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Ion Gaztañaga

«A los niños hay que engañarlos con tabas
y a los adultos con juramentos»

Lisandro, general espartano

La pasada semana hablamos tanto de las declaraciones de Urkullu sobre una nueva posible propuesta de convivencia como de los interesantes conceptos nabaizales, «pactismo menor» y el «pactismo mayor». Conceptos hoy nos serán muy útiles para analizar la visión de un destacado dirigente socialista sobre el «contencioso» y su posible «arreglo». Hablamos, evidentemente, de Jesus Eguiguren, muñidor tanto del proceso de Loiola con Otegi como del pacto de gobierno con el PP.

Para conocer la visión de Eguiguren sobre el posible «arreglo» (como él lo denomina) al conflicto vasco no es necesario leer su tésis doctoral «El arreglo vasco: fueros, constitución y política en los siglo XIX y XX», pues bastan unas cuantas entrevistas que le hicieron en la reedición de su tésis a finales del 2008 para tener unas significativas pinceladas. Esto es lo que nos decía una entrevista en La Vanguardia («Jesús Eguiguren publica su receta para el País Vasco»):

Paz, autogobierno y Constitución. Como si de una receta culinaria se tratase, la mezcla de estos tres ingredientes, (…) es la vía de salida al conflicto vasco; de «salida»: no de «solución». Porque el «problema vasco» no tiene solución, pero sí «arreglo». (…)

El transcurso de la historia, analiza Eguiguren, fue originando sociedades y pensamientos políticos cada vez más complejos. Cualquier avance o ruptura se truncó con la Guerra Civil y la dictadura, subraya, y cuando resurgió el debate, al morir Franco, había un elemento nuevo en la cazuela: una parte cuestionaba la pertenencia a España, lo que en el XIX no ocurría.

Vemos que la idea de Eguiguren que transmite La Vanguardia es que no hay una salida «definitiva» al problema vasco, pero que «al morir Franco» había una parte que «cuestionaba la pertenencia a España». Un cuestionamiento que parece que Eguiguren olvida que existía a principios del siglo XX, pero lo importante es saber qué quiere decir con «pertenecer» a España. Pues la «pertenencia» en el sentido vasco y pre-1839 entiende «pertenecer» a «Las Españas» como una unión en la persona de la jefatura del Estado, con constituciones independientes, un derecho de sobrecarta sobre cualquier  ley proviniente que pudiera afectar a los vascos, aduanas, legislación pública y privada independiente… es decir, una especie de Commonwealth. Y no creemos que precisamente sea la relación de reina compartida entre el Reino Unido, Canada y Australia la que ronda la cabeza de Eguiguren.

Para demostrarlo, no tenemos más que observar la entrevista que sobre esta misma tésis nos ofrecía EITB24 con el título «El presidente del PSE, ha asegurado que el problema vasco no es una cuestión de solución sino de ‘arreglo entre vascos’ y ha advertido de que ‘en Euskadi quien sale de la filosofía del acuerdo choca contra la pared'»:

El arreglo vasco, (…) su tesis doctoral (…) rebate el «tópico» sobre la ley de 1839 como el principio de la abolición de los fueros y otras consideraciones sobre la de 1876 y el papel de Cánovas del Castillo.

El dirigente socialista ve en la Ley Confirmatoria de los Fueros de 1839 un ejemplo a seguir y del que aprender, pues cree que es «una buena solución para compatibilizar el particularismo foral con el constitucionalismo español», ya que estuvo basada en el «pactismo». (…)Ha insistido en que lo que hay que perseguir es «una fórmula de convivencia entre vascos diferentes».

«Una vez conseguida esa fórmula de convivencia, hay que buscar su encaje en la España democrática. Esto que parece tan sencillo lo sabían muy bien los foralistas. Nunca hablaban de solucionar el problema vasco, el término oficial era conseguir un arreglo, (…), provisional en el tiempo, que habría que renovar pasado un tiempo», ha dicho Eguiguren.

Así que el modelo de Eguiguren es la ley «confirmatoria» de los fueros, esa ley que como siempre, los malvados nacionalistas se han encargado de injuriar. Por tanto, el «arreglo» de Eguiguren, llama a respetar la Ley, siempre que la «Ley» sea la que a él le interese, es decir, aunque sea nula de pleno derecho, como diría Campion cuando era diputado navarro en Cortes: «cuanto han hecho las Cortes en la materia es nulo y vicioso por su origen, y únicamente fluye de la fuerza» (Intervención en las Cortes en Madrid, 22/07/1893).

Eso sin mentar que la Ley de 1839 aprobada por las Cortes no fue la ley propuesta por el gobierno y mucho menos negociada o aceptada por los vascos, puesto que como bien dice Joseba Agirreazkuenaga en su trabajo «La transición por la “Constitución Vascongada” (1852)»:

El proyecto de ley del Gobierno español, presentado (…) cuando todavía no había finalizado la contienda armada en Vasconia (…) pregonaba el reconocimiento del sistema foral, en su conjunto (en su dimensión de derecho público, privado, judicial y económico con las aduanas en el Ebro). Pero la oposición de los liberales exaltados impidió la aprobación en los términos de la iniciativa gubernamental y del debate parlamentario resultó la ley del 25 de octubre de 1839

Eguiguren, en su «no-nacionalismo», quiere desmentir los «tópicos» sobre la ley de 1839 con una fantasía interpretativa digna de los mejores productos de la factoría Disney. Pues marca «democráticamente» como límites del «arreglo» la aceptación de una soberanía preponderante, la española (no nacionalista, of course), por encima de cualquier otra, eso sí, apelando al «tradicional pactismo», e inspirándose en los «fueristas». Fueristas que ante la alternativa de ver borrados los fueros completamente o intentar conservar lo posible optaron lógicamente por la estrategia del «mal menor». Pero desde luego no intentaron un «arreglo» similar al que «voluntariamente» accedió la ilegitima y manipulada Diputación Navarra con su ley «paccionada» de 1841, por mucho que los representantes españoles intentaran llegar con las provincias vascongadas al mismo estilo de acuerdo al que llegamos con el asaltante que amablemente nos ofrece elegir entre la bolsa o la vida.

Eguiguren parece olvidar también, las premisas que las propios comisionados alaveses y fueristas Egaña y López plantearon en su «Memoria» como base del «arreglo» ante la comisión para la modificación de los fueros (cito de nuevo el trabajo de Agirreazkuenaga):

Los comisionados (…) definieron los principios jurídicos y políticos de la “Constitución Vascongada” como elementos básicos para un acuerdo sobre el arreglo foral:(…)

1º Administración del país por el país, entendida en toda su pureza,y practicada con absoluta independencia de otro poder extraño. (…)

4ª Para defender y salvar contra toda invasión injusta los anteriores derechos, la Constitución vascongada tiene un medio eficacisimo, testimonio a la vez y garantía de su originaria independencia: el PASE FORAL, (…) sin el PASE FORAL la autonomía vascongada, que todos dicen querer respetar, es una formula vana sujeta a los caprichos del poder.

Con estas premisas fueristas para el «arreglo» todas las leyes aprobadas por el Parlamento central deberían ser analizadas y aprobadas (o rechazadas) por las asambleas vascas para su aplicación. Una capacidad de «concierto político» (en palabras de Urkullu) o de «bilateralidad» y «cosoberanía» (en palabras de Imaz) o de «Euskadi no es una parte subordinada de España» (en palabras de Ibarretxe) que dudo mucho que Eguiguren esté planteándose al citar los «arreglos» fueristas. Un «tufillo fuerista» que recuerda a aquél Mario Onaindia que después de haberse pasado media vida intentando ridiculizar la raíz foral del PNV por «carca» y «reaccionario», se nos reapareció como admirador tardío del liberalismo fuerista.

El «arreglo» de Eguiguren, a pesar del entusiasmo y cercanía de Otegi con respecto a su modelo de pacificación (1), siguiendo la terminología de Nafarroa Bai, se sitúa en la tradición del «pactismo menor» cuarentayunista, mientras que para calificar la intermitente propuesta de modificación estatutaria del gobierno de la propaganda de Patxi López (2), quizás debamos utilizar el término de «nanopactismo».

———

Nota (1): Otegi en entrevista en Gara: “somos partidarios de la tesis que expone Egiguren en sus ‘Bases para un arreglo’ porque defiende la resolución del conflicto y además toca prácticamente todos los temas: derecho a decidir, plazos, territorio, presos, víctimas…, lo que ahora corresponde es establecer un consenso básico sobre todas esas cuestiones”

Nota (2): Conviene no perderse la fantasía sobre el arreglo de  Eguiguren escrito en el blog de Patxi Lopez (que no es lo mismo que escrito «por» Patxi Lopez): «Jesús Eguiguren demuestra el gran consenso conseguido en las Cortes Españolas en torno al encaje entre los Fueros Vascongados y la Constitución, en la Ley de 1839, un consenso que se irradió también a las Provincias Forales donde fue acogida con gran satisfacción». Va a ser que el blog de Patxi Lopez, al igual que su gobierno, también tiene un «déficit de comunicación».

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12 comentarios en «Arreglos y parches»

  1. En estas tesis siempre son las instituciones vascas las que se tienen que «acomodar» a las diferntes constituciones españolas.
    Me pregunto cuándo las constituciones españolas (o sus «constitucionalistas») van a renunciar a los dogmas de la unidad indivisible, la soberanía (única) del pueblo español o la posible constitucionalmente «tutela» del ejercito.
    Parece en esta tesis como si españa pusiera su parchís, sus dados y apoyara las piezas roja y amarilla y nos dijera, venga a jugar también vosotros los de las piezas verde y azul, a ver si os poneís de acuerdo en este juego.

  2. Si bueno lo que pasa aqui y Gaztañaga lo deja clarito es que claro un tío con concepciones ideológicas del XIX como Eguiguren pretende plantear una solución para el siglo XX, allá donde no hay continuidad entre una época y otra, en la necesidad de un «arreglo» entre fuerzas que no son las del XIX y entre las que se encuentra el MLNV que es el colmo de la modernidad rupturista antipactista y que es maestro de usar negociaciones como palancas de cambios de escenarios y medios de seguir con la luch político-militar.
    Luego esta el mitotimo que se saca Eguiguren de la manga de la ley de 1839, donde se nos muestra, y ahí si hay continuidad entre el XIX y el XX que el pacto de vergara fue traicionado por los españoles liberales y fue devaluado, igualico que pasó con el estatuto de Gernika.
    Es importante ver a Eguiguren sobre la doble luz de un proceso de paz llevado con la lamparita del concepto de «arreglo», que ha ido al guano, y de una reivindicación de los fueros que nadie en el XIX reivindicaba, ni los fueristas liberales ni los carlistas, pero que tanto el como Pachilo lo hacen por que lo que propugnan en su acuerdo que claro siempre es bueno ese acuerdo por que no lo van a cumplir. En eso está muy bien lo de Lisandro, nos quieren engañar con un juramento-pacto que no van a cumplir. Por tanto habrá que exigir garantías insoslayables.

  3. Lo k nos dice Eguiguren es k lo k kieren es k nos vuelvan a engañar, poniendo otra salvaguarda «en la unidad konstitucional» xa luego hacer lo k les daba la gana. Si reforman la konstitucion sera xa kitar la disposicion adicional y ojito kon la reserva de derechos del Estatuto. Algunos hablando del salto a la luna y del polo y aki se esta kociendo 1 gorda.

  4. Y cuidadín con Rosa Díez y su UPD, que son como muy graciosos y tal pero que nos pueden hacer un siete de puta madre.

    La concepción del constitucionalismo español es como surrealista:

    1.- Impone como condición previa a cualquier cosa, en nombre del «pacto» (!), una forma de encaje concreta de Euskadi en España.
    2.- Después nos dicen: ¡Pónganse de acuerdo entre ustedes sobre esto!

    Y pregunto … ¿cómo vamos a ponernos de acuerdo si para aquello en lo que no estamos de acuerdo ya nos han impuesto una solucíon? ¿Sobre qué vamos a discutir y a ponernos de acuerdo si eso ya se ha decidido con un pacto … en Madrid, entre las fuerzas políticas españolas?

  5. Ahi, galtza, ahi estamos. Es lo k dice Patxi Lopez de la «teoria» d Eguiguren: «genero 1 gran konsenso en las Kortes». No te jode, en las Kotes españolas siempre hay 1 gran konsenso kuando se trata del autogobierno vasko: siempre en kontra!!!

    La verdad es el barniz intelektual d Eguiguren me rekuerda kada vez + al barniz d premio Nobel de ekonomia konpartido entre Patxilo y Zapatero.

  6. Me parece tremendamente significativa la perplejidad de Galtzagorri «ante la cara de cemento de esta gente».

    Uno de los mayores problemas que tenemos a la hora de ejercer la acción política es el de atribuir previamente a los rivales cualidades como la honestidad intelectual y argumentaiva en las negociaciones de cualquier tipo. Y lo que muchos no entienden es que esos rivales carecen de un código de valores democráticos y éticos a la hora de hacer política.

    Dicho en román paladino, estos tipejos son unos quinquis sin palabra que lo único que buscan es medrar, primero aquí y luego en Madrid (su verdadero objetivo).

    Para ellos, Euskadi es tierra conquistada y jamás se avendrán a un pacto que de satisfacción a las demandas de la mayoría de los vascos.

    Es muy importante tener clara esta premisa a la hora de ejercer la acción política, porque en caso contrario nuestra perplejidad será continua y la cara de tontos que se nos queda en cada negociación hará que la ciudadanía opte por dejar de apoyar a alguien tan ingenuo, a veces, como los Nacionalistas Vascos.

  7. Ahi Urtine, x eso ante kualkier akuerdo, hay k firmar garantias y tener la sarten x el mango. X ejemplo, ante 1 reforma del estatuto, nada + se apruebe empezamos a ejercer las kompetencias y deskontando el kupo. Luego ya arreglaremos kuentas, xo nosotros kon la sarten x el mango.

  8. Con la fuerza del paraguazo que me dio Jexux, puedo ver que entre el intelectual del susodicho y la intelectual de su bien colocada pareja Rafala Romero, el premio Nobel esta cerca para el entorno Eguiguren. Solo hace falta que como Zapatero, acuda al Desayuno Nacional de la Oración. Entonces, además de cuarentayunista se nos hace de Rouco.

  9. Interesante lo del «Desayuno Nacional de la Oración», una oración en la que no se le exige a nadie ser miembro de ninguna religión concreta, ni siquiera se exige ser persona religiosa. Me impresiona la dimensión comunitaria, me recuerda un poco a las sencillas concentraciones de Gesto

  10. Eso es el Estatuto «un arreglo» que ni siquiera se ha cumplido, como la ley del 39. Estos españoles NO SON DE FIAR.

  11. Pero que arreglo de los cojones, si la actual constitución de 1978 ya confiirma los regimenes forales y somete su actualización al marco de la constitución.

    Pues a esta constitución no le hemos dicho que sí, y no se lo vamos a decir, si me apuran visto su desarrollo yo le diría hoy que no.

    Esta constitución es española, y como española que es minete.

    Este Eguiguren además de español es socialista, y como buen socialista miente todavía mucho más que el político español medio.

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