrero o el vilmente asesinado por los vascos de la Eta, me refiero al catalan, no eran precisamente una opinion asentada entre los politologos pre y constitucionalistas, sino mas bien una corriente, fuertemente descentralizadora, pero creo que eran ESPAÑOLES, uno fue ministro y el otro casi lo fue.

    Entiendo tu postura San sebastian, de que siempre la botella esta medio vacía y hay que llenarla, todo lo posible, yo en cambio pienso que hay que LLENARLA ENTRE TODOS, si es entre todos, esta bien, como el estatuto.

    No estoy para nada de acuerdo con vuestra teorias sobre el autogobierno, si mas o menos, primero es el VASCO, la pesona vasca, y el vasco se tiene que sentir descendiente de una cultura vasca, cristiana y latina, con grandes dosis de hispanidad, o de francofonia, pero todo es compatible, es que un vasco puede ser del pp o del pnv, por poner unos ejemplos, es decir que un vasco del pp, y español-fuerista, puede aportar a nuestro pais tanto o mas que in independentzia zale, o no, pero no por ser independentista se es mas vasco, vasco eres o no lo eres, independentista eres o no lo eres, yo no soy independentista.

    No puede ser el nacionalismo de Ibarretxe, que no sabiamos a donde nos quería llevar.

    Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *